Muertos de hambre

En estos días, recorriendo la ciudad, pude verle la cara al hambre. Sabía que era así, ni más ni menos. A medida que avanzaba, las sospechas que tenia respecto a ella se aclararon. Por cierto, en las aceras repletas de tarantines se ofrecían muchos productos, había mucha comida, pero pocos clientes se paraban a preguntar precios o a ver los que se mostraban en un papel mal escrito, pegado a la pared. Cerca se encontraban los negocios establecidos, ofreciendo productos brasileños o chinos, a precios inalcanzables, para los cuales no existe el regateo. Sin duda, un punto a favor del hambre. ¿De quién? Sigamos leyendo.

Parece que todo el que ingresa al bachaquerismo se acostumbra a ganar demasiado por producto y, pedir demasiado por él, podría considerarse, como en el boxeo, tener al cliente entre las cuerdas y, ni mas ni menos, eso se traduce en hambre, porque, ¡Quién iba a pensar, que cuando se desató el bachaquerismo en nuestro país, tal conducta, fraudulenta, se convertiría en una historia de convivencia, contrapuesta entre quienes tenían y no tenían! Se observa en lo referido que, la indolencia y la avaricia solo nos ha mostrado a quienes en realidad, son los verdaderos muertos de hambre. Son los hambreadores, los de arriba, los que representan a las grandes empresas del alimento, que se han inventado su estrategia de guerra económica, muy a largo plazo ya, para tratar de derrocar el actual gobierno.

Toda esta situación de guerra, ha generado las mil y una trampas para robar al prójimo. Nadie regatea precios a pagar por los productos. Más barato no se puede vender, podría decir cualquier comerciante avaro, ávido de dinero, que justifica el robo, la usura, valiéndose de una página virtual, dólar today, que parece ser la referencia para que todos los días, los precios estén cambiando de manera progresiva, hacia arriba.

Por eso es, que así como se señala que el hambriento que recoge comida de la basura, tratando de satisfacer su necesidad fisiológica, tal como lo refiere Maslow en su teoría, es culpa toda del gobierno, también hay que reparar en la necesidad que tiene el empresario del alimento y sus bachaqueros de satisfacer su avaricia a costa del hambre del pobre, el mismo que han visto hurgando en la basura. Es decir, a la hora de echar culpas a alguien, respecto al hambre, hay que estudiar todos los factores que puedan incidir en su aparición.

Finalmente, creo que los muertos de hambre en este país, están representados por todos aquellos que acaparan, esconden y sobre todo venden a elevados precios los alimentos que producen, distribuyen o bachaquean; sin embargo, los únicos hambrientos o muertos de hambre que ven muchos, solo son responsabilidad del gobierno. Se entiende. La trascendencia del político depende del talento que tenga para tratar de crecer a expensa de los errores del otro y, de los problemas eternos de la pobreza y del hambre como los aspectos más sensibles de cualquier gobierno en cualquier época. Es decir, siempre seguirá lloviendo sobre mojado cuando se trata de criticar en torno al hambre y la pobreza. Errado o no en mi exposición, es mi punto de vista.



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Jesús Rafael Barreto


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