Un Congreso de la Patria para refrendar los desvíos (y no para rectificarlos) es el fin de la revolución

Lo primero que hay que decir es, que Chávez no le entregó un cheque en blanco a Maduro. Que puso como condición para su postulación al camino socialista y el Plan de la Patria.

Segundo, necesitamos que nos expliquen bien por qué fue cambiado el Plan original de Chávez, y por qué fue hecho ley algo que era un Plan de acción revolucionaria ¿Por qué una Ley?

Tercero ¿Por qué no se habla claro de la situación de emergencia económica, por qué no se dice cuánto es la deuda del país y con quién fue contraída? ¿Por qué estamos vendiendo nuestras reservas de oro? ¿Y por qué ahora queremos refinar oro?

Cuarto ¿Por qué existen temas Tabú en los medios del gobierno? Por ejemplo ¿Por qué no se investiga la muerte de Chávez, por qué no se discute el "impacto ambiental" que tendrán las concesiones mineras? ¿Por qué no se habla de los miles de millones de dólares que se robaron las farmacéuticas, las ensambladoras, Lorenzo Mendoza, Protcter & Gamble, Colgate, Nestlé etc.? ¿Por qué no se discute en vivo y en televisión el por qué ahora se les sigue dando dólares? ¿Qué se diga por qué los motores los liderza la misma empresa privada de siempre, los mismo capitalistas de siempre? ¿Por qué Abad le tiene que dar las gracias a Maduro por la firma de los acuerdos?

¿Cuándo se consultó a las poblaciones afectadas, a los especialistas, a los todos los sectores revolucionarios para crear un motor minero? ¿Y por qué no se dice que es para pagar la deuda externa del país con concesiones en nuestras selvas de nuestras reservas, las que son de todos los venezolanos y de sus herederos?

El presidente reclama un "renacimiento" Moral pero él mismo y su equipo, ahora mismo impone un paquete de decisiones de forma ejecutiva e inmoral, asolapada, rapidito para que no se note nada, disimulada. Nosotros estamos aquí para advertir sobre las consecuencias de actuar de esta manera tramposa, con esta palabra gobiernera vana, que niega todo lo que realmente está pasando en la calle. El gobierno y sus líderes están perdiendo el control de la situación en la calle. Y no hablamos de la oposición y sus acciones militares, hablamos de la ausencia de liderazgo en todos lados, la anarquía, el triunfo alarmante de la anarquía del que pueda más, del más tramposo, del más pícaro, del mafioso, del más influyente, del más malo, lo que ha hecho de casi toda la Venezuela urbana un aliado secreto de los enemigos políticos del chavismo y de la revolución socialista. La caída del gobierno se pronostica como algo irremediable si a los revolucionarios los pone contra la pared la anarquía. Y la emergencia de una dictadura fascista la hablan, hasta dentro de los más pendejos, como el remedio.

Convoquemos a los socialistas y chavistas. A todos los que creímos en un verdadero cambio revolucionario con el liderazgo de Chávez. Convoquemos a todos los que no queremos que Venezuela vuelva a ser un terreno de nadie y los que no queremos volver a ser presas de los más vivos, de los politiqueros demagogos, de los charlatanes, de burócratas de almas fascistas, y del miedo a hablar y a criticar. Hay que organizarse en pequeños grupos y discutir lo que pasa en la calle y lo que está haciendo el gobierno para resolver la crisis; económica, pero sobre todo la crisis moral.

Esta mañana escuché una señora arrecha, gritando casi, que cómo era posible que una mujer bachaquera le quisiera vender a una pobre mujer un kilo de arroz en ochocientos bolívares. Falta poco para que la gente comience a pelearse en la calle por la comida y nadie en el gobierno parece darse cuenta. Es como si existiera una complicidad tácita en toda la cadena de mando del gobierno en la descomposición moral del país.

Por eso es necesario el concierto del chavismo comprometido con Chávez desde el corazón y la razón para crear opinión y crítica moral revolucionaria. Hay que condenar el bachaqueo pero junto al capitalismo, y a los bachaqueros burócratas, capaces de acabar con todo lo conquistado por un plato de lentejas. Si los capitalistas son capaces de jugarse el país por maximizar sus ganancias, más rápido lo harán con la Venezuela revolucionaria y chavistas, con su amor y conciencia chavista. Más todavía, con todas las conquistas materiales y socialistas; con las Misiones, las Empresas socializadas, nacionalizadas. Si los capitalistas y sus cómplices son capaces de hipotecar nuestro futuro como pueblo, mucho más rápido acabarán con Chávez y todo lo legado por él. Sin sus aliados son capaces de vender su alma desde el alto gobierno y desde buena parte de la dirigencia del partido, con más decisión arremeterán contra la conciencia del deber social y a no pensar de manera egoísta y personalista, indiferente de lo que pase con el otro. Más rápido acabarán con el sentimiento chavista de solidaridad, más rápido lo transformarán en palabras vanas, como las del presidente. Pronto estaremos hechos todos de puras palabritas. Vencerá la indiferencia. Hay que rescatar el amor revolucionario y vencer al egoísmo y la indiferencia donde quiera que estos dos se estén enseñoreando. Claro que el problema es moral, pero es moral socialista, es político y después económico.

Es ridículo ver cómo la gente en la calle pelea por un frasco de mayonesa, en un país donde la obesidad puede llegar a ser endémica por ignorancia, donde la diabetes, la hipertensión ya lo son por ignorancia. Mientras Lorenzo Mendoza y Cisneros repletan las estanterías vacías de alimentos con botellas de refrescos, de gaseosas, o de todo los que le dé la gana de vender, en medio de esta escasez hecha a su medida, la gente solo piensa en comprar lo que les excita la publicidad, que no ha dejado de verse u oírse en la Televisión y en la Radio a pesar. Algo está mal en nuestras mentes.

Es ridículo ver la gente pelear por tener mercancía para lucrarse a costa de necesidades tan peorras, tan de mala calidad. En nuestra dirigencia política ni siquiera se les ha ocurrido aprovechar esta crisis como una oportunidad para educar a la gente respecto al consumo de porquerías, y en el ahorro, en la disciplina en el consumo, en curar la cultura del derroche. Nuestro líderes solo hablan de darle al pueblo una mejor "calidad de vida", pero llena de basura, de enfermedades, de incultura, de ignorancia en asuntos básicos de la vida, de la salud. Ignorantes como somos la mayoría en la alimentación y hábitos de vida modesta, el gobierno quiere mejorar nuestra "calidad de vida" pero al mejor estilo del "mundo desarrollado", capitalista y del norte, del consumismo capitalista del norte, al cual lo sostiene nada menos que la mitad del planeta, una parte, en naturaleza y paisaje, y la otra con explotación y muerte humanas. Eso pretende el gobierno, competir en consumo con el imperio.

El Congreso de la Patria es otra manera de refrendar este absurdo ¿Dónde están los ejemplos? No se les puede exigir a los hijos que no mientan cuando nosotros mentimos en su presencia. No podemos pedir participación cuando no dejamos opinar ni hacer críticas, si ya todo está hecho o decidido. No podemos dar ejemplos de democracia cuando condenamos y desterramos la crítica, cuando le tememos y rechazamos el debate ¿Cuál ejemplo de democracia socialista es ese? No podemos hablar de humildad desde la arrogancia, desde la soberbia. No podemos aprender nada en la vida si nos mostramos como seres concluidos, definitivamente hechos. Es patético, es triste, es ridículo, es vergonzoso. Es penoso ver tanta mezquindad y miseria en el alma, sin vergüenza.

Rebélese el Congreso de la Patria a sus líderes manipuladores y decida un rumbo verdaderamente socialista y chavista de la revolución ¡Viva Chávez! ¡No más falsificaciones!



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Héctor Baíz

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