Auditórium

La asquerosa dicotomía izquierda-derecha se apoderó de Venezuela

"Dos de las cosas más difíciles en la vida es decir hola por primera vez y decir adiós por ultima".

Moira Rogers.

Creo muy difícil superar la división en Venezuela de la falsedad entre derechas e izquierdas `supuestamente’ enfrentadas, pero este monstruo que el pueblo llano no ve estar presente en el país. Pensé que ese fantasma del pasado del que hablaba Hugo Chávez antes de ser presidente había muerto en la transición, hacia la revolución del: "socialismo y libertad sin hambre" y parecía que los venezolanos nos uníamos y rectificábamos para construir un mejor país de oportunidades, pero todo fue mentira. Los peores seres del planeta, que son los politiqueros corruptos, lo que han instalado en este país son la división y el odio, con escaramuzas y enfrentamientos con: presos, muertos, torturados, exiliados, especuladores, golilleros, traficantes, bachaqueros, descomposición social etc.

Malditos los que están apostando por traer a Venezuela el sucio y sangriento conflicto del Medio Oriente, Asia, África, Centroamérica (coyotes y pandillas), y Colombia (ELN y narcotráfico).

El fundamentalismo religioso, ideológico y totalitario trajo de nuevo la división de Venezuela en dos bandos enfrentados, con una derecha, representada en una vario pinto de organizaciones, y una izquierda, capitaneada por el PSUV, pero parecía que la idea de una Venezuela, con la Constitución de 1999 estaban por encima de todo esto, y que la lucha canibalizada estaba lejos. Pero con la inhabilitación de los partidos tradicionales e históricos, aparecieron nuevos micro partidos como VP, Vente Venezuela, Los Colectivos Bolivarianos, Milicias Bolivarianas etc. pensamos que al romperse la dicotomía bipartidista en la IVR, Venezuela se haría plural y abierta a distintas tendencias y enfoques. Pero toda esa sensación escrita en la CRBV de 1999, era falsa. La llegada de la hiperinflación, la tortura, y las detenciones arbitrarias, y la colonización por árabes y chinos, no ha mejorado las cosas porque la división se ha hecho más intensa.

Hoy, después de las elecciones del 20 de mayo de 2018, nos topamos de frente con una Venezuela nuevamente dividida en dos bandos enfrentados e irreconciliables, el de las supuestas derechas, y el de las izquierdas ultrosas, dos conceptos anticuados, y falsos que los miserables politiqueros militares han resucitado, incluso con acusaciones de fraude electoral, cuando se llama a la abstención irresponsablemente, y se dejan las mesas electorales solas, para que la trampa corra sola, como ocurrió en vísperas de los últimos procesos electorales.

Hemos sido ilusos y torpes al pensar que la falsa dicotomía izquierda-derecha había quedado superada en Venezuela, y que la verdadera división en la política venezolana sería, como en otros países modernos del planeta, entre demócratas y totalitarios comunistas, o como lo plantean muchos teóricos, entre los amantes del Estado burocratizado, y los defensores de la economía libre de mercado, y la libertad individual de no hacer colas para nada.

Muchos países superaron esa vieja división hoy en retroceso, y que ya no tiene sentido en pleno siglo XXI, la vigencia de dos conceptos tan caducos y obsoletos como la derecha y la izquierda. Para algunos teóricos en el caso venezolano la distinción entre izquierda, y derecha no existe, ya que esa vieja idea de una izquierda representante del proletariado oprimido contra los intereses de una derecha defensora de grandes empresas, y de empresarios es cosa del pasado. La demolición del muro de Berlín le puso fin a ese mundo dicotómico, en el que las derechas y las izquierdas luchaban y hasta llenaban las calles de las ciudades con cadáveres.

Pero algunos teóricos, todavía, advierten de un nuevo peligro en Venezuela: "Aquí que ya no se puede seguir hablando de izquierda ni derecha, y que solo existe un país delincuencial. Sin embargo, estos términos que han desvirtuado al gobierno bolivariano un par de años se resisten a ser enterrados".

¡Y como se resisten!, donde lideres y que ‘revolucionarios’ que apoyan a delincuentes que parecen surgidos de las tumbas de las colonias móviles del Dorado, y plantean desde la ANC una cruzada contra la derecha y, secundado por un PSUV que también parece emerger de los campos donde se libró la "Batalla del Rodeo 2", no han tenido reparo alguno en dividir el país en dos bandos irreconciliables, un reto que sus adversarios han aceptado con una terrible falta de criterio y de solvencia moral.

La victoria de la ANC y de su cruzada contra la supuesta derecha parece significar la muerte de aquellos intentos que se desplegaron, antes de Maduro ser electo presidente en el 2013, para que una "tercera vía" se impusiera a ambas posiciones ideológicas, rechazando la imposición absoluta tanto de un lado como del otro, profundizando en la democracia y anteponiendo valores y meritos como el desarrollo tecnológico, la educación y los mecanismos de la competencia regulada, que son los caminos para alcanzar el ansiado progreso, el desarrollo económico, y el desarrollo social en Venezuela.

Ciertos fantasmas del pasado, como el cubano Raúl Castro, sin respeto por las nuevas ideas y sin miedo a provocar una orgía de sangre en nuestro país, apuestan, desde la política marxista-leninista, por traernos su pasado ruinoso en el que tiene sometido a su país desde hace 60 años hasta nuestra querida Venezuela, cerrando los caminos de la esperanza y abriendo de par en par las puertas del caos y el odio. Y lo peor de todo es que su apuesta por la destrucción de la patria, y la imposición del odio les está dando la victoria.

Los asesinos de Venezuela, y los que desentierran el odio son los culpables de que la democracia esté en retroceso, y de que un nuevo totalitarismo-comunismo-cubano amenazante, esté despuntando en Venezuela, rompiendo las viejas armonías y espíritus de la civilidad. Las extremas izquierdas nacen porque los opositores y disidentes han optado por la reedición del pasado. Las extremas izquierdas crecen porque los fascismos regresan también. Por culpa de los políticos más miserables de la historia de este país en pleno siglo XXI. El estalinismo comunista anda con las fauces sedientas de víctimas, inyectando miedo y pesimismo en un país que parecía orientado hacia la cooperación, la solidaridad, el pluralismo, la globalización y la conquista de nuevas metas de concordia, igualdad y progreso, dentro de la CRBV de 1999.

Venezuela el otrora rico país bendecido por la naturaleza, al igual que Cuba una vez más, lo han convertido chinos, árabes, rusos, iraníes, terroristas, narcotraficantes, bachaqueros, especuladores, hampones, pranes etc. En el escaparate de la peor calaña en la América Latina, un repugnante ejemplo del regreso de las escorias del pasado al presente, para ensombrecerlo y corromperlo, porque en ningún otro país de la América que nos rodea, hasta ahora, se ha vivido, como la Cuba de los Castro, y otros ejemplares de la insólita fauna asiática, rusa y del medio oriente, una apuesta tan macabra, insensata, estúpida y miserable por el invento de la vieja, peligrosa y sanguinaria dicotomía izquierda-derecha, causante de decenas de millones de muertos en el pasado siglo XX.

A veces "la noche me confunde". Una izquierda que no defiende a los trabajadores, y que prefirió acabar con pdvsa sin que la renta petrolera se pudiera redistribuir quedando imposibilitada la tan anhelada justicia social de hecho, sacrificándolos en el altar del hecho diferencial cambiario del dólar paralelo

Supongo que los intereses reales de quienes de verdad mandan sean los mismos y hagan lo mismo, pero el libreto de entonces antes de la revolución era mucho más claro. Supongo que se trata de eso. Para que seamos cada vez más idiotas.

La verdad es que si pudiera irme de este país me iría. Me da asco vivir en él, en que lo han convertido. Las cosas en los países no suceden de pronto. Nunca te acuestas en un cierto tipo de sociedad, y te levantas en otro. En el caso de esta falsa dicotomía izquierda-derecha, que ha ocurrido ahora, llevamos muchos años sembrando, tal vez ahora hayamos empezado a recoger la cosecha.

De todas formas esto tenía que ser así porque la IVR no tuvo ideología y los que se ocuparon de la oposición en estos 20 años, estaban vacíos de ideología, y del saber histórico y eso condujo a lo que tenía que conducir, a echarse en manos de los que tenían una ideología bajo la manga: los actuales marxistas-leninistas-estalinistas.

El resultado es que la revolución la empezaron unos, y la terminaran otros y estos otros siempre basaron su ideología en el odio. Por tanto, lo normal es que se haya llegado a esta situación de odio, y como siempre hay que odiar a alguien, se odia a los otros, y queda muy propio eso de odiar a los demás. Y dado que los muertos los ponen los pendejos, se seguirá fomentando el odio, que caerá como agua de mayo en la ignorancia, y unos se sentirán de izquierdas, y otros de derechas, sin saber lo que es eso. Pero como es el milico de ignorante del debate, no importa, lo importante es que se mantenga el odio.

El apático-lanar es aquel sector de la sociedad que acepta de forma acrítica lo que le dicen. Toda persona que procure informarse y analizar las cosas, no es apático-lanar ni puede serlo. Pero es obligación de cada uno informarse, porque sin información las decisiones suelen ser erróneas. Y con todo, siempre nos equivocamos, pero al menos que se tenga claro que nos equivocamos porque nos engañan.

Los fachos marxistas-cubano venezolanos se han hartado de gritar que los de la oposición y chavistas disidentes son de extrema derecha, pero resulta que estos injuriados conectan con el sentir de mucha gente que quiere un cambio ya. La idiotización de la sociedad se logra enfrentándola, porque malgastan las neuronas defendiéndose de un enemigo inventado, en vez de remar todos en una sola dirección.

Supongo que después de esta tragedia llegarán algún día políticos de nivel, preparados con más valor y altura con miras de cambiar el sino, quizás ocurra esto cuando Venezuela esté desmembrada, y no exista como tal, y quizás sean ellos los que la vuelvan a unir. Por que al final, cada uno da para lo que da, y la obra de reconstrucción será el reflejo del talento. Goodbye.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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