Tengo un buen amigo, conocido desde la Universidad, formado en la lucha diaria por la vida decente y productiva, pertenecemos a la camada de estudiantes que estuvo en la asonada del 98 y a los hombres y mujeres que estuvimos en la retoma del poder el 13 de abril del 2002. Por supuesto que todavía andamos en la misma lucha, obteniendo victorias a partir de aparentes derrotas, porque para los revolucionarios la victoria esta de manera perenne en el andar constante hacia la utópica meta. Ese amigo en el año 2008 ocupó un cargo muy importante dentro de la estructura de gobierno del Presidente Chávez, era mi amigo Ministro de una de las carteras más importantes de la organización socio política del país, pero para sorpresa de todos, a los tres meses el hombre renuncia al cargo y toma nuevamente su morral de trabajo político y sencillamente nos explica "la fábula de la zorra y las moras", en ella nos da a entender que como Ministro debía permitir que los vagabundos continuaran haciendo de las suyas mientras él, se hacía de la vista gorda para engordar los bolsillos de los prenombrados, permitiendo que ocurriera lo que toda la vida hemos resistido. En aquel momento lo increpé a que regresara y construyera una estructura paralela como hizo el Presidente Chávez en educación y salud a lo que contestó que en esos dos casos, se trasladó la estructura no se construyó y que en su caso en particular había que estar pidiendo disculpas por hacer lo debido y que…. "como se continuaba trabajando con las armas melladas del capitalismo no podíamos construir socialismo" Ernesto "Che" Guevara.
Cuando llegamos al poder en el año 1998 se hizo para transformar no solo la forma de hacer las cosas, sino, para cambiar la estructura orgánica del estado y dar al colectivo la verdadera vida digna que merece y hacerla participar de la productividad y de la toma de decisiones que tienen que ver a fin de cuentas con su vida. Se llega al poder para dejar de usufructuar los recursos y bienes del pueblo y ponerlos al servicio de este. Es grotesco, observar como hacían los burócratas improductivos de la cuarta República, gastos suntuosos e incalculables para ellos y sus familias, uso de aviones, embarcaciones, vehículos del estado para viajes turísticos y de placer, personal público al servicio de ellos y pendientes de cualquier negocio que les deparara incremento del ya abultado botín. Pertinente en la actualidad, cuando se ataca al contrabando y a las fechorías que por años ha dañado la economía nacional, se sabe de funcionarios públicos venezolanos, si se les puede llamar venezolanos, civiles y militares, que están metidos en la trapisonda confabulados con los pillos de la frontera y EEUU. Es hora de apelar a las enseñanzas más inmediatas que tenemos, la de nuestro Comandante Chávez; quien sabiamente nos dice: "honestidad ante todo, honestidad como lema, como faro que nos guía a puerto seguro". Quiere decir que mi amigo tuvo toda la razón en aquel momento cuando prefirió abandonar el cargo antes de hacerse partícipe de la cadena de desorden público que se acostumbra en esos Ministerios e instituciones que mantienen en sus cuadros medios y altos aun, a esos personeros que solo buscan su beneficio personal, que hacen cualquier cosa para cobrar sueldo sin trabajar, que están pendientes de cualquier negocio que les depare lo que siempre buscan; dinero fácil.
Lo importante del relato radica en que en ese entonces, año 2008 se comenzaba a vislumbrar lo que se hizo llamar "falsos positivos" que ha existido en todos los tiempos pero con identificación distinta, que no es otra cosa que hacer ver la verdad como mentira, lo honesto como inmoral, al decente como ladrón, y viceversa. La renuncia temprana del susodicho generó ruido y se revisó con cierta suspicacia la situación y a través de un decreto presidencial desaparece el referido Ministerio y mi amigo es enviado como agregado diplomático a una Embajada de Asia menor, aún está por allá, de donde escribe.
