El esperado estallido social

"Necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana" Hugo Chávez. Plan de la Patria. 2012

Muchos oposicionistas, analistas del ámbito socio-político, medios de comunicación y países con gobierno enemigos de Venezuela, están ligando, como decimos en criollo, que en Venezuela ocurra un estallido social similar al ocurrido en febrero de 1989. Efectivamente, en esa fecha, problemas internos producto de inadecuadas políticas económicas generaron acaparamiento de productos de la dieta básica, escasez y desabastecimiento y a ello se le agregó el desencanto del pueblo hacia un gobierno (el de Carlos Andrés Pérez) recién electo que ofertó una nueva gran Venezuela, pero que adoptó políticas neoliberales que golpearon a toda la sociedad, sobre todo a los llamados sectores medios y los más empobrecidos de nuestra nación. Esa historia, harto conocida por quienes tienen más de 40 años, deben conocerla también los jóvenes para entender lo que acontece actualmente

Hoy, tanto los sectores que manejan el poder económico, como aliados del imperio norteamericano, han desatado un bestial ataque a la moneda para desatar una terrible inflación que ha dado como resultado altísimos precios, irracionales, sin conexión con la economía real, pero que han logrado el que no se puedan comprar muchos bienes alimenticios, o medicinas, repuestos para vehículos, insumos para las empresas y personas, en fin, han logrado golpearnos duramente en el aspecto económico y también han desequilibrado la vida social del pueblo venezolano.

No es la primera vez que se aplican a gobiernos que intentan transformaciones socio-económicas profundas este tipo de políticas que llamamos de guerra multifactorial. Lo han hecho contra la Cuba revolucionaria, contra la Nicaragua sandinista, contra Jamaica y tantas otras naciones en diversas partes del planeta. En 1970 el presidente Nixon dio orden de hacer "chirriar" a la economía chilena para derrocar al socialista Salvador Allende. Hace tres años Obama y ahora el racista y guerrerista Trump dieron orden de reventar a los venezolanos quebrando la economía, ocasionar caos social y justificar una intervención de nuestra Patria.

No han podido en el terreno político derrocar al Gobierno bolivariano por la fuerza, o con la violencia terrorista y el paramilitarismo, pero han acudido a donde tienen poder, en el terreno económico. Y orquestados con Estados Unidos, han logrado atacar las conquistas sociales de nuestro pueblo. La tensión y la inestabilidad social que se palpan en las largas colas a las afueras de los comercios para adquirir productos básicos y medicinas son el producto de un plan orquestado por los opositores más extremistas y los grandes poderes económicos capitalistas, agrupados en Fedecámaras, que buscan generar un "estallido social".

Han estado ocurriendo hechos que parecieran casuales, es la intención de sus actores y autores, pero se concatenan de tal manera que se llega a la conclusión de que están hilados, muy bien hilados, pero son presentados como espontáneos con la intención de que se desaten más hechos como esos y que el Gobierno aparezca como incapaz y como que está siendo rechazado por los sectores más pobres. Se divulgan por las redes sociales tratando de generar un efecto multiplicador de los mismos. Los potentados económicos, que controlan el 80% de las redes de distribución y comercialización, buscan introducir una "neurosis social", a través del malestar y las penurias para conseguir los alimentos y, de esa forma, provocar una baja de popularidad del gobierno nacional.

Esto no implica que desconozcamos errores, falencias y corrupción de funcionarios. Eso hay que denunciarlo y combatirlo en todos los terrenos sin embargo, se usan como excusa para justificar las aspiraciones imperiales que son apoderarse de las enormes riquezas de nuestra Patria. Eso es lo que está detrás de todo lo que acontece acá y es necesario tener conciencia de ello.

Tener éxito en el camino hacia el Socialismo obliga a desempeñarse en medio de las dificultades con firmeza y lealtad. Rendirnos no está en nuestro panorama, rendirnos es ser esclavos por muchísimos años. Es probable y está en el escenario que sigan dándose situaciones de saqueos, violencia, ataques a centros de acopio y camiones con alimentos en algunas partes del país, con la justificación que "hay hambre", pero nuestro pueblo, en medio de las dificultades sabrá sobreponerse a este tipo de atentados. Ya hemos derrotado en varias oportunidades las guarimbas terroristas disfrazadas de protestas pacíficas. Una vez más el pueblo saldrá airoso de estas en las que ya no son las "clases medias" las que se alzan contra el gobierno con el terrorismo urbano, sino grupos muy vulnerables que sucumben ante la instigación de sectores interesados en generar estos hechos de violencia, pero que extrañamente no se dirigen hacia las grandes cadenas de supermercados privados sino contra establecimientos del gobierno.

Ya lo planteaba Chávez en el Plan de la Patria: cuando exponía que para lograr el segundo gran objetivo histórico como es la construcción del Socialismo del siglo XXI se requiere "la necesaria promoción de una nueva hegemonía ética, moral y espiritual que nos permita superar los vicios, que aún no terminan de morir, del viejo modelo de sociedad capitalista. Al respecto, mención especial merece el propósito expreso de seguir avanzando en el desarrollo de un modelo de seguridad pública para la protección de la vida humana"



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Cécil Gerardo Pérez


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