¿Por qué tanto maltrato con Leopoldo López?

No se entiende el ensañamiento cotidiano y de meses de este régimen
inclemente que, mantiene en ascuas al caballero, Leopoldo López, que
además de político consentido por la oposición venezolana, tiene
muchas amistades de peso internacional en el orbe capitalista y, todo
gracias al desempeño publicista de su esposa Lilian Tintori que, por
dios santo, esa ejución de maltratos no se justifica de encierro
permanente, viviendo en tinieblas sofocantes sin las comodidades que
le beneficien su estadía en Ramo Verde, que no goza a placer de ningún
aparato electrónico que, le dé distracción y ociosidad que muy bien
necesita para su temple de líder de mantenerse en forma independiente
y desarrollar más su incesante inteligencia política y social que, por
eso decimos, Leopoldo, aguanta que tus desvelos de generosidad
extraordinaria serán cumplidos algún día.

Ofusca y comprime ver como a un "buen" político venezolano de excelsa
valentía, con muestra de habilidades con rastreo y verbo encendido no
visto en muchos años atrás, esté sometido como lo está, encerrado
entre cuatro paredes sin poder hacer uso de la dinastía de sus
derechos políticos-económicos-

culturales que le abaniquen el consuelo
de vivir a sus anchas y, lástima de deshidratación satirica lo
envuelve al encontrarse en la penumbra de un mal momento que lo
desacreditan en el ámbito popular mundial de no tener a su alcance los
últimos aparatos de recreación comunicativa que le esparzan sus deseos
vivenciales.

Las cárceles deben ser como paraísos de descanso y sobre todo para
políticos presos o presos políticos que, abarca una ligera distinción
que debe ser ofrecida a quien se la ha ganado y, más si son políticos
guarimberos o planificadores sin descanso del desarrollo del embrión
que cubre sus pareceres por el fortalecimiento de está bueno ya, ahora
me toca a mí y como tal, hay que tener un cuidadado de sinceridad y
complacerlo en llevar con osadía estar sometido a la persecución por
tratar de poner en práctica sus ideas bañadas de pura oposición en el
juego político de más por el país que, a veces hay un resbalar que
confunde a pocos y los vuelve soberbios de incapacidad productiva.

Pero, Leopoldo López, se ha ganado el carisma de su actuación frente y
fuera de las cámaras y, se ha preparado con una devoción empedernida
de ser él mismo, razón por la cual, el Estado venezolano debe velar
por el confort que no tiene noche y día, durmiendo mal, comiendo mal y
sin ninguna abstracción que haga posible alabar a sus carceleros que
le deprimen el alma de estar al tanto en conocimientos jarárquicos a
fines con su personalidad de abarcar el panorama informativo que, la
orfandad de sus padecimientos físicos mentales deben ser
complementados de alguna manera,para su satisfacción permanente.


Ganas de vomitar dan y con sangre, ver cómo vive, Leopoldo López, en
la cárcel de Ramo Verde, atollado de dificultades de recreación y
estadía que lo someten al escarnio público de vivir entumecido a su
ambición de poder que en nada se parece lo que él ofrece a lo que le
ofrecen en ese penal, donde se juega a diario con sus derechos humanos
que ni de poceta de paz tiene, ni goza, mucho menos de una tina con
agua fría y agua caliente en que divierta su cuerpo de templanza y la
tv no es de cable internacional y, tiene que calarse todas las tardes
"el chavo" y, cuando no "el zorro" que lo mantienen en tiniebla
existencial y, más son los mentirosos que lo colocan como un preso
rico que ni lavabo tiene, para purificar sus manos y boca y, además
notiene un santuario donde rezar sus plegarias moratorias.

Sabemos que existe la misión vivienda que además la vivienda la dan
equipada con todo los enseres necesarios para la familia que la
habitará y en cambio las cárceles adolecen de todo, por lo que,
Leopoldo López, con toda la razón del mundo vive desabrigado y fuera
de control que satisfaga sus mínimas necesidades que son pocas y, es
de pensar que mucha razón tenía el presidente Santos sobre su maltrato
cuando, le pidió en su entrevista con Maduro que, lo soltara que -ése-
era el gran pecado de su gobierno de mantenerlo preso, y si Maduro no
lo mandó para el carajo, falló.

Pobre de, Leopoldo, que vive solo e incomodado, pagando una condena
bien merecida como un rey y, su esposa viajando por el mundo como una
reina, pero esas son las contradicciones de la oposición venezolana.
Vive bien y habla mal.



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Esteban Rojas


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