Una Política Social para Venezuela

Con el título de La Pobreza en Venezuela, el Sociólogo Luis Pedro España y el Economista Gustavo García, de la UCAB y del IESA, respectivamente, disertaron el s 11 de febrero en la Facultad de Economía de LUZ. Acudimos con muchas expectativas a esa exposición, al igual que varias decenas de universitarios. España inició su intervención haciendo énfasis en la escalada de pobreza en Venezuela al precisar que ésta había saltado de un 23% en 1978, a 60.1% en 1998 y, con el asombro de los presentes, remarcó que el año 2002 había "brincado" a 69.1%, una medición digna de todo elogio por la precisión de cifras jamás vista en las investigaciones venezolanas, que generalmente tardan más de un año para generar resultados estadísticos en el ámbito social.

Continuó informando que los Grupos de Población Especial en Venezuela está estructurada en cuatro estadios:
a) Las de transición productiva con un 56% de logros;
b) Los incapacitados, no del todo improductivos la mitad de ellos, constituidos por 1.024.221 personas;
c) 244.688 indígenas; y
d) 1.154.013 analfabetos, de los cuales 22.5% son adultos mayores.

Agrega España que 70% de trabajadores venezolanos son improductivos, 1% trabaja en el sector público y 2% en la economía formal. En este dramático cuadro social más del 50% de los nacimientos no son registrados en el mismo año de su ocurrencia, mientras que 752.000 niños menores de 2 años están necesitados de cuido y prevención. La pobreza extrema agudizada en Venezuela en los últimos cuatro años, se debe a que el Presidente Chávez, luego de seis horas de conversación con L. P. España en marzo de 1999, no logró entender sus propuestas, las cuales comprenden una Política Socioeconómica Integral. El Mandatario, dice España, cree que distribuyendo la riqueza a los pobres superará este drama social.

Cual émulos de los mejores adelantados o "negociadores" del BM y el FMI, hijos pródigos del IESA, expusieron sin rubor una Política Social para Venezuela surgida del enjundioso estudio que hace el equipo de investigadores que coordinan, España en lo social, y García en lo económico; la misma se sustenta, por una parte, en una Política Social Estructural que debe atender cuatro objetivos fundamentales: i) Educación; ii) Salud; iii) Seguridad Social; y iv) Seguridad Ciudadana. La misma se apoya en un conjunto de Programas Sociales que deben guardar ineludiblemente Equidad y Calidad, para lo cual se requieren técnicos y profesionales altamente capacitados, soportados por una Política Social Complementaria constituida por Programas Sociales de Auxilio que deben atender, con carácter prioritario, las poblaciones especiales del estadio de transición productiva.

De esa manera, con programas de educación eficientes, con un sistema de salud que llegue a la mayoría de la población a través de acciones de autodesarrollo, y con instrumentos jerarquizados bajo una metodología que los clasifica desde los más viables y altamente prioritarios, hasta los más difíciles de concretar, se puede, en el largo plazo, superar los signos de la pobreza que tienen en la educación, la salud, la seguridad social y la seguridad ciudadana, sus talones de Aquiles.

García, por su parte, dice algo lleno de novedad: hay que privatizar las empresas eléctricas, las empresas de Guayana, y todas aquéllas que constituyen verdaderos pasivos para el Estado, y utilizar el producto de esos negocios en el logro del Balance del Sector Público, que desde hace muchos años acusa un déficit fiscal muy pronunciado.

Su crítica a la política petrolera se basa en que actualmente representa un gravoso pasivo para la nación. PDVSA no debe ser privatizada, al menos todavía. Debe ser transformada en un activo que permita el desarrollo de las otras áreas de la economía venezolana. Debe procederse a una APERTURA audaz que atraiga inversión extranjera, porque hay que aprovechar los 76 mil millones de barriles de crudo de reservas probadas para elevar la producción a 7, a 8, a 10 millones de barriles diarios y así generar empleo e ingresos para el país en el término de los próximos años.

Debe reforzarse el derecho de propiedad, y coquetear con el capital privado para que invierta en el país, para lo cual debe generarse estabilidad política, social y jurídica, eliminar los factores de riesgo, lo cual encarece la deuda y disminuye la propensión a invertir.

En fin, una propuesta que los economistas nunca habíamos conocido. Al menos por boca de estos portaestandartes del "liberalismo salvaje". Bajo esos términos, se puede lograr la "Venezuela posible". Ergo Argentina.

*Economista y Profesor cesarprietoberto@hotmail.com


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César Prieto Oberto (*)

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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