Escribía a mediados del siglo XIX, el jurisconsulto y político de origen dominicano, don Pedro Núñez de Cáceres en sus Memorias, lo siguiente: "Los ingleses que vienen a estos países son una langosta devastadora que no hacen más que saquearnos y menospreciarnos. La Inglaterra es una nación que abunda en piratas que no conocen buena fe ni probidad, ni profesan otro principio que enriquecerse a costa del universo; sólo respetan a las naciones poderosas que les imponen temor".

Añade don Pedro Núñez de Cáceres: "El tipo de estos ingleses detestables es el cónsul Birghan y un Mr. Ward que tuvimos entre 1850 y 1860 en Venezuela, el más brutal y desalmado, el más insolente y usurario. Estos ingleses componen una clase de seres separados por su carácter del resto de los humanos. En este sentido el pensamiento de Virgilio es exacto: "Et penitus todo divisos orbe Britannos".

Y con algo que tiene que ver con la actual pandemia que estamos sufriendo, completa don Pedro Núñez de Cáceres su nota con un párrafo del TIMES del 24 de agosto de 1855: "El plan del almirante Lord Dondonald en la guerra inglesa de Crimea, consiste en crear una pestilencia, cerca de la cual ningún ser humano pueda conservar la vida. El Lord asegura haber descubierto una preparación química capaz de ser proyectada a una gran distancia, y que al estallar difunde un hedor tan insufrible que produce irremediablemente la peste y la muerte".

Los conquistadores fueron niños de pecho comparados con las salvajadas y atrocidades que contra los indios norteamericanos cometieron los ingleses. Fueron los ingleses quienes, así como hoy sus hijos gringos lo hacen con la droga colombiana, ellos traficaron con el opio, y obligaron a los chinos a consumirlo y degenerarlos.

Otra vez Inglaterra muestra su peor faz; envía piratas al Caribe, se roba el oro venezolano que estaba en bancos ingleses, apoya al títere imbécil de Juan Guaidó que montó Estados Unidos para robarse CITGO, para combinadamente expoliar a Venezuela. Coloca a una gringa Vanessa Neumann como representante de Venezuela ante Reino Unido. Se une a Holanda, Francia y Estados Unidos para reeditar el gran bloqueo que durante todo el siglo XIX y XX han estado haciendo contra Venezuela, y en este momento para tratar de detener cinco barcos petroleros iraníes que vienen a traer gasolina a Venezuela.

Históricamente Inglaterra ha sido llamada LA PÉRFIDA ALBIÓN. No hay lugar de la tierra donde no se hayan metido los ingleses, para provocar genocidios y crímenes de todo tipo: los más grandes piratas de la tierra, esclavistas, traficantes de opio, expoliadores del planeta, extorsionistas, pavorosos ladrones, saqueadores de África, La India, Asia, El cercano y medio Oriente. Aquí en América Latina metieron sus garras y nos arrebataron la Guayana Esequiba con mil triquiñuelas, y a Argentina le quitaron Las Malvinas. Llama la atención ahora que el famoso TIAR se esté utilizando para enclavar en el continente las viejas garras de los colonialistas con el pomposo nombre de que somos la letrina de los gringos…

A donde fueron, y dejaron su simiente los pérfidos y malditos ingleses, en Estados Unidos o Australia, en África o Asia, plantaron monstruos de su misma especie, que han asolado con igual o mayor virulencia a la tierra. Aquellos países en donde pervivió la raza criolla luchando contra la plaga británica, como Sudáfrica, Guyana, Trinidad, Jamaica, contra la maldición de esa sangre que los engendró a sangre y fuego, hay un conflicto moral que causa dolor y grandes miserias. Es increíble cómo se está repitiendo otra vez la guerra de la Santa Alianza, con la careta gringa, en América Latina…