(o de cómo el fascismo acumula puntos en la coyuntura electoral)

Un cuento, lamentablemente real

Hace unos siete años, el pueblo venezolano decidió darse una nueva República, mediante la instalación de una Asamblea Constituyente y aprobando luego, por vías democráticas y de manera mayoritaria, una nueva Constitución –La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela-. Después ratificó a sus autoridades, comenzando por el presidente de la República hasta el último o primer cargo de elección popular. Hombres y mujeres, henchidos de entusiasmo se atrevían a soñar con un modelo de país de nuevo tipo, revolucionario y socialista, siempre desde el consenso, la reivindicación de los más desposeídos y participación de todo el pueblo, de la sociedad toda apostando por la superación de las taras que el bipartidismo, los pequeños grupos oligárquicos y la ingerencia yanqui habían implantado en el país. En eso se estaba, cuando sin pensarlo dos veces aparecieron bandas de “fas-cinerosos” empujando saboteos, asesinatos, calumnias, golpe de Estado y hasta un paro criminal petrolero cuyas consecuencias todavía el país lleva a cuestas. Fueron tiempos de terroríficas cadenas radiales y televisivas de las empresas privadas de comunicación dando partes de guerras, celebrando el cierre de una empresa, el atascamiento de un barco lleno de petróleo en el lago de Maracaibo o la agresión a un indefenso chofer del transporte público. Fue aquel tiempo en que a los ideólogos y creativos de la oposición se les ocurrió una versión de Sodoma y Gomorra en pleno centro del este de Caracas y con un tropel de enloquecidos, iniciaron la contaminación de Plaza Altamira con caña, vulgaridades, apuestas, drogas y muertes, que luego potenciaron y trasladaron a las urbanizaciones y centros comerciales, bajo la denominación de Guarimbas; método de lucha caracterizado por la presencia de bandas de zagaletones, que en la oscuridad de la noche se afanaban tumbando cercas, haciendo fogatas, espichando cauchos, quemando árboles, golpeando viejos, matando gatos y pisando juanetes, los propios atolondrados: los verdaderos fascistas pues.

Fue en el marco de esos desafueros que importaron una camada de paramilitares y como si todo eso no fuera suficiente, la cargaron contra el fiscal Danilo Anderson, asesinándolo de manera brutal, asquerosa, imperdonable: Lo volaron con una carga explosiva y luego lo continuaron asesinando cada cierto tiempo con andanadas de injurias y mentiras. Sin embargo, algo nos quedo de positivo: No pudieron arrancar a Danilo y su perseverancia de nuestra memoria; no pudieron rasgarle su humilde pero poderoso morral de dignidad. Después de esas peripecias, los actores del cuento resultaron ser sujetos sin rostro, identidad o responsabilidad alguna, nunca hicieron nada de lo anteriormente narrado, es más, según ellos toda la responsabilidad de lo acontecido tiene que ver con el populismo del discurso presidencial.

Luego continuó la borrachera; ese tranvía de desacierto de los recalcitrantes sectores de la oposición venezolana que no conoce límites: Perdieron el referéndum y gritaron fraude; fueron a las elecciones de diputados, exigieron condiciones, les dieron casi todos sus pedimentos y, después de tanta alharaca, retiraron sus candidatos. Bueno, como resultado de las descocadas acciones de esos rufianes, quedaron al margen de la Asamblea Nacional, de casi todos los cargos de elección popular, de toda instancia de relevancia pública y de la credibilidad del pueblo. Pero aún así, la falta de profundidad en el análisis y blandenguería reinante en este proceso, les obsequió a los bellacos la única victoria en estos siete años: al bateador estrella del antiguo CNE (Jorge Rodríguez) y a su mejor pitcher (Oscar Battaglini), propinándole por mampuesto una inesperada derrota al pueblo bolivariano.

Lamentablemente, en este país mientras los mal vivientes entretienen su existencia martirizando a las masas populares, gestionando la intervención yanqui, ofendiendo al pueblo, al Fiscal General y al Presidente, representantes de la mayoría bolivariana, continúan pensando que los asesinos de Danilo van a permitir el ejercicio del voto, más cuando saben del triunfo seguro del Presidente Chávez. Compatriotas, cualquier espejismo será nuestra ruina y la postergación del sueño NuestroAmericano, la dignidad de los pueblos no florece, ni se multiplica ante la coacción pro-imperialista y el acoso fascista. Necesario e indispensable es llenar y rellenar todos los pormenores del C.N.E., de la coyuntura electoral de los aportes, acciones y opiniones de las masas populares. Ojo, esas masas dieron la clarinada aquel 27 de febrero; fueron el referente necesario el 4 de febrero y ese pueblo fue el actor fundamental en aquellos días del abril glorioso. Que la prepotencia copular o reformista no nos confunda y menos que los acuerdos con sectores de la oligarquía y representantes del imperio no sean el boleto seguro al chavismo sin Chávez e inmediato fracaso de la revolución bolivariana.

negrohereje@hotmail.com
¡SOLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO!
C.T.R. León Trosky
PNA-M13
¡EN ALIANZA POR TODAS NUESTRA LUCHAS!


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Luis Villafaña


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