La capacidad de un pueblo

Son mas de mil años de guerra entre Estados e imperios los que cuenta la humanidad. Las confrontaciones entre ellos los inauguraron en la tecnología de guerra que no se detiene hasta hoy, probablemente dando un salto hacia el espacio en la medida que se cumplan las necesidades de superpotencias invasivas. Pero hay un detalle a no olvidar y ya en la guerra que sea desde sus propios inicios en contrapartida ha evolucionado la Guerra popular (es decir no la Guerra de dominio sino de liberacion) que por igual ha aprendido a cruzar su propias sendas

La Guerra popular como respuesta a la Guerra a la matanza genocida y siempre esclavista en sus diferentes tonos historicos, desde el esclavismo propiamente hasta las actuales guerras de invasion imperial, no es necesariamente una guerra de competencias armamentisticas. Es una guerra del significante mayoritario de la poblacion (su identidad mas querida ya sea como nación como comunidad autocomplida) que a traves de su inteligencia comunitaria irrumpe en pro de su misma emancipacion.

Lo cierto es que estamos ante un escenario de guerra que nos obliga a formar una tercera fuerza. Es muy probable que el gobierno se desmorona en su interno donde poco a poco generales y oficiales que han sido parte de la gran mafia contrabandista y narcotraficante que ha tenido prácticamente todo el poder del Estado a la final negociará no sus vidas sobre el rendimiento general de estos hampones y cobardes si no la misma nacion. Lo importante es que operaciones intervencionistas están en camino y provocarán la caída de este régimen que se ofrece sobre una mentira inaudita como continuador y heredero de la revolución popular Bolivariana.

Lo cierto es que estamos a las puertas de una decisión de trascendencia. El capital mundial ha hecho su papel desoxinando un mando politico que cometió la equivocación de ser un retrato y el agente de interés de estos grandes capitales pero a la vez un bufón de otras superpotencias como la rusa y la china confrontado desde el discurso cubano a los EEUU.

Necesitamos un pacto republicano en favor de una República autogobernante que pueda sortear la guerra que tenemos enfrente. Necesitamos una izquierda redefinida en la capacidad de un pueblo para producir aquello que kléber Ramírez llamo "alimento, ciencia y dignidad"

El asunto está cumplido. Un gobierno mientras los personajes y las visiones dependientes, entreguistas y partidocraticas de la cuarta República vuelven a la vida consumado un golpe de Estado que hace 17 años no pudieron terminar. A la hora de la caída de este mando mafioso y su descuartizamiento interno se generará una ola vengativa que tiene que ser respondida no con el mismo síntoma sino con la valentía y capacidad de un pueblo de hacer un pacto por sí mismo. Ese es el pacto de base que tenemos que lograr en estos días. Hay un mundo de capitales que esperan este desenlace, Nosotrxs en el fondo desarmados y desunidos estamos ante un reto gigantesco que es la producción de esta tercera fuerza. Aquel tercer excluido que en estos momentos tiene que asegurar y dar la posibilidad de que la contra revolución se convierta en un acto emancipativo gracias a la formación nacionalmente de asambleas y cabildos que remuevan toda la basura politica que desde hace décadas comanda nacionalmente. No queda mucho tiempo y si bien con todo el merecimiento este gobierno tiene que reventarse como han reventado este país no podemos regresar a la cuarta República incluidos sus personajes, partidos y demás intereses que se preparan con la ayuda de los EEUU a retomar el mando que hace veinte años perdieron. ¿Qué es Guaido sino una pieza clave en esta jugada?.

Un programa de emancipacion productivo y justiciero necesita de sus propios mapas institucionales comunales y laborales, obreras y comunitarias que le disputen el poder real y concreto a los nuevos amos en camino. Las redes y corredores territoriales deben estar preparados para su estructuración en los tiempos que vienen. Los ejes territoriales organizados: sur, centro occidentales, occidentales y costeros, en su capacidad organizativa y productiva deben comenzar su camino, dejando atrás la estúpida historia de enfrentamientos grupales que saturaron el poder popular empezando por acabar con esa fiesta burocrática y de corrupción que es el PSUV.

Esta es la guerra popular en este caso, dependiendo por supuesto de los escenarios posibles donde las derechas continentales pueden mercenarizar el territorio llenándolo de bandas armadas más de lo que está, siguiendo el modelo sirio del isis, la guerra popular es por su territorio y sus derechos. Serán necesarias armas? Claro que si pero el principio de la guerra popular no parte de ella sino de la capacidad de un pueblo para conquistar su justicia y su derecho a vivir produciendo lo suyo.

Se acabó este chavismo mafioso y completamente traidor a la revolución que dice representar. Su capacidad de llevar un pueblo al hambre para que pague su desfalco ha sido indescriptible. Ahora viene una nueva etapa donde si enfrentamos divisiones conformadas donde la guerra popular y su capacidad de desplazar la vieja y podrida República tiene que ser sustituida por una verdadera República autogobernante, ecológica, productiva, hecha en una ciencia del pueblo, es decir, un conocimiento libre que se interponga por completo a esta civilización moderna capitalista. No hay pueblo vencido!



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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