De Cuba de 1962 a Venezuela revolucionaria bolivariana del 2015

Por qué consideramos ese espacio histórico que nos lleva a caminar de aquel año cuando en Punta del Este, Uruguay, la Organización de Estados Americanos, OEA, tomó la decisión de la expulsión de la República de Cuba de su seno sobre las tesis imperante de la "Guerra Fría" de carácter anti-comunista-soviético, fundamentalmente, a las realidades en curso actual referidas a la supuestas amenazas que representaría la Revolución Bolivariana y Chavista de la República Bolivariana de Venezuela en los actuales momentos por los que se están desarrollando las geopolíticas mundiales en concepto propuesto por José Vicente Rangel Vale (JVR) titulado como la "nueva política Obama" cual se conjuga, inevitablemente, con la actual reingeniería del sistema capitalista mundial post-inducida-Crisis-Wall-Street.

Es decir, por rigurosidad histórica sobre un análisis de los diferentes desarrollos del sistema capitalista de aquellos momentos de la década de los años 60 del siglo próximo pasado, época histórica fundamental para el capitalismo estadounidense cuando se asumen las necesidades objetivas de ejecutarse como "policía mundial" muy por encima de una Europa en curso de recuperación y alienación a aquel sistema de poder imperial que representaban los EEUU de América post-2da-Guerra-Mundial.

Aquella decisión de convertirse, efectivamente, como "policía mundial" por parte del imperio estadounidense requería, en objetividad del Poder Político Mundial, que actuara Washington ante las realidades que se estaban desarrollando en las sociedades de los pueblos en descolonización –Argelia-, como referencia, y posterior a las derrotas de los paradigmas occidentales capitalistas tanto en China como en la península de Corea, debía Washington-Ideología-Liberal-Industria-Militar-Estadounidense, por obligación imperial, demostrar "su real músculo militar", (ergo: "policía mundial"), confrontar cualquier tipo de descolonización no autorizada y elegir un país donde pudieran, los EEUU de América, demostrar sus capacidades como Imperio en el marco de las particularidades del "imperialismo estadounidense".

Es decir, sobre las bases en praxis de las tesis expuestas por "Mister X" en su texto-análisis-propuestas al Departamento de Estado en confrontación directa con la URSS cuando se expresaba un profundo desgaste ideológico y socio-económico a lo interno de la sociedad de los EEUU de América frente al idílico programa del "american way of life" y por las consecuencias sico-objetivas de las dos guerras donde había intervenido su sociedad (beatniks), tenía Washington que demostrar ese referido "músculo militar"; por ello y en objetiva consecuencia ideológico-capitalista nada mejor que demostrarlo no solo en su capacidad de confrontación militar como también, como lo hemos expresado más arriba, ideológica en contra de los "comunistas vietnamitas" al tiempo que demostrarle a la Europa Occidental, sus socios rescatados, que ellos, los estadounidenses, triunfarían en aquel mismo escenario donde las tropas y el orgullo de Francia habían sufrido su mayor derrota político-militar post-tiempos-de-la-invasión-de-las-tropas-de-Adolf-Hitler durante la 2da. Guerra Mundial y la derrota de Dien Bien Phu.

En ese marco de referencias, curiosamente, un Presidente estadounidense "no-protestante-estadounidense", el demócrata John F. Kennedy, católico-irlandés, tomó la decisión de confrontarse imponiendo un "golpe de estado" contra un general vietnamita católico e invadir militarmente aquel escenario de desarrollo de guerra en el Sudeste Asiático, concretamente, en la península Indochina, es decir, en Vietnam, Cambodia y Laos según fuera desarrollándose la "Guerra de Vietnam".

Pero en aquellos tiempos históricos se sucederían momentos históricos de profunda curiosidad política cuando, en el marco de un proceso de guerrillas, salta a la palestra continental un líder cubano, Fidel Castro Ruz, como conquistador del Poder cubano junto a un grupo de camaradas de connotación mundial como serían calificados a posteriori. Aquellos y Fidel y Raúl se adscribirían a la tesis marxista sin pertenecer, curiosamente, a partido comunista alguno, nacional-cubano y/o continental-americano, según las documentaciones orientadoras en archivo en referencia a diferencia, al tiempo y curiosamente, de don Rómulo Betancourt quien no solo era comunista sino fundador de algún partido comunista y, en algún momento, visitante en la isla de Cuba. Diría Raúl Roa, Canciller cubano, que "…[Rómulo] Betancourt sostiene una plataforma de nacionalismo revolucionario, de carácter antiimperialista, expresión democrática y amplia base obrera y campesina…".

Es cuasi demostrable que don Rómulo Betancourt haría fuertes críticas y se opondría a las líneas originadas por la Tercera Internacional, "…y las órdenes autócratas del Buró del Caribe…"; es decir, su anti-estalinismo, y, en consecuencia, anti-soviétismo, es decir, léase: anti-comunismo, y, por ende, anti-socialismo-real, tomaría la decisión, evidentemente, criticable de asumirse como paladín referente del anti-sovietismo-estalinista en América Latina y, obviamente, en El Caribe y, en particular, Venezuela.

En ese marco ideológico y en aceptando que se le consideraba a don Rómulo Betancourt como un político nacionalista según familiares de quien se expresa, quienes eran muy cercanos al de Guatire, cualquier demostración de intervención cual considerara como extranjera la confrontaba con "pistola en el cinto"; de nuevo y extrañamente, el nacionalismo de don Rómulo Betancourt tenía un obligante llegadero: Nueva York. Suponemos que don Rómulo Betancourt ante el reconocimiento y respeto a "mi querida comunista", como se refería don Rómulo a nuestro familiar, en contraste, era inclemente ante aquellos que trataran de confrontar su programa de Gobierno cual manejaba con aquella "sapiensa, astucia, pragmatismo, conspirador incluso dentro de su propio partido, Acción Democrática, y manipulador de gentes y anti-militarista".

Quizás, permítasenos esta disgregación, es muy probable que Fidel Castro Ruz, aún en considerando el escenario de Bogotá, no lograría sopesar a su enemigo de cuna además del político venezolano social-cristiano, José "Pepe" Rodríguez Iturbe, con lo cual, sobre la base de estudios de aquellos años tan alterados, las asimetrías en decisiones nos obligan al estudio y la obligante reflexión histórico-política en buscando la denominada como "objetividad histórica". Esta asimetría en decisiones tan personales como ideológicas, quizás, fueron las que llevaron a aquella curiosa y radical decisión de la expulsión de Cuba del seno de la OEA, con lo cual se demostró política e ideológicamente tanto el impulso de la aplicación de la "Guerra Fría" en la América al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida en el marco de la reingeniería de la "Doctrina Monroe" post-Guerra-Mundial y las realidades en comportamientos de los países latinoamericanos, centroamericanos y caribeños cuando "papá gringo" marca su pauta.

Desde aquella expulsión de Cuba de la OEA hasta los actuales tiempos históricos han pasado exactamente la bicoca de 53 años, una inmensidad en tiempo y corteza en los tiempos históricos, curiosamente. Aquella expulsión significó el desarrollo de un cerco social y económico y una seguidilla de confrontaciones (Bahía de Cochinos), sabotajes, presiones financieras, cerco a las importaciones, y políticas absurdas que han sido reconocidas, por absurdas, por el propio Presidente demócrata, Barack H. Obama. Todos y todas contentos por el propio proceso de acercamiento paulatino entre ambos países, EEUU de América y Cuba, en considerando que hay aún sobre la mesa de negociaciones una serie de hitos fundamentales para el país caribeño que significarán a futuro cómo veremos y observaremos los reales significados de esa normalización cubano-estadounidense.

Pero en la misma medida que Cuba y los EEUU de América caminan hacia esa normalización, las relaciones bilaterales de Washington y Caracas no solo están en stand-by, en desglose, sino que se van desarrollando en función de los paradigmas que se trazaron cuando los EEUU de América fueron imponiendo sus políticas en geopolítica durante la "Guerra de Vietnam". Es decir, que en el marco de la actual reingeniería de la "Doctrina Monroe" junto a los paradigmas significativos de la "nueva doctrina Obama" (JVR dixit) sobre la base de los nuevos significados de la reingeniería del sistema capitalista sobre la aplicación de un diseño de política de Estado del Departamento del Tesoro junto a su brazo ejecutor, es decir, la CIA, políticas cuales suscriben el Departamento de Estado, Secretaría de Defensa y el Pentágono, que se plasman en las tesis contenidas en el "Decreto Obama".

En ese orden de ideas, es de fácil demostración que los EEUU de América, actualmente, no controla la OEA por tanto para poder aplicar las "nuevas tesis" de la "Nueva Guerra Fría" deberá utilizar los diseños en política que se desarrollan tanto en el Departamento del Tesoro conjuntamente con lo real-significativo de los contenidos de la actual reingeniería del sistema capitalista cuales son "las privatizaciones a troche y moche"; es decir, que serán las empresas privadas estadounidenses "la avanzada" de cualquier ejecutoria que estuviere diseñada dentro de la "nueva política Obama" (JVR dixit).

Es decir, no expresándose un escenario parecido a aquel precedente en referencia más arriba y, en consecuencia, la negativa de la expansión de un proceso de guerrillas más en considerando la existencia de un diálogo por la paz en el seno de la sociedad colombiana cual como es de conocimiento público se está desarrollando en La Habana, Cuba, conjuntamente con el proceso del establecimiento formal de las relaciones diplomáticas de los EEUU de América y la República de Cuba, se debería desarrollar un escenario de un proceso de desgaste del Gobierno Bolivariano y Chavista como actualmente impera en los espacios geográficos históricos de Venezuela cual, al mismo tiempo, deberá estar acompañado por una política de desgaste y confrontación en los países que se adscriben a la "unidad de América Latina, Centroamérica y El Caribe" como lo venimos observando en Centroamérica con las denuncias de corrupción, en Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina y, en las actuales circunstancias, desarrollando confrontaciones en las fronteras históricas no solo de los tres países andinos: Chile, Perú y Bolivia, sino también el proceso de Las Malvinas y la agresividad irreflexiva en directa confrontación con la norma internacional rompiendo con paradigmas establecidos por las propias potencias capitalistas desde mediados del siglo XIX mundialmente por parte del novel gobierno de la República Cooperativa de Guyana.

Evidentemente, todo ello en sustitución de la debilidad objetiva, real y demostrable de los EEUU de América en el seno de la OEA lo cual nos lleva a caminar sobre la hipótesis de la School of Harvard de imponer las decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en sustitución de la praxis ejecutada durante la existencia de la "Liga de las Naciones" cuando los imperialismos de los actuales "socios de los EEUU de América" y los EEUU de América impondrían un escenario de represión sostenida a los "países derrotados y débiles coloniales y semi-coloniales" con lo cual, en nuestro modesto entender, se cumpliría la primera etapa de la expansión del concepto "imperialismo" a nivel mundial.

Es evidente que cuestionarse: ¿Qué hacer? es una objetiva necesidad real y concreta de la República Bolivariana de Venezuela en considerando que no se producirá ni una "Crisis de los Misiles", ni se desarrollarán escenarios de guerrillas como en aquellos pretéritos tiempos cuando esas guerrillas venezolanas se solidarizaron tanto con el proceso evolutivo en perfectibilidad de la Revolución Cubana ya en el poder como con el desarrollo revolucionario del pueblo y Gobierno de Vietnam.



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Miguel Ángel Del Pozo


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