¿Dónde está la realidad?: el poder disociador de las elecciones

Se acercan las elecciones y se intensifican las promesas, las “acciones” que solo se dan en la propaganda, en la publicidad y nada más; en la televisión y en la radio. Los que apoyan a unos y otros (son dos partidos: el partido del gobierno y el partido de la oposición) escriben desde sus posiciones apasionadas. Las políticas del gobierno son defendidas desde el rechazo automático a las críticas de la oposición. Y al gobierno se lo critica desde la oposición sin ni siquiera molestarse  estos en fundamentar con datos cercanos a la realidad en sus ataques. Todo es efectismo. Mientras más cercanas las elecciones aumenta la mentira y la fantasía, los grupos en la contienda se disocian más de la realidad.

Gran Misión Hogares de la Patria

El caso del gobierno es el que importa, porque de su sindéresis, o de su cordura depende nuestro destino como pueblo chavistas. Vemos esta noticia y qué “contacto” puede tener con la realidad:

“Gladys Requena, ofreció información de los resultados de la reunión del gabinete social, la cual enfocó su agenda en el balance de las bases de misionesy el despliegue de la Gran Misión Hogares de la Patria. Aseguró que la Gran Misión Hogares de la Patria ya tiene un total de 103.000 familias verificadas de las 598.000 familias registradas en poco menos de un año.”

Nadie cuestiona (por ahora) el hecho de que esta información sea falsa. Pero, la pregunta que yo me hago es la siguiente ¿A quién le importa? ¿Estas 103.00 familias están enteradas de esto? Los electores, más apasionados, más convencidos, andan persiguiendo productos regulados por todo el país, de lado y lado. Pero la ministra Gladys Requena declara a la prensa sobre unas estadísticas que ni siquiera les dice mucho a los más entusiasmados activistas de la “victoria perfecta”.

Por un momento pensé en cuánta gente hasta ahora se habrá molestado en leer lo que define la llamada Gran Misión de Hogares de la Patria. Pensé en si esto era necesario que el pueblo chavista lo comprendiera y lo manejara. Es decir, pensé en que si esto tendría incidencia en el voto duro chavista y me molesté en hacer con el texto que define las estrategias de esta GMHP un vocabulario mínimo que debería conocer, por lo menos, cada una de estas familias involucradas:

¿Qué es un Base de Misiones?; Comités de Economía Comunal; Comités de Familia e Igualdad de Género; Comunas; Consejos Comunales; Cooperativas; Corredores de Barrio Nuevo, Barrio Tricolor; Empresas de Propiedad Social; Empresas mixtas y empresas del Estado; Escuela de padres; Gran Misión Saber y Trabajo; Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES); Misión Hogares de la Patria; Movimiento por la Paz y la Vida; Organización de madres, padres y representantes; Programas Nacionales de Formación; Red de Defensoras Comunitarias; Salas de Batalla Social; Semillero de la Patria Simón Bolívar; Servicio Comunitario, y etc….

Esta relación de “ítems” no es fácil organizarla en uno de esos llamados “Diagramas de Flujo” o “diagrama arbóreo”, créanlo. Pero mucho menos diferenciar una cosa de otra. Y menos aún saber qué significan, cómo y dónde se conectan en la acción, en la práctica social.

Pongamos un ejemplo: ¿qué diferencia puede haber entre una Empresa de propiedad social, con las Empresas públicas. Hasta dónde yo sé Alimentos Diana era una Empresa de propiedad social y una empresa pública. Es decir una empresa que debería tener como dueño a toda la sociedad y existe para para el beneficio de toda la sociedad. Sin embargo, luego de leer con cuidado, en los enunciados que definen a esta Gran Misión Hogares de la Patria, una Empresa de propiedad social no es muy distinta en la práctica a las Unidades de producción comunitarias y a las cooperativas. Es decir, están diluidas dentro de la concepción de  socialismo, socialismo masamórrico, que manejan los “planificadores” del gobierno.

Otro caso difícil de procesar es este párrafo de las mismas “Líneas Estratégicas” de la GMHP. Dice:

“Garantizar la educación formal de las mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños así como la formación con perspectiva de género y cuidado familiar  corresponsable, en el marco del desarrollo de la conciencia socialista, que defienda los principios de la convivencia, la solidaridad y el emprendimiento productivo, entre otros aspectos”. 

El subrayado es nuestro. Que defienda los principios de la convivencia la solidaridad y el emprendimiento productivo. Es decir, el “emprendimiento productivo es para estos “tecnócratas” un principio socialista. Y pensé a Bill Gate, cuando solo era un pequeño “emprendedor”; en Tomás Edison, cuando solo era un joven “emprendedor” de 20 años, o Henry Ford. Bill, ese muchacho emprendedor, nunca pensó en que alguna vez iba a formar parte del club exclusivo de los que ahora deciden el destino del planeta, como un privilegio de los capitalistas más ricos aleados con los políticos y un nobleza parasita, la cual les sirve de modelo aristocrático; el modelo del poder de Dios en la Tierra.

¿Qué pasa con estos socialistas y los “emprendedores”?. ¿Emprendedores de qué? El socialismo es un modelo de emprendimiento pero no de los individuos para ellos mismos o para un pequeña parte de la sociedad. El socialismo es la empresa liberadora de toda la sociedad del egoísmo aberrante capitalista. El individuo  “emprende” un cambio para toda la sociedad, piensa en la sociedad, si es que queremos seguir estrujando el significado de la palabrita.

Más adelante dice cosas como reforzando la educación desde una perspectiva robinsoneana. ¿Cuál es esa perspectiva? O mejor dicho ¿Quién en este paísconoce el pensamiento de Simón Rodríguez de “manera aplicada”, y valga la redundancia? Creo que no es necesario poner ejemplos en esta clara “disociación”, puesto que los discursos de nuestros dirigentes “chavistas”, desde ministros hasta la presidencia, son muy elocuentes en eso de decir una cosa y hacer otra.

Más abajo, hablando del sistema productivo socialista nos hablan de incorporar a las mujeres y los hombres a las Empresas de propiedad social, Empresas mixtas y Empresas del Estado. En este sistema productivo socialista hacen una distinción, ya lo dije antes, entre las Empresas de propiedad social y las Empresas del Estado, cuando deberían ser las empresas del Estados empresas de propiedad social. Por una parte. Y por otra, ¿Qué tiene que ver el socialismo con las empresas mixtas? O mejor dicho ¿Quién gobierna en las empresas mixtas, como para que hablemos de ellas dentro de un sistema socialista?

La gran promesa electoral socialista del gobierno se podría resumir en hacer de las bases socialistas los proveedores de insumos al Gobierno, mientras en el gobierno se diluye el trabajo social en burocracia y corrupción (en el gran mercado de la corrupción). Organizar a la sociedad para la producción de bienes y servicios que necesita la burocracia y el capitalismo. Poner al Estado al servicio del capitalismo. Engañar a la población con el cuento de que esta trabaja para beneficiar para toda la sociedad cuando sus individuos trabajan para ellos mismos, a enriquecer a uno pocos “emprendedores” más avisados. Al carajo con la conciencia del deber social, al carajo con la lucha de clase, después del 6D “en Venezuela cabremos todos”, unos como patronos y otros como esclavos, pero cabemos todos.

No obstante los electores, ese domingo en la mañana temprano irán a comprar productos regulados donde quiera que estos estén. Otros a raspar cupos. Otros estarán pendientes de vender la línea blanca de Mi Casa Bien Equipada. Otros a bachaquear. El resto a comprar dólares, celulares, o la famosa línea blanca, comprar cupos, vender, comprar y vender…. Y todos juntos votar, para seguir aceitando los engranajes y completar los ciclos ya conocidos la máquina capitalista.

hecto.baiz@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2388 veces.



Héctor Baíz

http://hectorbaiz.blogspot.com/

 hecto.baiz@gmail.com

Visite el perfil de Héctor Baiz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Héctor Baiz

Héctor Baiz

Más artículos de este autor