Caminos de la Patria

¿Existe el venezolano?

Era la pregunta que se hacía D. F. Maza Zavala en el año de 1979. Tal vez para muchos aquello suene como una pregunta necia, torpe y hasta inútil e innecesaria. Sin embargo, el que lo plantease uno de los intelectuales de mayor relevancia de entonces, sugiere, obliga a una reflexión. Conduce a su vez a repreguntarnos en torno a las causas de tal formulación. A indagar con respecto al cuerpo de ideas o reflexiones que Maza se hacía para arribar a tan importante pregunta, que aún hoy, a 36 años de su planteamiento y con 16 años de Proceso Revolucionario, puede intentarse en un breve intento de aproximación desde los tiempos actuales. Y más cuando existen seres nacidos o no en nuestro País, militantes de la oposición, que ignoran lo que es Patria.

De acuerdo a Maza, para el diagnóstico socioeconómico del país era fundamental un inventario humano. Es decir "el conocimiento directo y específico de la población nacional, de sus características físicas, mentales, sociales y culturales y de los factores de esas características." Y era precisamente ello lo que perseguía el Proyecto Venezuela, como investigación dirigida por el Dr. Hernán Méndez Castellano, con bases en una Fundación, FUNDACREDESA, de interés público.

Ahora bien, se quejaba el Dr. Maza para ese año (1979) que la ejecución del Proyecto estaba paralizada por falta de asignación presupuestaria: "Quiero unir mi voz a la de quienes han expresado su inquietud por la detención del trabajo de campo de la investigación sobre el crecimiento y el desarrollo de la población venezolana." Y acto seguido lanzaba una frase lapidaria que nos conmovió terriblemente, por ubicarnos en aquellos tiempos tenebrosos de la cuarta República: "El Proyecto Venezuela, una investigación fundamental para el conocimiento del país, está detenido por falta de recursos financieros. El costo total alcanza a Bs. 50 millones, distribuidos en tres o cuatro años; apenas el sobreprecio pagado por el buque ‘Sierra Nevada". Que fue justamente una de las operaciones para la adquisición, con exagerado sobreprecio, de un buque-frigorífico para el almacenamiento, transporte y conservación de alimentos.

Complementariamente se refería a la etapa Zulia-Falcón, "para la que hacen falta unos pocos millones, de los muchos miles de millones que se despilfarran, que se esfuman sin dejar huella o que, peor aún, sirven para disolver más la conciencia y la precaria identidad del venezolano."

Pero lo asombroso, dicho en palabras de Maza: "Venezuela es para nosotros una incógnita. La propia identidad del venezolano está en duda… El petróleo ha sido un gran disolvente de la nacionalidad, de la venezolanidad. Incluso atribuía a la marejada de ingresos petroleros, sumados a las corrientes migratorias, las causas de la remoción de los cimientos que apuntan a la venezolanidad, valga decir de su cultura, sus valores, su estructura simbólica, como concepto fundamental del ser que habita estas tierras en identificación con su entorno socio-ambiental.

Hasta aquí lo planteado por Maza Zavala en 1979, valga decir año de la cuarta República en que quedaba reafirmado el escaso interés del gobierno nacional de entonces y los subsiguientes hasta 1998, para concebir, desarrollar e instituir un concepto identitario que involucrase al habitante de estas tierras llamadas Venezuela con su ambiente social y cultural. Pleno de una serie de rasgos que lejos de desdibujarnos marcasen una estructura simbólica, de valores y prácticas que nos identificaran como tales.

Pero… ¿era realmente interés de los gobiernos de entonces institucionalizar una imagen de identidad, establecer políticas en tal sentido y promover las manifestaciones socio-culturales genuinas de nuestros pueblos? ¿Era acaso interés de Estado estimular y proteger los valores que nos identificaban e identifican? Y lo peor, ¿cuál era la relación del gobierno, del país, con USA? ¿Qué modelo socio-económico se adoptaba? ¿Qué papel jugaba el petróleo en esa relación económica Venezuela-USA para 1979? ¿Era estratégico para USA y Venezuela acaso, ante tanta entrega y desnacionalización impulsar políticas y programas de defensa de lo nuestro en todos los órdenes culturales?

Evidentemente ante políticas de entrega está su correspondiente estrategia de desnacionalización cultural. Para ello se emplean los aparatos e instrumentos correspondientes. Educación, medios, religión, tal como lo apuntó Gramsci. Para 1979 los diversos medios de difusión masivos, de desinformación, prensa, radio y TV, con honrosas excepciones, creaban los espacios desde los cuales se promovían y difundían valores dirigidos a dos procesos complementarios anti-identitarios: Por un lado procesos de aculturación para vaciar del venezolano sus valores característicos o tradicionales y sus prácticas. Había que satanizar tales valores, desprestigiarlos, así por ejemplo, eso decían de nuestra música llanera y campesina andina, es de gente "bruta, ignorante y baja." Desconcertado y anonadado ante tal avalancha de discriminación, omisión y exclusión hacia nuestros valores culturales, en su propia tierra, el venezolano de entonces recibía miríadas de estímulos procedentes de los medios. Música gringa, atorrante, hegemónica, en que la humilde música venezolana encontraba a duras penas espacio en altas horas de la madrugada.

En el segundo proceso en marcha, el de la transculturación, casi simultáneo al anterior, ante el vacío de valores propios, los medios aupaban los valores correspondientes a los imperialistas gringos. De pronto, un fenómeno que si bien fue de algún modo considerado e investigado en su tiempo, hoy debería ser retomado para comprender las luchas históricas entre nuestros pueblos soberanos contra el imperio gringo-sionista, oligarquía-proletarios, etc., para comprender los territorios de la Guerra de Cuarta Generación. La radio y la TV sólo transmitían música gringa. Las emisoras, en las décadas del 70 y 80, cambiaron sus nombres, ya no se ubicaban e identificaban con los de sus estados o pueblos, sino con sus siglas del dial. Ya el interés no era divulgar y promover las manifestaciones socio-culturales de una región, ahora lo urgente era desmarcarse de lo regional, de lo autóctono y ¡sorpresa! "universalizarse." Lo contradictorio y reductor, la tan ampulosa "universalización" no pasaba de difundir los valores gringos como si a ello se circunscribiera el mundo. "Fin de la Historia", pues. El oyente y televidente de entonces cantaba, en inglés, sin entender una papa de lo que decía. Todo era lo gringo, lo máximo. El segundo proceso, de transculturación estaba en marcha. Sustituir los valores auténticos culturales, la estructura simbólica de nuestros pueblos, por la imposición del acetato, de los videos, del cine, y por supuesto de diversas teorías que expresaban los voceros de imperio, desde Miami, California y Nueva York, para justificar tal aberración.

Si a la misma sumamos la problemática educativa, de salud, deportiva, vivienda, sanitaria, alimenticia, en que la pobreza en un estado petrolero inmensamente rico, para entonces entre el cuarto y quinto lugar como productor de petróleo en el mundo – país inmensamente rico con un pueblo extremadamente pobre - , con descomunales reservas de gas, oro, y otros minerales, además del agua, entrañaba, según datos oficiales, un 60% de pobreza general, 40% de pobreza extrema con 22% de analfabetismo. La perrarina se convirtió en un plato exquisito, así como el agua de espaguetis que sustituía la leche en el tetero de nuestros infantes, como el agua de las caraotas, conformaban la fuente de alimentación, la dieta general para nuestra infancia abandonada.

Ante tal situación, generada por las garras imperiales gringo-sionistas, así como de sus instrumentos económicos, el FMI (Fondo Monetario Internacional, al cual acudió copei recientemente para "salvar la Patria"), y el BM (Banco Mundial), frente a una renta petrolera de la que se apropiaba el imperio en gran parte y los mendrugos para los oligarcas criollos, era impensable que los gobiernos cuartarrepublicanos estuviesen interesados en conformar la identidad del venezolano, en profundizarla. Ello realmente era imposible, pues implicaba la toma de conciencia del venezolano frente a su situación. Le estaban despojando de sus riquezas, le expropiaban los medios para que tuviese una vida digna, le engañaban para evitar que adquiriera nociones propias de la concepción de venezolano. Sus espacios recreativos estaban años-luz de las nociones de identidad, soberanía y dignidad, valores que le eran escamoteados y en su lugar sus espacios recreativos eran auténticos tanques para la banalización de sus valores históricos, tradicionales, de adhesión a una tierra, a un medio socio-económico y socio-cultural propio, generado a lo largo de su evolución. En suma, la política de los sectores dominantes, y entre ellos del estado, consistía en evitar que el venezolano tuviese conciencia de tal cualidad, de sí mismo en comunidad y sociedad.

De allí que los programas de TV privados estuviesen, y estén en la actualidad conformados por contenidos estúpidos, amorfos, dedicados a la superficialidad, a lo mediocre, tales como romper el mayor número de globos con las nalgas o repetir el mayor número de veces un trabalenguas o simplemente ver películas en que se promueven las actividades de agentes del FBI, CIA, departamento de estado, policía de los Ángeles o Nueva York y marines, para introducir en las mentes del televidente ideas de que esos cuerpos son poderosos, invencibles, infalibles, cuya superioridad e inteligencia sobre otros similares en el mundo, incluido nuestro propio país, son letalmente superiores. Por tanto, el mensaje subliminal del medio gringo es atemorízate pues te podemos volver polvo, somos superiores a ustedes. Tal contexto, aunado a las terribles y catastróficas intervenciones gringas en Afganistán, Libia, Irak y otros pueblos, sirve de fundamento a la frase "le torceremos el brazo a los países que no acepten los designios de USA, hasta que nos obedezca"

De nuevo vuelve la pregunta: ¿y los valores venezolanos qué? No convenían y por tanto eran desestimados, abrumados, arrinconados por procesos de aculturación y transculturación. Valga decir, según la estrategia gringa eliminamos los valores tradicionales, autóctonos, históricos, dignos y soberanos de tu mente y te inoculamos valores que hagan identificarte con nosotros los del imperio gringo, para explotarte y expropiarte mejor. Para que percibas como víctimas a tus verdugos y como victimarios a tus hermanos de clase, a tus compatriotas. Reafirmamos, el interés del imperio es controlar y apropiarse de los recursos naturales, renovables o no, de nuestros pueblos y por ello acuden a la feroz guerra de cuarta generación, cuyos espacios son los de tu mente. Es la lucha de dos posiciones irreconciliables: o estás con el imperio o estás contra el imperio. No hay otra. Si estás con el imperio perdistes la guerra, te comportarás como anti-venezolano, no tienes patria. Si no estás con el imperio eres un venezolano digno, soberano y patriota.

Las palabras de Maza Zavala aún resuenan en nuestra mente por la necesidad que planteaban para 1979: "Necesitamos reconocernos, identificarnos, reencontrarnos como condición indispensable para reconstruir el país…" Imagínense, para reconstruir el país, lo decía en 1979. Sólo que la vida está llena de paradojas y sorpresas. La tierra de Bolívar, Rodríguez y Zamora, parió un nuevo líder, quien desde humilde cuna se elevó, conjugó los valores de hombres tan grandes como los mencionados, aparte de las mejores teorías sociales actuales, y demostró por qué este es el pueblo de Bolívar. Con su aguda inteligencia, y el pueblo, enfrentó y ganó la guerra de cuarta generación, venció cuanto plan, programa, intento de golpe, de intervención fuese creado por los gringos, por la oligarquía internacional, por sus científicos tarifados, por los organismos terroristas CIA, FBI, USAID, FMI, BM, la Unión Europea, para apoderarse de nuestro petróleo, entre otros recursos. Chávez nos dio grandes lecciones de Historia, de ética, de moral, de dignidad y de soberanía para enfrentar tales planes. HOY SOMOS VENEZOLANOS, sin duda alguna. Quienes así nos consideramos formamos un ejército de hombres y mujeres que mantenemos el puño en alto para defender nuestra Patria, nuestra soberanía, sus recursos, su gente, territorio y REVOLUCIÓN. Hoy somos millones los venezolanos y un solo grito sale de nuestras gargantas: ¡TENEMOS PATRIA! ¡YANKIS NI SE ATREVAN! Todos en apoyo al Presidente obrero Maduro y en defensa de Venezuela. ¡TENEMOS PATRIA! Y ¡QUEREMOS PAZ!… ¡SOMOS VENEZOLANOS! ¡VIVA CHÁVEZ! ¡CHÁVEZ VIVE!

*Maza Zavala, D.F. El inventario humano de Venezuela. Diario El Nacional, 27 10 79. Pág. A-4.



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Julio César Carrillo


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