Venezuela el último bastión

La situación que vivimos en la República Bolivariana de Venezuela tenemos necesariamente que mirarla no desde la óptima de una polarización por el poder doméstico, como es posible que la vean algunos actores que apoyan a uno u otro polo partidista de los que encarnan la polarizada lucha que se hace presente en determinadas ciudades del país y en la cual no está inmersa la mayoría del pueblo venezolano, que parece no entender porque y hasta donde nos va a llevar este clima de violencia que en este cuarto episodio desde que el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, rompió el cascaron del bipartidismo, ha cobrado 60 vidas de inocentes, para completar más de un centenar de víctimas, contadas desde abril de 2002 a la fecha, con el golpe continuando en la calle.

Esta delicada situación ha resquebrajado a la base revolucionaria. Una buena parte de la base chavista, se encuentra desmovilizada a la espera de un mensaje que le ofrezca una señal de luz, al final de este oscuro túnel que han construido por un lado la derecha fascista, con su alianza con el uribismo en Colombia y con la oferta de la patria al imperialismo norteamericano, para confrontar al gobierno del PSUV, que pareciera que se le dificulta mucho llegar con un mensaje claro, diáfano, transparente y confiable a las mayorías, que producto del hambre y las penurias generadas por la crisis económica está siendo masificada por la mediática interna y externa que pugna por convencerla de que la única alternativa es aliarse a sus eternos verdugos, representados por AD y COPEI, que hoy diversificados se venden en diferentes presentaciones a través de la Mesa de la Unidad Democrática -MUD, otrora CD- Coordinadora Democrática, golpista.

Estas siglas cobijan a los responsables del golpe de estado de abril 2002, de la matanza de Puente Llaguno, del intento de ejecución del presidente constitucional para el momento, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, de la fugaz y sanguinaria dictadura de Pedro Carmona Estanga y, de mantener en el tiempo el golpe continuado en las calles de la república, con una inusitada violencia ejecutada por paramilitares importados, entrenados y financiados por la ultra derecha nacional e internacional.

Esta situación no la tiene clara el pueblo de a píe, que se conforma con echarle la culpa al gobierno de Nicolás Maduro y como defensa esgrimir el abominable voto castigo, que nos mantuvo durante 40 años a merced de una horda de saqueadores, que cada cinco años nos vendían a través de los comerciales de prensa, radio y televisión a un procónsul de los Estados Unidos de Norteamérica, que iría a Miraflores, como "Presidente", para obedecer y poner en práctica los mandatos de la Casa Blanca y del Complejo militar industrial y comunicacional, que mantenía su delegación en Fuerte Tiuna, para evitar que los cachorros se descarrilaran.

Desgraciadamente las voces disidentes surgidas del seno del movimiento chavista tampoco han sabido llegar a las mayorías, porque se han entrampado en su antimadurismo y cada vez que abren la boca es para darle nuevos elementos a los enemigos de la patria, no sabemos si de manera inconsciente o de manera solapada, pero lo cierto es que lejos de aclarar enrarecen más el ambiente y las bases revolucionarias se encuentran al garete sin dirección y plegándose al enemigo, como en el caso de los jóvenes, que es preocupante, cuando les escuchamos como un ritornelo, exclamar: "Este país se jodió, no aguanto más a Maduro, voy a ver si me voy a exterior a otro país, donde encuentre vida".

Esta inquietud no tiene respuesta, porque Desafortunadamente, lo que el Comandante Hugo Chávez, quiso crear como una gran muralla para contener el avance del capitalismo y elevar la conciencia del pueblo en la lucha antiimperialista, devino en una maquinaria de fabricar candidatos y vacas sagradas blindadas contra cualquier crítica por razonable que sea, alejándose de la formación critica de las masas y volvieron a florecer las figuras de los "Fundadores", viejo escudo de la IV República para pararle el trote a los jóvenes que pretendían sustituir en los partidos a la vieja guardia.

Esa falta de educación revolucionaria ha traído como consecuencia que el pueblo ve en sus enemigos históricos sus salvadores. Que el pueblo percibe los beneficios alcanzados en el campo de la salud, la educación, el deporte, la vivienda y la inclusión en general, como un "derecho divino" con el que nació cada venezolano, plasmado en la frente y no como el producto de largas luchas contra la oligarquía que hoy le hace carantoñas y que son conquistas que está obligado a defender y que solo cerrando filas organizado, contra cualquier opresor puede conservar.

Es urgente profundizar las prédicas del Comandante Chávez y los principios revolucionarios universales en la educación de nuestro pueblo y dejar de personificar la revolución bolivariana en tal o cual personaje. La revolución tiene que ser toda la patria, com o lo predicó Chávez. El más mínimo beneficio que reciba el ciudadano tiene que ir respaldado con la elevación de su conciencia, para que podamos erradicar el veneno que la oligarquía inocula en nuestros hermanos a través de la mediática en cuyo uso también nos llevan años luz.

Mientras esto no ocurra seguiremos teniendo en los urbanismos de la GMVV, poderosos focos de enemigos de la revolución, que difunden la idea que Julio Borges, es el padre que puede garantizarles la vivienda, que el gobierno les entrega como "soborno", pero que la quitará al menor viso de deslealtad. Mientras no profundicemos en el tema seguiremos teniendo en las colas para cobrar pensiones, a "viejitos" a montón añorando la IV República y maldiciendo al Comandante Chávez y su proyecto, porque ignoran que gracias al ideal de ese "tirano" que le han pintado los medios, están cobrando una pensión digna.

Estas son algunas de la grietas que ponen en peligro el proceso revolucionario, no solo en Venezuela, sino en el resto de los países que inspirados en ese faro de libertad y soberanía que surgió en nuestra patria con la revolución impulsada por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, se verían desmoralizados con la caída de la República Bolivariana de Venezuela en manos del imperio, a través del Crimen Organizado, cobijado bajo siglas de presuntos partidos políticos. Ejemplos tenemos de sobra en el vecindario. La caída de la V República, tendría un efecto dominó en el continente y eso representa un escenario perfecto para los planes imperiales, de mediante la desestabilización de gobiernos acabar con el estado nación y alimentar una zona de desestabilización propicia para la entrada en acción de los inefables "Cascos azules" y con ello apostillar aquella anacrónica y colonialista proclama del presidente Monroe "América para los americanos". Claro en el entendido que para ellos, americanos solo son los de USA.

Con esta jugada Estados Unidos de Norteamérica, volvería a fortalecer el dominio sobre su "patio trasero" y como daño colateral, obligaría a la Unión Europea a medir sus palabras, que está en rebelión, tras la grotesca irrupción del Cow Boy Trom, en la reciente cumbre, donde no solo con el discurso dijo quien manda en el mundo, sino con el empellón que dio a uno de sus pares europeos, para plantarse frente al grupo y con gesto altanero de empresario prepotente, decirles "aquí está el patrón, silencio empleados". Eso no le cayó nada bien a la señora Ángela Merkel, que está llamado a sus compatriotas de la UE a retirarle la confianza al gobierno de Washington y a tomar en sus manos el destino de la vieja Europa.

Sería bien triste que en este momento histórico en la geopolítica mundial, la revolución bolivariana vaya a correr la misma suerte de los avances en Brasil y Argentina. La situación nos llama a deponer actitudes mezquinas, a reencontrarnos con Chávez, a cerrar filas en defensa de la patria grande, para que Venezuela no sea el último bastión.



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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