Reflexiones de la historia

Hechos curiosos en la vida del Libertador

Entre el ejercicio jurídico, la docencia y uno que otros oficios domésticos: que si tapar una goterita por aquí, que si el tanque de la poceta se dañó, que una insidiosa filtración por allá; siempre queda un tiempito para dedicárselo a ese placer tan atrayente y necesario como lo es la lectura. Lectura que podemos clasificarlas según nuestros apetitos de interés. Y en esa misma medida, vamos enterándonos de cosas desconocidas, conocimientos nuevos para nuestro discernir en la vida diaria, en este insólito universo de los saberes. Pienso que leer, antes que nada, es hablar con el autor de un texto, comprender su pensamiento, saber cuál es su propósito y pretender hallar alguna respuesta en su contenido. Hay historias conocidas por pocos, no obstante, ignoradas por muchos. Es así como el día de hoy, se me ocurre traer a la palestra unos hechos curiosos en la vida del Libertador.

Tratándose de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad; he llegado a pensar que existe tanta literatura contentiva de personajes que lo admiraron; como quienes lo adversaron en su oportunidad, en la hora que le correspondió pasar por esta alfombra terrenal. Esta dicotomía entre la aversión y la simpatía es propia de todo hombre público. No hay ningún magistrado en la historia que no haya probado estos sinsabores que nos da la vida. Como reza ese refrán popular: "Nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo". El caso de Bolívar no fue la excepción. Más allá de enfrentarse al notorio enemigo; también tuvo que tolerar tantas intrigas, envidias, las ambiciones individualistas, calumnias, entre sus mismos conmilitones. No obstante, su pensamiento y acción no tuvo parangón. Sobre su vida se ha escrito, desde la diatriba despiadada hasta el endiosamiento sin límites.

Sin endiosamientos, he aquí algunos testimonios muy pocos conocidos, incluso, de oficiales realistas, en relación al Libertador, Veamos este: -"el rebelde Bolívar se había reunido con Páez y puesto sitio a San Fernando, me dirijí en posta a Calabozo donde me atacaron el once del actual todas las fuerzas rebeldes de aquel caudillo". "Permanecí tres días defendiendo dicho puesto"- "No se puede Vd. Figurar cuanto hemos sufrido con el cansancio de la tropa, la fatiga, el polvo y no tener alimento para resistir la marcha; han muerto muchos ahogados de calor, y otros no ha sido posible salvarlos, a pesar que desde mi persona hasta el último oficial hemos dado nuestros caballos; y yo he venido a pie la mayor parte del camino para dar ejemplo. La sed nos ha devorado y el calor; la marcha ha sido también muy rápida". "No nos dejan sosegar estos diablos un momento y siempre los tenemos encima"-.

Lo narrado anteriormente, corresponde a una carta dirigida del Gral. Morillo, desde el Sombrero, al Capitán General de Venezuela, el 16 y 18 de Febrero de 1818. Sus propios contendores españoles reconocían la impetuosidad y la fogosidad del ejército libertador que asombraban con participación estratégica y poder de resistencia ante la bien preparadas fuerzas realistas, muchas de las cuales habían peleado en las guerras napoleónicas. Pero encontraron en Venezuela un pueblo valiente que dio la pelea en las coyunturas más asosegadas. En otra ocasión, el mismo Morillo, escribe para Madrid, dirigiéndose al Ministro de Guerra, en estos términos: -"Bolívar en un solo día acaba con el fruto de cinco años de campaña, y en una sola batalla reconquista lo que las tropas del Rey ganaron en muchos combates"- (Estudio nosológico y psicobiográfico de Bolívar. Pág. 274-275).

Para cerrar, leamos este testimonio: …"acá en América un ciudadano de los Estados Unidos, admirador de los ideales y proezas del Libertador, quiso que un hijo suyo se llamara Simón Bolívar, viniendo a ser el apellido ilustre otro nombre de pila. Orgulloso el mancebo de ostentar divisa tan famosa, esforsóse en honrarla, y sus virtudes lo condujeron a las más altas jerarquías: Teniente General. Su hijo también debía llamarse así, y éste con igual pundonor y más fortuna que su padre también fué digno del preclaro nombre: fiel a la tradición de su abolengo militar, e inspirado en el ejemplo maravilloso de Bolívar, imitó en muchos rasgos al héroe venezolano. Y en Abril de 1945, a los a los ciento catorce años del deceso en San Pedro Alejandrino, el Teniente General Simón Bolívar Buckner, comandante del Décimo Ejército Norteamericano luchando por la democracia universal triunfaba de la tiranía asiática y caía gloriosamente, el pecho atravesado de un balazo"…(Estudio nosológico y psicobiográfico de Bolívar. Historia clínica del Libertador. Págs: 296-297). Realice usted mi respetable y honorable lector sus propias reflexiones.

¡Muchas gracias! Si la providencia lo permite, seguimos leyéndonos.

Posdata:

1) En las citas textuales podrán observarse algunos signos ortográficos que hoy en día están es desuso, pero hay que tomar en cuenta que fueron escritos bajo normas gramaticales de la época.

2) Gran parte del aporte bibliográfico fue extraído con pinzas del libro "Historia Clínica del Libertador" del autor Dr. Arturo Guevara, médico, (1901-1976), donde realiza con gran maestría científica el análisis psíquico del Libertador; obra que no tiene desperdicio.



 



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José García

abogado. Coronel Retirado.

 jjosegarcia5@gmail.com

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