¿Por qué no se toman las medidas?


En Venezuela prácticamente es suficiente escribir malos augurios y esperar que ocurran, pues el nivel de deterioro económico, la conflictividad política y la complejidad social lamentablemente hace que ello sea desde hace rato. Pero ¿Por qué ocurre eso? Veámoslo a través de un ejemplo práctico: Supongamos que usted es el director de un colegio y allí persiste un grave problema, la existencia de alumnos que generan caos y afectan el rendimiento de aquellos que sí desean estudiar de conformidad a las normas. Usted posee dos alternativas, tomar los correctivos que sean necesarios sin importar que tan duro resulten ser (castigos, sanciones, expulsiones, entre otros) o actuar de forma similar a estos alumnos tratando de sacar provecho de su jerarquía, recursos y autoridad. Sí usted eligió la primera opción está en lo correcto, pero sí usted escogió la segunda se terminó en constituir en un problema más para la vida del colegio.

Eso ocurre en Venezuela desde hace algún tiempo, veamos; Son diversas las anomalías existentes, la económica es una de ellas, ya se traspasaron los tiempos sanos de espera para con las medidas que sí antes eran urgentes hoy son de emergencia, el gobierno nacional no ha querido tomarlas por dos razones principalísimas; La primera es porque conllevaría a un fuerte impacto en el bolsillo de los venezolanos ¡aún más! pues sincerar los precios de los productos artificialmente controlados, unificar en un solo precio el dólar, aumento del precio de la gasolina, aumento y creación de nuevos impuestos, así como la rectificación del presupuesto y gasto público traería consigo a corto plazo un repunte en el alto costo de la vida para todos ¡medidas que son inevitables! cuyo retraso solo empeora la ya delicada coyuntura, trayendo consecuencias mucho peores en el futuro.

El asunto es que la popularidad del Presidente Maduro hoy día se encuentra muy disminuida, por debajo de 20 puntos, siendo este un año electoral muy difícilmente no pague la factura de estas medidas en los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional. Pero en el 2016 se avizora un referéndum revocatorio, por lo que está atado de manos, debiendo tomar estas medidas cuanto antes y así tratar de hacer frente a sus secuelas. La segunda opción trae consigo un profundo peso holístico, redireccionar la economía alejándola del rumbo que trae desde hace más de una década significa abandonar el “Plan de la Patria” al menos en tema económico, pues la Venezuela de hoy debe regirse proporcionalmente inversa a lo que reza el referido plan, a decir; debe poyarse en el sector privado productivo, debe descentralizarse y ser librada de controles innaturales, debiéndose dejar fluir naturalmente ¡ojo! de la mano de una institucionalidad observante de la ley. Sí el ejecutivo nacional no toma esas medidas y a través de su jerarquía trata de hacerle frente con subterfugios que (según todos los estudios de opinión) nadie cree seguirá siendo parte del problema, después de todo como presidente él es el responsable de lo que ocurre en el país.

@leandrotango



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Leandro Rodríguez Linárez

Politólogo / Analista político / Articulista de opinión, con más de 1.200 artículos publicados nacional e internacionalmente.

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