Francamente quisiera ser menos pesimista de lo que terminaré pareciendo, pero después de tanto golpe, se hace inevitable que parezca que quienes dirigen el gobierno cada día que pasa pierden el rumbo y que la mayoría es dirigida inexorablemente hacia un abismo insalvable.
No he creído nunca ese slogan de que "antes fuimos felices y no lo sabíamos". Difiero absolutamente de los que pregonan, a los cuatro vientos, que vivimos una "crisis humanitaria", sobre todo considerando que muchos de estos pregoneros, a pesar de la situación de las mayorías, mantienen su vida de privilegios.
Ahora anuncian incrementos al servicio de Internet, anuncio que por mucha explicación que tenga, y después de leer a Luiguino no me queda duda que la tiene, no deja de ser otro duro golpe a nuestros bolsillos. Pronto anunciarán incrementos en telefonía, electricidad, aseo, etc. Lo que nos faltaba pues, el incremento también de los servicios públicos.
El Ministro Pérez Abad adelantó el anuncio del incremento del salario de los trabajadores y ya los colegios privados, tomando como referencia que en los próximos meses esto inflará los precios, deciden "previsivamente" inflar desde ya las mensualidades de los colegios. Muchos dirán que les importa poco, la cuestión es que la misma lógica que aplican hoy los dueños de colegios privados la están aplicando todos los que venden cualquier mercancía o prestan cualquier servicio.
Mientras tanto el tal SUNNDE brilla por su ausencia y ocasionalmente le vemos cumplir un papel secundario en muchos casos hasta sin sentido.
Los únicos que no tenemos como protegernos de la inflación somos los trabajadores y trabajadoras, los que cada quincena apenas cobramos lo que ya debemos en muchos casos o lo que apenas cubre lo mínimo para alimentarnos.
Alguna gente habla de que debemos hacerle boicot a los especuladores, al estilo de esas sociedades primermundistas, ignorando que estamos en el tercer mundo si ya no en el cuarto o quinto para ser más rigurosos; viéndolo bien la verdad es que los que consumíamos atún enlatado, en otros tiempos, sin ponernos de acuerdo tomamos la "decisión compartida" de no comprar más este producto, lástima que no se les pudrirá en los estantes y lo más seguro es que comenzarán a exportarlo como están haciendo con las computadoras y como harán pronto con los vehículos que ensamblarán en el país dentro de poco. Así es el mundo globalizado y ahora entiendo el empeño de Pérez Abad en fortalecer el Motor Exportador, como vía para salir del foso en el que nos encontramos.
Ya comenzaremos a oír las justificaciones, típicas y propias del capitalismo, de que lo que pasa es que en Venezuela somos improductivos, ineficientes, para no decir que flojos y sinvergüenzas y que siempre vivimos de la renta petrolera por encima de nuestras posibilidades. Lo que pasa es que los que "aprovecharon" más esas posibilidades fueron los que se pegaron de la teta del Estado y en todos los gobiernos, en la cuarta y ahora en la quinta, siempre recibieron dólares y hoy tienen abultadas cuentas en "paraísos fiscales" y les importa poco que sus empresas sean poco productivas, porque el negocio ahora es producir menos para ganar más a futuro, véase el ejemplo de Lorenzo Mendoza y de su emporio "Empresas Polar".
