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El socialismo es unidad hacia lo comunal

En política, la pulverización de la reflexión contemporánea sobre la misma, esta íntimamente ligada al hecho de que ella se hace accesible a una aproximación empírica no valorativa de la realidad de un hecho. Hay una metodología de teorización que busca cohesionar de una manera más o menos coherente, todos los sistemas políticos. En sus estructuras, podemos observar cómo se mueven un conjunto de variables que guardan una estrecha relación con los factores geográficos, climáticos, de producción de bienes materiales, todo conforma una estructura que determina la acción de un Consejo Comunal y su proceso acumulativo, ante los vecinos que viven ese espacio y tiempo, buscando su desarrollo en saberes, como la historia de su propio pueblo o comunidad.

En éste sentido, la democracia socialista ha sido sucesivamente comprendida, como un instrumento de libertad, justicia y un ingrediente de bienestar. El socialismo europeo tomo siglos en desarrollarse como sistema, porque desde su creación fue conformando condiciones históricas básicas para la democracia en un proceso difícil y a largo plazo, donde la Constitución de cada Estado, luego de una serie de caídas y contradicciones logró su propia historia democrática, hasta que Estados Unidos de Norteamérica movió lentamente su ideal hasta romper e influir en esos países con su ideología funesta y terrorista. Fue un largo aprendizaje de trasplantes continuos hasta lograr acabar a Libia y su presidente Gadafi.

La cultura moderna le da mucha importancia a la griega clásica, cuyo registro tiene como antecedente estructuras mentales dispares. Mao Tse Tung, aceptó la doctrina de Lenin y la robusteció. Para él, la democracia es el pueblo y los reaccionarios deben vivir contextualmente en dictadura, porque, debe existir una línea de gobierno única y no dual, como sucede en Venezuela. Convivimos entre capitalismo como sistema y socialismo como estructura política, una contradicción geopolítica que neutraliza todo tránsito hacia el desarrollo agropecuario y sociopolítico de una nación.

Este dualismo y confusión en el gobierno, ha traido consecuencias irreversibles y una situación de ingobernabilidad terrible en ese segmento democrático que arropa el otro segmento socialista. Esto, ha llevado a un autoritarismo silencioso que conlleva a una economía de importación extrema de alimentos que lleva al ciudadano hacia la compra de alimentos en una forma compulsiva por los sobreprecios e inflación.

Los temas, sobre seguridad ciudadana deben proseguir, , aplicar  una ideología de Estado que la haga prevalecer y las Fuerzas Armadas siga  tomando un poder particular para mantenerse en algunos renglones fuera de lo militar para incorporarse al área civil. Constituye una combinación exacta para proseguir el trabajo contra la corrupción en la configuración interna del partido gubernamental.

Ahora, el materialismo histórico es un término economicista. Es una fuerza materialista que el hombre fija los criterios como actúa, trayendo desdicha a la sociedad que gobierna y, de una manera unidimensional pertenece al Capitalismo Burgués. Y, aquí esta uno de los puntos fundamentales para la discrepancia con otros pensamientos sociales que también son marxistas progresistas y humanistas.

El socialismo en que vivimos es de un amplio grupo de individuos que hablan sobre un ideal utópico y realista que busca dar al pueblo un criterio de defensa para que no se sienta  maniatado y haciendo colas y dejando que el bachaqueo sea más fuerte dentro de los supermercados que fuera de él, revisemos algunas cadenas como San Diego y Madeirense.

Hay una colectivización de un rostro múltiple que contradice las experiencias organizativas del presidente Chávez Frías. Es un rostro múltiple que se abanica en un solo nombre, socialismo y, que lleva un postulado partidista del viejo adequismo o socialcristianismo. Ellos, se conocen bien.

Desde la perspectiva sociológica, existe un grupo moderado dentro del contexto social del país que busca correr en paralelo y marcar un atraso más o menos en la estructura socioeconómica del país, donde la élite gubernamental puede desempeñar dos papeles distintos y con un solo liderazgo.

Han tenido una conducta moderada por la presión internacional y, en éste sentido, busca equilibrar su autoridad bajo un lenguaje confuso, porque, desean manejar las disposiciones psicológicas de los ciudadanos y mantener un comportamiento afable con los empresarios e industriales, cuando existe una Ley de Precios Justos que jamás se ha cumplido.

Los militares, por su parte, son ampliamente burocráticos y sus acciones están centralizadas y organizadas bajo el viejo eslogan de Las Escuelas de Las Américas, aunque hay una inducción constante del mundo militar cubano y la influencia del Comandante Chávez, ocupan el campo económico para su control, aunque desconocen su vinculación con el sistema de tierras. Como institución han sustituido la cooptación de técnicos e individuos para éste sector de desarrollo del país.

Para Lenin, el imperialismo es la última etapa del capitalismo, ahora, los países nórdicos buscan en las naciones explotadas  su sobrevivencia y tener la supremacía y el control sobre todo gobierno socialista en América Latina. Pero, se debe debilitar a Venezuela y el Ecuador para implementar una lucha de clases que utilice todos los medios legales e ilegales para tener el análisis de la situación en cada momento, como las ONG la CIA a su favor y así, darle un paso atrás al presidente institucional hasta lograr el control del poder.

La teoría marxista, está siendo utilizada por organizaciones de la derecha y desea romper con el liderazgo de los grupos organizados del gobierno bolivariano y socializa con ellos, los sistemas de producción se encuentran infiltrados para controlar los presupuestos y distribución de alimentos, siendo resguardados por  las cadenas de seguridad del Estado, como sucede en el Municipio Sucre del Distrito Capital y algunas provincias del Estado Bolivariano de Venezuela.

 

 

 



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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