Fumar o no fumar, esa es la cuestión

¿De quién es el derecho: de los fumadores a fumar libremente, o de los no fumadores a no tragarse el humo de los otros? Un tema controvertido, pues el derecho de unos choca con el de los otros y se producen situaciones desagradables. El tabaco, es una sustancia nociva para la salud. Las personas adultas tenemos libertad para decidir qué hacer, teniendo toda la información; nadie nos obliga a fumar o no. Las evidencias científicas muestran que, cuando en un mismo lugar hay áreas de no fumadores y otras donde se permite el consumo de tabaco, algunas áreas de no fumadores presentan concentraciones de humo más altas que aquellas donde se puede fumar. No existe ningún sistema efectivo de ventilación ni separación física que impida el paso del humo de tabaco de la llamada «zona de fumadores» a la de «no fumadores»; de modo que las personas no fumadoras, tan sólo por el hecho de permanecer en un ambiente cercano al de los fumadores, inhalarían humo de tabaco como si estuvieran fumando cigarrillos. Las personas que no fuman y que se exponen al humo de los fumadores tienen en sus fluidos corporales cantidades significativas de nicotina, monóxido de carbono y otras evidencias de contaminación por el humo de tabaco.

La Resolución N° 030 de fecha 02/03/2011 publicada en la Gaceta oficial N° 39.627 prohíbe el fumar o mantener encendidos productos de tabaco en áreas interiores de los lugares públicos y en lugares de trabajo, cualquiera sea su uso incluyendo el trasporte. El fumar no es un derecho en cambio la salud si lo es consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el artículo 83 y esta resolución 030 está enmarcada en proteger la salud de todos por igual.

El tema no es el "derecho" de los fumadores a fumar. No se cuestiona el derecho de los fumadores a comprar y usar un producto legal como el tabaco. El tema es el derecho de los no fumadores a respirar aire limpio y puro. Los fumadores tienen el "derecho" de fumar, pero no de forzar a los no fumadores a fumar. Los fumadores tienen que saber que su derecho de fumar implica igualmente la responsabilidad de conocer los riesgos que ocasionan a los no fumadores y, consecuentemente, la responsabilidad de protegerlos contra estos riesgos.La prioridad más alta debe ser proteger los derechos de los niños, que son los más vulnerables a los impactos del humo de tabaco y no pueden protestar o protegerse. También debemos hacer hincapié en el derecho de los trabajadores a trabajar en un ambiente saludable, sin humo de tabaco.



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Luis Antonio Azócar Bates

Matemático y filósofo

 medida713@gmail.com

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