Venezuela socialista

El socialismo no se desarrolla en el contorno de una isla. Hay una competición entre los dos sistemas sociales: el socialista y el capitalista. Ya de por sí, esta competencia hace acelerar el desarrollo socioeconómico. El socialismo no tiene derecho a rezagarse. Disponemos de los recursos que tenemos hoy en primer lugar, de seres que aman a su país y que están dispuestos a hacer todo lo necesario por su prosperidad, los venezolanos ha optado con plena razón y seguridad por acelerar el desarrollo de la nación.


Otro eslabón importante, dentro de la estrategia económica, lo componen las reformas económicas a fondo y la reestructuración del mecanismo económico. En esencia, se trata de compaginar las ventajas de la planificación con la ampliación de la autonomía financiera y el aumento de la responsabilidad de las agrupaciones de producción y distribucción. El objetivo es evidente: subordinar toda nuestra producción a las necesidades sociales, hacer que la dirección apunte a aumentar la eficacia y mejorar la calidad. En una palabra, hacer que la economía nacional se dinamice, como en régimen de autorregulación.


Para el pueblo, la estrategia de la aceleración comprende el desarrollo del sistema político, del sistema de la democracia socialista, en la que todo el poder reside en el pueblo, la más plena inclusión de los trabajadores en la dirección de asuntos estatales y sociales. En esencia, es la democracia amplia el clima obligatorio en que se manifiestan más plenamente las posibilidades creadoras, tanto del pueblo como el individuo.


Respecto a la organización del trabajo: implantar la autogestión financiera en los organismos económicos, garantizar que todas las empresas sean rentables y cubran sus gastos, utilizar ampliamente los incentivos económicos, emplear con acierto las palancas que gobiernan las relaciones monetario-mercantiles, propiciar la iniciativa socialista, establecer vínculos directos entre el productor y el consumidor.


En lo referente a la evaluación del trabajo, de los esfuerzos laborables realizados por cada uno, nos regimos por la conocida formula marxista: “De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según su trabajo.” En esto consiste la justicia social, cuando cada uno percibe la cantidad de bienes ganada por su trabajo.


ES axiomático que el pueblo se desarrolla y avanza cuando se incrementa la productividad del trabajo y se eleva la eficiencia de la producción. A todo ello ayudará el acelerar la circulación de los recursos. Sin hablar ya de la aplicación de tecnologías ahorradoras de energía, el radical mejoramiento de la construcción de obras básicas, etc.
—Hemos declarado la guerra al conservadurismo, al burocratismo, a la inmoralidad, a la incuria, a la disciplina, a la rutina en todo.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!

 

 

 



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Manuel Taibo


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