Es mentira: nunca fue guillotinado ningún rey ni nunca hubo una revolución que tomara en cuenta a los pobres, a los muertos de hambre de la tierra. Sigue intacto en el mundo el sistema monárquico: el amor, el derecho, la voluntad y lo ilegal continúan siendo monárquicos. Los ricos aún no se han asustado. ¡MENTIRA! ¡Ni han perdido jamás sus bienes ni favores! ¡Pero tampoco nosotros, los muertos de hambres de siempre, hemos perecido del todo; seguimos en pie avanzando sin saber a dónde, como inexistentes, tan zánganos como fantasmales, tan alienígenas como despreciables! Nunca hemos vencido, también es cierto, y viviremos penando de puerta en puerta, de plaza en plaza, por los caminos, por los siglos de los siglos. Nunca hemos descansado ni descansaremos, ni aún en nuestras tumbas, ni aún con nuestros huesos pulverizados en las estrellas. Nunca podremos tener asegurado un bocado, un aliento de paz, un techo, sólo la tumba, en la que nacimos y viviremos eternamente.

¡Y para completar, así y todo: muertos de hambre, alienígenas y zánganos, ¡oh Dios!, cómo nos aman los poderosos: EE UU y la Unión Europea!, nos endiosas con un amor de CERDOS: con las mismas factorías de los esclavos instaladas por ellos en tantos continentes, ellos que nos alimentaron con sus herrajes y cadenas para aminorarles las cargas a nuestros aborígenes: creadores de los DERECHOS HUMANOS. ¡Oh, qué amor de CERDOS de esos anglosajones, de esos godos, de esas Casas de los de Austro-húngaros y de los Borbones, Señor, y que pese a habernos arrasados, a todos, todavía nos siguen amando como el primer día en que nos descubrió aquel don Cristoforos Colombo! Amándonos con aquel exquisito amor de la INQUISICIÓN, esa misma con la que quemaron a Servet y a Orlando Figuera. Con la que torturaron a Galileo y al profesor Alberto Lovera. Con el amor sublime de las hogueras y de las colonias impuestas a sangre y fuego en África, en Asia, Oriente Medio y esta América desgarrada y fundada al estilo de sus negocios con bendiciones de cruces y arcabuces. La eterna monarquía que aún no ha muerto. En ninguna parte han guillotinado aún al rey.

Ustedes estadounidenses y europeos, nos enseñaron a ser civilizados; nos enseñaron a descuartizar y a empalar, a aperrear y a quemar seres humanos. Gracias, ¡cerdos!, por ese progreso y desarrollo. Por tanta sabiduría. Por tanta educación. Nos enseñaron a decir: "…por aquí, como no, vuecencias…; patroncitos, Dios les pague…; gracias a Dios". Cuán bien nos comportamos los muertos de hambre, alienígenas y zánganos.

¡Oh Virgen Santa, cómo nos aman esos portentos de las naciones civilizadas, EE UU y la Unión Europea!: Los inventores y creadores de LOS DERECHOS HUMANOS sobre la tierra pero… para que los demás los cumplan…, jamás ellos...

¡Oh Padre nuestro que estás en las pocilgas y en los chiqueros…, cómo nos aman EE UU y la Unión Europea, a nuestras aguas y selvas, a nuestro oro, a nuestro petróleo y demás recursos mineros! Por eso sufren, ¡CERDOS!, cuando ven regados por tantos continentes a nuestros compatriotas, porque ellos pugnan por acogernos en sus regazos y mimarnos cual peluches de MIERDA, y luego… matarnos a crédito... Siempre cobran hasta el último céntimo, cada minucia de sus sentencias, gordos lagartos y loros del pantano, decimos…

¡Tanto nos aman EE UU y la Unión Europea, que quieren elegir por nosotros nuestros Poderes porque aún no estamos maduros para ser libres; porque a pesar de haber muerto tantas veces aún seguimos siendo tan tozudos, tarados, negros y feos; porque nunca habrá entre nosotros un Brad Pitt o una Angelina Joly, maldita sea…; ellos tienen que decidir quién debe ser el presidente a la Asamblea Nacional, el presidente del Consejo Nacional Electoral y todos nuestros magistrados del Tribunal Supremo de Justicia! Y por eso mismo, en Venezuela ellos no nos consideran DEMÓCRATAS, porque no fueron ellos quieren decidieron y eligieron esos PODERES para NOSOTROS. ¡Por eso nosotros somos tan fraudulentos y usurpadores, tan tiranos, dictadores! Por eso ellos exigen que vivamos repitiendo aquellas elecciones en las que no resulten ganadores sus preciosos gachupines…

Ese amor gringo y europeo, traspasa tantas fronteras, llega a tantos vecinos nuestros, a tantos lomos y bofes…: porque es un amor en definitiva carnicero con olor a caca y a coca. Ellos ansían con devoción y fervor sinceros, que nos convirtamos en un franco corredor hacia el Caribe, para que así sea mejor la manera de llegarles estas deliciosas golosinas y calmantes a sus propios jóvenes, a sus desquiciados sometidos.

EE UU y la Unión Europea ven con horror que podamos expandir por el mundo nuestras equivocaciones y errores. Que el mundo pueda llegar a creer en el absurdo sentido de igualdad que propugnamos. Que crean en nuestro valor y coraje, que crean nuestra historia, que puedan llegar a sentir el blandir de la espada de Bolívar por todos los confines de la tierra.

EE UU y la Unión Europea ven con horror que podamos dejar de creer en los poderosos medios de sus transnacionales. Que dejemos de aceptar lo que digan sus grandes magnates, al Departamento del Tesoro, a las Bolsas, a Wall Street, a lo que susurran y venden por doquier la CIA, la USAID, la OEA, … Que dejemos algún día de escuchar los consejos de sus grandes padrotes del capital como don Mario Vargas Llosa, don José María Aznar, a los Clinton, a los Obama, a los Felipe González, a los Uribe, a los pedófilos intocables de los Pastrana y los Óscar Arias…,

¡Oh, por Dios! Claro que somos unos desperdicios y unas amenazas para ellos: que somos alienígenas, una chusma maldita, unos eternos muertos de hambre y unos zánganos irrecuperables. Que somos unos cadáveres plagados de huesos insomnes, fantasmas, que pese a todos los palos y balazos, seguimos recorriendo a pie, andando por las calles y por los campos, sin que todavía logren extinguirnos del todo, ¡INCREÍBLE!, nada de lo muerto es un desperdicio, todavía…. Seguimos de pie, muertos pero de pie, y muertos somos la gran esperanza de todos los desahuciados. Que lo escuchen bien los Trump y las Mogherine, los Duque y los Piñera, los Uribe y los Almagro, los Lenin Moreno y los Marco Rubio,… aquí vamos cada vez más cerca, pestilentes bestias de befas y trompetas…