¡Ni Socialismo ni Capitalismo!

¡Nuestros gobernantes nos están conduciendo al desastre!

Los políticos y gobernantes de nuestros países, jueces, legisladores y militares, sean socialistas, capitalistas, o comunistas, con contadas excepciones, defienden un modelo apalancado en dispositivos de defensa interna que oprimen constantemente al pueblo apropiándose de las riquezas y transfiriéndolas de forma subrepticia a una burguesía, contraria a las ideas sociales. Son además generadores de violencia y están subordinados de manera vergonzosa al poder económico de una élite planetaria que se ha enriquecido y fortalecido históricamente, con la complicidad de nuestros propios gobiernos, e impiden al mismo tiempo el desarrollo armónico e independiente de cada país.

Ese modelo, paulatinamente lo han ido transformando y convirtiendo en un régimen judicial-policial-militar que no solo oprime sino que también reprime a toda la población, pues su única preocupación es mantenerse en el poder.

No tienen ética ni moral, nos hablan constantemente de democracia, de libertad, justicia, soberanía, patriotismo etc., pero impera en ellos la codicia, el egoísmo, el nepotismo, la corrupción, el influyentismo y el crimen.

Mientras tanto, el pueblo ingenuo, el que vive honestamente de su trabajo, es manipulado, desatendido, desamparado y lo tienen completamente adormecido, creyéndoles sus falsas promesas.

Actualmente, con la supuesta pandemia, casi todos los gobiernos están actuando de manera similar, obedeciendo los lineamientos de una campaña mediática mundial orientada por la Organización Mundial de la Salud OMS y Bill Gates.

Esa campaña mediática es parte de un plan orquestado para reducir la población mundial a su mínima expresión. Esa es la forma como los multimillonarios del mundo, piensan acabar con la pobreza y la contaminación en el planeta, si es que nosotros, el 99% restante no despertamos a tiempo para evitarlo. Para lograr su objetivo utilizan todo el Poder Mediático Mundial que tienen bajo control.

Sin duda alguna, el Mayor Poder que existe hoy en día es el Poder Mediático Mundial. Son los medios de comunicación: las grandes redes sociales, YouTube, Facebook, Twitter, la TV, la radio, la prensa escrita, etc. Ellos nos manipulan, nos desinforman, nos censuran, crean falsos positivos, fake news, nos generan angustia, nos llenan de miedo, etc. Todo el tiempo nos irrespetan y se burlan de nosotros. Por eso ya no confiamos en ellos, porque lo único que defienden son los intereses de la élite planetaria.

La supuesta pandemia actual ha sido creada por el Poder Mediático Mundial y es utilizada por los gobiernos en casi todos los países como un pretexto para generar miedo y obligar a su población a mantenerse encerrada "voluntariamente" en sus viviendas, usar un tapabocas que la mayoría de los médicos y científicos lo consideran inadecuado e inconveniente para la buena respiración. Han inflado las estadísticas de muertes por coronavirus y pareciera que no existe otra enfermedad peor que esa. Han hecho desaparecer, como por arte de magia, enfermedades como el cáncer, el infarto, la diabetes, el hambre, etc., como causantes de muerte y se han resistido a permitir el uso del dióxido de cloro, a pesar del éxito que tal sustancia ha tenido para atacar dicho virus.

Veamos cómo funciona el asunto:

A nivel mundial no existe democracia sino "dinerocracia", o sea, son los multimillonarios quienes tienen el poder en el mundo. Estamos padeciendo la dictadura de los multimillonarios, ejercida a través de las corporaciones transnacionales que abusan con sus monopolios, imponiendo aberrantes condiciones que los países más débiles tienen que aceptar sin ninguna alternativa, pues nuestros gobiernos son los títeres que se encargan de hacer cumplir los mandatos de dichas corporaciones, las cuales sobornan y sancionan bien sea directamente o por intermedio de los organismos creados para tal fin como son la OMC y la OMS.

En todos los países, los pueblos están atrapados entre el gobierno de turno, la falsa oposición, las corporaciones trasnacionales y los multimedios monopólicos.

Es un sistema de élites:

En cada país existen las élites locales, que controlan y usualmente ejercen los poderes económico, ejecutivo, legislativo, judicial y militar. Estas élites están a su vez controladas por una élite planetaria o mundial, que se ha formado y fortalecido a través del tiempo, con la complicidad de nuestras élites locales, las cuales, históricamente les han hecho entrega de nuestros recursos naturales por medio de ventas o concesiones, en muchas ocasiones violando nuestra Constitución Nacional. Esa es la razón por la cual las riquezas del planeta se encuentran actualmente concentradas en muy pocas manos.

¡Este sistema de élites es nefasto para la mayoría de la población!

Siniestros personajes autodenominados "filántropos", como Bill Gates, George Soros, Warren Buffett, etc., a través de corporaciones como Monsanto, Open Society, presionan a los gobernantes de los países para que satisfagan sus intereses particulares.

Esta realidad ha sido posible y se debe en gran parte a que nuestros gobernantes, sean de derecha o de izquierda, son elegidos, no por el pueblo, sino por las empresas transnacionales agrupadas en sociedades como "Americas society council of the Americas", que tiene más de cuatrocientos afiliados además de banqueros y funcionarios del gobierno de EU. Por otra parte, los pueblos carecemos de un pensamiento crítico y de una fuerte consciencia colectiva y solidaria, pues no contamos con medios de comunicación. No estamos acostumbrados a exigir a nuestros gobernantes el cumplimiento de sus promesas electorales. Nunca los hemos cuestionado. Simplemente hemos asumido que todo iba a mejorar por el solo hecho de que ellos así lo habían prometido en sus campañas electorales, aunque nosotros no hiciéramos absolutamente nada para obligarlos a cumplir sus promesas. Nunca hemos exigido que los recursos naturales y los adelantos tecnológicos debieran beneficiar primero que todo y principalmente a las grandes mayorías de la población. Es por esto que las tecnologías se nos han vuelto en contra y cada día que pasa, las han puesto más al servicio exclusivo de una élite privilegiada. Esta actitud pasiva de nuestros pueblos es lo que les, permite a los gobernantes, políticos y autoridades en general, actuar de manera tan irresponsable con nosotros.

Estamos padeciendo un Golpe de Estado a escala mundial de parte de las familias más adineradas. Es la dictadura de los multimillonarios del planeta, ante la cual nuestros gobernantes han sido unos verdaderos vasallos y los principales colaboradores en dicho golpe. Entregan nuestras riquezas, nuestra libertad y nuestra soberanía a cambio de unos cuantos privilegios y protección para ellos. Actualmente, casi todos los gobiernos del mundo se esmeran por satisfacer primeramente los caprichos de los multimillonarios antes que las necesidades más urgentes de la población.

Mientras tanto, las más grandes empresas tecnológicas, integradas por grupos como el GAFAT (Google, Amazon, Facebook, Apple, Twitter), etc., se han hecho infinitamente más rentables en esta época de cuarentenas. Las calles, las playas, el agua, el aire, la energía, la tecnología, la vida social, etc. están siendo totalmente controladas por todo un sistema integrado por instituciones como la FED, OMS, OMC, FMI, GAFAT, CIA, etc., junto con un nuevo cartel de poder, análogo al bancario e integrado por el Bigfarma, Bill Gates, Gavi, Bayer, Pfizer, Monsanto, etc., para no mencionar los gobiernos de Rusia y China.

La élite gobernante en la mayoría de los países se ha caracterizado por la imprevisión, la ineptitud, la irresponsabilidad y la falta de voluntad para atender las necesidades de la población, pues su preocupación principal es cumplirle a la élite planetaria, mantenerse en el poder, el enriquecimiento desmedido de su entorno y la satisfacción de sus intereses particulares.

Actualmente la élite mundial está representada por la OMS, organismo de la ONU especializado en gestionar las políticas de la salud a nivel mundial. Desgraciadamente la OMS se contaminó desde un comienzo, hace ya mucho tiempo, primero con la corrupción proveniente de la poderosa industria tabacalera y posteriormente con la monstruosa industria farmacéutica y las donaciones de multimillonarios como Bill Gates.

La falsa pandemia, o "plandemia" como sabiamente la han denominado recientemente, ha servido de pretexto a los gobiernos títeres de nuestros países para atemorizar, confinar e inmovilizar a la población, decretando cuarentenas y estados de excepción para satisfacer los absurdos mandatos de la OMS y la oligarquía mundial.

En particular en América Latina, es notable la subordinación y el entreguismo de nuestros gobiernos a intereses económicos extranjeros, perjudicando de esta manera a nuestros pueblos.

Recientemente por ejemplo, en Bolivia, aviones de la Fuerza Aérea Boliviana, defendiendo los intereses económicos de multimillonarios extranjeros como Elon Musk y Bill Gates, sobrevolaron las manifestaciones populares y pacíficas amedrentando a la población que exigía respeto y democracia. Elon Musk, ha confesado descaradamente que promovió y financió a los promotores del golpe de estado en noviembre de 2019, entre ellos a Carlos Meza, ex candidato a la presidencia de la república y a Luis Fernando Camacho, dirigente político de Santa Cruz.

Pero casos como el de Bolivia son frecuentes en todos los países latinoamericanos:

También en Colombia, los diferentes gobiernos han permitido la instalación de nueve bases militares de EU, han promovido continuas masacres, los famosos "falsos positivos" y las "fosas comunes", durante muchos años, especialmente en el gobierno de Álvaro Uribe, así como el asesinato y los desplazamientos de millares de campesinos colombianos, incentivando con esto la producción de la marihuana, la cocaína y el narcotráfico, entorpeciendo así el desarrollo de una agricultura sana, todo esto con el fin de proteger los intereses de empresas multinacionales y permitir el saqueo del país. La producción de marihuana y el narcotráfico han sostenido buena parte de la economía estadounidense en los últimos años.

Los gobiernos venezolanos de los últimos cien años han mantenido políticas netamente importadoras, desestimulando el trabajo productivo del pueblo venezolano, ocasionando el estancamiento del país, frenando su desarrollo y fomentando la fuga de nuestras riquezas. Causaron además numerosos desaparecidos en la época "puntofijista" y provocaron masacres como la de Cantaura, El Amparo y más recientemente en el Arco Minero del Orinoco.

La Revolución Bolivariana ha generado nuevas élites locales sin desplazar a las anteriores. Para completar el cuadro, durante los últimos siete años, el gobierno madurista ha convertido al país en un estado fallido, un estado en ruinas y pobreza extrema, con su economía destrozada. Acabó con su moneda, con las universidades, con el sistema de salud, con Corpoelec. Ha hecho colapsar operacionalmente a PDVSA, ya que actualmente esta empresa no extrae petróleo, ni gas, no produce gasolina, no produce ingresos; pero además, su flota de buques, que hasta 2013 contaba de más de 80 tanqueros, se ha ido a pique. El gobierno madurista eximió de impuestos a las empresas petroleras extranjeras, redujo el salario de todos los trabajadores venezolanos a menos seis dólares mensuales. Es Venezuela el estado con el peor crecimiento económico del mundo. Acabó hasta con la dignidad del pueblo venezolano. El éxodo de venezolanos es millonario, el país está desmantelado, a pesar de contar con las mayores reservas petrolíferas y uno de los más grandes yacimientos de oro a nivel mundial.

El caso de Venezuela es el ejemplo más claro del desastre que pueden causar las élites locales. En menos de veinte años despilfarró la astronómica fortuna de novecientos mil millones de dólares que ingresaron por concepto de ventas de petróleo.

¿Qué más podemos esperar?

Los gobiernos de Brasil, Argentina, Chile y Perú no han sido menos entreguistas y vasallos que los mencionados hasta ahora. Sean dictaduras o "gobiernos democráticos", casi todos se han comportado de manera similar con respecto a la élite mundial, regalando nuestras riquezas mientras nuestros pueblos naufragan en un mar de pobreza y han sido siempre los grandes perdedores, al tiempo que nuestros gobernantes se enriquecen descaradamente.

Los gobiernos de México ocupan desde hace más de treinta años un lugar sobresaliente en el tema del entreguismo al capital extranjero, así como también del desmedido enriquecimiento de las familias del entorno gubernamental. De hecho es el país latinoamericano que cuenta con más cantidad de multimillonarios. Por otra parte ha sido un terreno fértil para el desarrollo del crimen y el narcotráfico.

No podríamos terminar nuestro recuento sin mencionar los numerosos gobiernos vasallos y entreguistas que han tenido los pueblos de Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, etc.

Ante este panorama se agrega el hecho de que la clase gobernante en la mayoría de nuestros países se ha caracterizado por la imprevisión, la ineptitud, la irresponsabilidad y la falta de voluntad para atender las necesidades de la gente. Su preocupación principal, como hemos dicho, es cumplirle a la élite planetaria, mantenerse en el poder, disfrutar de múltiples privilegios, la satisfacción de sus intereses particulares y el enriquecimiento de su pequeño entorno.

Pero la gran mayoría de la población mundial, que es la clase oprimida, permanece impotente y será incapaz de superar su condición de sometimiento mientras el control del Poder Mediático Mundial se encuentre en manos de la élite planetaria.

No olvidemos que Google, los grandes medios masivos y las grandes redes sociales como Facebook, Twitter, Whatsapp, YouTube, etc. también están al servicio de la élite mundial para orientar la opinión pública según sus particulares intereses.

En conclusión:

Como vemos, el sistema de élites, basado en el poder del dinero es injusto y perjudicial para el 99% de la población mundial.

Cuando comprendamos, que no es el dinero, sino el talento humano, la colaboración, la solidaridad, la avanzada tecnología, la inmensa pero limitada cantidad de recursos naturales de que disponemos, la infinita cantidad de energías limpias y renovables que tenemos disponible para satisfacer las necesidades de toda la humanidad, lo que nos podrá liberar a todos los seres humanos e incrementar la calidad de nuestras vidas, entonces nos daremos cuenta que lo más adecuado, es la administración global e inteligente de todos los recursos que tenemos, pues es de estos recursos que obtenemos y obtendremos todo lo que necesitamos. El dinero no se come, no calma la sed, no cura enfermedades, no es vestimenta ni vivienda, etc. Si nos encontramos en un lugar desierto con mucho dinero, de nada nos servirá.

¡El dinero no es imprescindible. Podemos vivir sin él!

Con los recursos que tenemos disponibles, podríamos liberarnos del trabajo material y disfrutar todos, de una vida sana y placentera, con alimentos de alta calidad, vivienda, vestido, salud y además dedicar todo el tiempo a las actividades de nuestro mayor agrado, (como el estudio, la investigación, la música, el deporte, la agricultura, la ciencia, etc.), sin necesidad de dinero, sin devengar un salario, sin necesidad de financiamiento o crédito, sin sumisión, sin servidumbre, sin realizar trabajos pesados, sucios o desagradables.

El uso del dinero y el Sistema Monetario no es malo per se. Nació como una necesidad para reemplazar el intercambio o trueque de mercancías. Fue la mejor opción durante muchos años. Contribuyó con el crecimiento de la humanidad, pero debido al enorme adelanto tecnológico y científico que tenemos, ya no es necesario y por otra parte es incapaz de solucionar los problemas actuales generados por la corrupción, la pobreza, el hambre, la desigualdad, el consumismo, el despilfarro, el incremento de las guerras, etc.

Con el dinero apareció el comercio y consecuentemente el lucro. De esta manera las transacciones comerciales aumentaron y con el transcurrir del tiempo el uso del dinero se fue transformando paulatinamente en un mecanismo de presión económica entre las personas y los pueblos.

Fue así como apareció el mercantilismo, el capitalismo, el socialismo, etc., teorías económicas basadas en el uso del dinero, que con el tiempo dieron origen a sistemas cada vez mas opresores, injustos y perversos, que han logrado aumentar la desigualdad entre los seres humanos, generar la corrupción y con ella la pobreza, el hambre, la delincuencia, el incremento de las guerras, el aumento de la contaminación, la destrucción exagerada de los recursos naturales, los accidentes y hasta estamos arriesgando nuestra propia supervivencia.

Pero en la actualidad, con todo lo que ha evolucionado la ciencia y la tecnología, el trabajo material realizado por el ser humano ya no es necesario y el uso del dinero carece de sentido, pues solo sirve como mecanismo de explotación para favorecer a una élite planetaria.

Tal parece que la clase trabajadora como tal está a punto de desaparecer, pues las nuevas tecnologías, la robótica, la Inteligencia artificial, etc. van a terminar con ella.

De igual manera, el Estado Nación, en la condición de representante soberano de un pueblo en particular, se tornó obsoleto y debe ser sustituido por un poder político transnacional, sin élites, globalmente activo, donde los recursos naturales pertenezcan por igual a toda la población. Que sea absolutamente respetuoso del medioambiente y de los derechos humanos de todos los habitantes del planeta, sin excepción.

Las últimas crisis económicasy financieras están demostrando que el modelo económico basado en el dinero y la idea de que los recursos naturales son ilimitados (capitalismo, socialismo, comunismo, etc.), está agotado y es obsoleto. El próximo sistema económico debería basarse en todo lo contrario, es decir, la optimización, la durabilidad y el reciclaje.

El dinero ya no funciona, ya no es necesario, ya no satisface nuestra realidad actual. Solo sirve a los intereses de una pequeña elite planetaria que está poniendo en peligro nuestra propia supervivencia.

No se trata solo del dólar, el euro, el yuan, el bitcoin, el dinero digital, etc.

También es el capitalismo, el socialismo, el comunismo, etc.

¡Ese es el Nuevo Orden Mundial que todos deberíamos defender!

¡Abolir el uso del dinero y del Sistema Monetario!

¡Es hora de cambiar!

Desde hace algunos años se ha estado promoviendo el denominado PROYECTO VENUS que propone la sustitución de la Economía Basada en el Sistema Monetario (EBSM), o Ebasismo, la cual ha existido a lo largo de la historia de la humanidad, por una Economía Basada en Recursos (EBR), o Ebarecismo, algo enteramente diferente, pues considera que es más importante satisfacer las necesidades humanas de todos los habitantes del planeta, que obtener exageradas ganancias económicas para beneficiar a unos pocos.



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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