El gobierno dice que ahora el capitalismo no tiene rostro. Que solo aparecen responsables de las colas la misma gente que las forman, que esto dicen los gerentes que dan la cara por las empresas, "tecnócratas". Que detrás de estos personajes encorbatados se esconden los verdaderos responsables de sabotaje económico. Y hasta ahí todo. Estuvimos esperando que el presidente dijera los nombres de los que se esconden detrás de estos ejecutivos, directores, gerentes, jefes menores, pero nada. Solo dijo que a esos señores los invitará a reunirse, a dialogar, a convencerlos para que trabajen juntos con el gobierno. Y yo me pregunto ¿Qué pasa?.
Falta algo. O soy estúpido o el gobierno no se sabe explicar bien. ¿Por qué el gobierno, que conoce bien a los verdaderos jefes de este sabotaje económico descarado no los pone presos y los expropia, les confisca los galpones, los camiones, las tiendas, las fábricas, las plantaciones, los bancos y los medios de difusión? Están dando un golpe suave en su cara, se ríen en su cara, están contando las horas. ¿Acaso nadie se ha dado cuenta que, mientras no hay jabón y champú en los anaqueles de los supermercados, P&G gasta diariamente millones en publicidad? ¿Qué significa eso? Ojalá alguien me lo explicara bien, pero yo entiendo con eso que están produciendo Jabón y Champú para venderlo en alguna parte. Por supuesto que no es en los supermercados.
Y así pasa con casi todos los productos que se anuncian en radio y televisión, Vallas y etcétera. El gobierno los conoce bien, por ejemplo, Cisneros y Lorenzo Mendoza. Detrás de Farmatodo tiene necesariamente que estar alguno de los dos. ¿Será Cisnero?. No sé, pero detrás de todo lo que está pasando estarán siempre estos dos grupos con caras visibles.
Por supuesto que otros, que muchos otros, pero, presidente ¿Usted quería una metodología para desmontar el golpe económico? Bueno, aquí la tiene. Solo debe ubicar un grupo económico conocido, digamos que Alfonzo Ribas, Cisneros, investigue a Oscar García Mendoza, investigue a los chivos gordos, a cualquiera, y encontrará una conspiración, una red de cómplices, de testaferros, de bufetes, y una cadena comercial eficiente. Otro buen método. Confisque la cadena de tiendas Farmatodo con galpones y todo y estará amputando un brazo principal del mostrico del golpe. Esa red es tan buena y eficiente para los fines capitalistas como lo es para los fines socialistas, solo hay que expropiarla y administrarla y controlarla desde el Estado. El estado socialista, eso sí. Porque no vale la pena hacer las cosas a medias.
No existen capitalismo salvaje sino capitalismo. Eso de capitalismo salvaje fue un pleonasmo del difunto Juan Nuño, criticando un artículo de un renegado liberal publicado hace tiempo. Así mismo no existen capitalistas salvajes, solo capitalistas. ¡¿Qué tanta tontería en reactivar el aparato productivo con los capitalistas?! Como si no existieran formas propias del socialismo. Eso sí, son un poco o bastante más dolorosa, como es doloroso el nacimiento, el parto.
Es el momento oportuno para parir una nueva sociedad. La derecha oligarca también se está jugando con esta "crisis" una carta peligrosa porque saben que con tanta presión podemos activar una reacción mucho más radical, más definitiva, ¡Socialismo o Nada!
Conocemos a los responsables, conocemos sus nombres y podemos seguir las pistas de sus cómplices, ellos son Los Cisneros, los Machado Zuloaga, Los Mendoza, García Mendoza, los Volmer, Phells, Zing, Blom, y todos sus primos, primos hermanos, segundo, tercero, cuñados, hijos adoptivos, esposas etcétera; solo hay que ver la página de sociales de El Universal y empezar. No crean que es mucha gente, basta con conocer la distribución de las propiedades, hacer el gran árbol genealógico de los propietarios y contamos.
Si se corta el árbol y su raíz se aliviaría el camino al socialismo. No es suficiente pero sí es necesario. Es una revolución pacífica, pero primero debería ser una revolución. Igual, si no confrontamos al enemigo con decisión, con resolución el enemigo no nos perdonará nunca, para ejemplo Chile y Pinochet. Lo más indignante que nos puede pasar es que acaben con nosotros de a nada, sin haber hecho el esfuerzo, sin pelear.
¡Socialismo o Nada!
