Materias primas, SIDOR y la Escuela de Metalurgia UCV, un drama del presidente Maduro

Todos los indicadores económicos alertan sobre un difícil año 2016, que repercutirá irremediablemente en la calidad de vida de toda la sociedad venezolana. El presidente Maduro sigue haciendo llamados a iniciar una cruzada para el incremento de la producción nacional y en general, repotenciar el desarrollo industrial en el país.

Mucho dista estos deseos, de las posibilidades reales que tiene el país para iniciar una cruzada de reimpulso en la producción nacional. No creo en comisiones presidenciales. Menos aún que tengan el poder ó la capacidad de hacer milagros en el desarrollo industrial de un país. Solo una sensata y verosímil planificación de estado, seguida de una férrea conducción de esta planificación, podrán dar garantía y confianza a los actores de la economía, que finalmente impulsen ese tan deseado desarrollo de las fuerzas productivas.

Veamos lo fundamental que requieren las fuerzas productivas. Entre otras, garantía para la obtención de las materias primas nacionales e importadas, maquinarias y repuestos. En el caso de las materias primas nacionales, es impostergable la colocación al alcance de la industria de materias primas. Tales como acero, cemento, aluminio, plásticos, vidrios, hilos y telas, entre muchos otros.

La situación por las que transitan los proveedores de estas materias primas es bastante, pero bastante penoso. Hoy día, nos encontramos con indicadores de producción de SIDOR, ALCASA y VENALUM, obtenidos por algunos voceros no oficiales, los cuales indican para el caso de SIDOR una producción que no alcanza al millón de Ton en el año 2.015. Atrás quedaron las 4,5 millones de Ton al año. En pocas palabras, no habrá disponibilidad de materias primas de acero para el reto que se propone el mismo gobierno.

Viendo esto, debemos preguntarnos, por qué siendo SIDOR productor de acero y principal proveedor de esa materia prima en el país, no se viera representada una comisión de trabajadores de esta empresa, en la comisión presidencial.

Estoy seguro, que ninguno de los miembros de esa comisión presidencial, ni en su conjunto, alcanza la fuerza productiva de la voluntad de los trabajadores de SIDOR. Su reactivación, algo difícil, pero no imposible, deberá ser resuelto en su seno, con sus trabajadores y junto a otros gremios técnicos, profesionales y académicos, tan necesarios su intervención en una industria tan compleja. Y aquí, lo más importante, acompañada de un "apropiado apoyo financiero" y una férrea planificación de estado. No más paracaidismos en esta empresa. Esta práctica, han causado muchísimo daño en esta y en muchas otras empresas del estado.

Aprovecho la oportunidad para hacer de su conocimiento al nuevo ministro de educación universitaria Jorge Arreaza, de la siguiente situación. La Escuela de Metalurgia de la UCV y SIDOR, han mantenido durante más de 40 años una estrecha relación. Esta relación, de apuntalarse, puede convertirse en esa palanca para el desarrollo e independencia tecnológica, varias veces solicitada por el presidente Maduro. Pues bien, esta escuela hoy día, está pasando momentos difíciles, han ocurrido pérdidas de valiosísimos equipos de investigación y desarrollo, como consecuencia de reiterados hurtos y desvalijamientos en sus instalaciones. El llamado es al recién nombrado ministro, para que haga los contactos con sus autoridades, le tienda la mano para el reequipamiento que pueda requerir esta institución.

Debo recordar lo dicho en un viejo artículo titulado "La Revolución y la Metalurgia", y el mensaje de nuevo es para el presidente Maduro: Sin el desarrollo de los saberes de la metalurgia, no intente jamás convencer al país, que se pueda lograr y alcanzar un desarrollo e independencia tecnológica nacional.

En el caso de las materias primas importadas, la situación no es nada mejor. Aun cuando, la disponibilidad de materias primas en el exterior es casi ilimitada, un proceso de importación en el país es toda una pesadilla. Cada una de ellas, debe atravesar un laberinto de imprevistos y corruptelas. Los procesos productivos, no pueden depender ó estar sometidos a estas condiciones. Solo el estado, tiene las herramientas y responsabilidad de superarlos. Para compensar esa situación, algunas empresas privadas se ven tentadas a practicar una política de DAKANIZACIÓN ó triangulación de las importaciones para las materias primas. Para nadie es un secreto esta práctica, quizás para el gobierno lo sigue siendo.

Todas estas consideraciones deberán ser tomadas en consideración, de lo contrario, no será posible una recuperación de la producción nacional y por supuesto la capacidad de exportación de bienes y servicios.

En conclusión, la reactivación del aparato productivo nacional, solamente dependerá de nuestros recientes nombrados ministros. Requerirán de más capacidad de inclusión que exclusión. Todo el apoyo político, para desarticular todas esas camisas de fuerza, impuestas a los agentes económicos y a los pequeños y medianos sectores productivos nacionales. Los grandes, es otro asunto y están muy bien representados en la recientemente juramentada comisión presidencial.








 



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Rafael Montes


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