Ausencias

Nos aproximamos a una ausencia enorme, basta recordar el día 5 y el humor nos va cambiando con una nostalgia que se va apoderando de todo, extrañamos al comandante Chávez como a un cercano, el padre para muchos, y el guardián de los sueños de todo su pueblo, el mismo pueblo que con valentía soporta las fuertes embestidas de una crisis económica, social y moral aferrado al ideario y lucha que en vida nos encargará Hugo Chávez.

Una ausencia puede ser la oportunidad para una profunda reflexión, las ausencias por lo general son dolorosas y en ellas no siempre hay esperanzas sino recuerdos, nuestro pueblo tiene una colección de ausencias, vivió por años con la ausencia de su propia memoria histórica, identidad y derechos sociales, y un día como si fuera un juego del destino quien desapareció todas nuestras ausencias se convirtió en una.

Las ausencias nos obligan casi siempre a evaluarnos, gracias a ellas sufren los amores y se engrandecen los silencios, quienes vivimos las ausencias añoramos el pasado sin saber si el futuro puede ser incluso mejor, en cualquier lugar hay alguien pensando en voz alta "Si estuviera vivo Chávez no estaríamos pasando necesidades", sin embargo, olvidamos que mientras nos acompaño en este plano terrenal el comandante nos dejó herramientas para la organización y el avance de la patria.

Su ausencia en principio nos unió y fortaleció como fuerza política, así como también abrió la puerta para desatar a oportunistas y traidores que en medio de las tempestades y la ausencia física del comandante Chávez le dieron la espalda al pueblo y a nuestros verdaderos héroes los y las dirigentes de las bases populares, en estas condiciones se hace cada vez más necesario activar mecanismos para avanzar en lo organizativo, productivo y formativo.

Apostemos toda nuestra energía y mejor disposición para cambiar verdaderamente el rumbo de nuestra patria, convirtamos nuestra dolorosa falta en la lanza que nos ayude a superar cualquier tempestad que se avecine, recordemos a diario que el tiempo y las circunstancias no han podido llevarse del chavismo su ideario, su alegría, ni la llama con la que todo se inició.

Que cada lágrima de dolor y arrechera nos empuje a continuar con el proyecto revolucionario a pesar de las ausencias, que el amor a nuestra patria sea cada vez más fuerte y nos sirva de puente para atravesar las tormentas y vencer para siempre cualquier falta.



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Eubel López

Artista plástico, Social Media Manager, investigadora.

 liscet@gmail.com      @Liscetx

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