Parafraseando al comandante Chávez: Aquí lo que hacen falta son cojones!

El respeto al derecho ajeno es la paz”

Benito Juárez

Después de varios meses vuelvo a la trinchera libertaria de Aporrea para verter mis ideas acerca de lo que acontece en nuestro gran país. En verdad mis esperanzas de un golpe de timón hacia la izquierda son muy remotas pero los milagros a veces aparecen…milagrosamente. El comandante nos pidió que votáramos por el camarada Maduro y así cumplimos con su postrimero deseo. Siempre seremos leales al pensamiento, nobles deseos y muchas acciones que emprendió el líder siempre recordado. Hoy el país está convulsionado por las infinitas colas en los comercios que expenden alimentos y demás rubros. La responsabilidad es del empresariado apátrida y ladrón y del gobierno por su ineficacia en aplicar correctivos. Mucha gente dice que aquí no hay leyes. ¡Leyes sobran lo que falta es AUTORIDAD! Falta autoridad para llevar a juicio a consuetudinarios (dizque) líderes de la oposición vendepatria que hacen claros llamados a la violencia y no pasa nada.

El gobierno les teme por los efectos colaterales que puedan derivarse, olvidando que primero es la aplicación de la ley con el ejercicio acertado de la autoridad. El criminal L.López está preso por acumulación muy densa de evidencias y no sabemos si habrá otra medida urdida tras bastidores como se hizo con el criminal Simonovis, lo cual fue una bofetada al pueblo chavista. Recuerdo el caso de Freddy Tabarquino que estuvo seis meses preso por participar en el derribamiento de la estatua del genocida Cristóbal Colón. Qué cosas. También recuerdo que hace pocos años cuando estaba el tenebroso Matacuras en Globovisión, que varios motorizados hicieron un cerco a ese canal del infierno como protesta por la indiferencia oficial a los abusos que allí se cometían. Las cámaras de esa televisora siguieron a uno de esos motorizados hasta su casa y al poco tiempo era asesinado impunemente. Ninguna autoridad acusó al canal por haber incidido a ese hecho criminal.

Falta de bolas u ovarios. Un aberrado de la política manda a “drenar arrechera” públicamente y no pasó nada. Hubo 43 muertos el pasado año por actos terroristas y gobernadores y gobierno central pedían “que no cayéramos en provocaciones” Mientras, francotiradores asesinaban a placer a chavistas y simpatizantes. Las autoridades permitían que esos grupos de delincuentes trancaran calles y quemaran lo que se les ocurría y los altos funcionarios decían que los combatirían con “amor y paz”. Asaltaron la residencia del gobernador del Táchira, dejando heridos, y el caballero pedía calma y seguía con la cantaleta de “amor y paz”. En un acto de barbarie en Maracaibo, después de las guarimbas, un grupo de bachaqueros rodearon la residencia del gobernador del Zulia (¿ese fue el que traicionó a Chávez una vez?) por cinco horas y les pidió permiso para reunirse con una comisión de esos delincuentes en el Core3 para escuchar “sus reivindicaciones”. ¡Qué bolas! El contrabando de alimentos y artículos de higiene y cuidado personal hacia la “hermana” Colombia es descarado en la frontera. Allí la corrupción es depravada, asquerosa. En los puntos de control donde hay reflectores los apagan para permitir que pasen los bandidos contrabandistas, además de otras coimas que operan en esos antros fronterizos. ¿El presidente no lo sabe? El propio presidente Maduro anunció por televisión que estaba prohibido a buhoneros vender alimentos regulados y otros rubros so pena de ser imputados en Fiscalía.

El gobernador del Zulia se niega a cumplir esa orden y el centro de Maracaibo es una peste de esos delincuentes “informales”. Claro que se deben atacar las mafias que los proveen pero a ellos hay que castigarles también. Y no hablemos de lo grosero que ocurre en los municipios cercanos a Maicao, vendiendo un kilo de arroz, por ejemplo, en 150 bs y pañales a 70 bs la unidad. Y no hay autoridad presente. Miles de colombianos se llevan bultos de mercancías que compran con sus pasaportes y eso debe ser prohibido. No se siente la presencia del rigor de la autoridad y eso es complacencia con el delito, así de simple. Las personas que carecen de una formación ideológica socialista son fácil víctimas de la angustia por tener que hacer colas y por no conseguir lo que requieren en los supermercados y de esa manera maldicen al gobierno en una crítica a priori y sin un análisis equilibrado. El gobierno no esconde productos, son los malnacidos comerciantes y empresarios que nos están aplicando la misma fórmula que le aplicaron a Salvador Allende a comienzos de los años setenta.

Pero mucha gente lo desconoce, sobre todo los más jóvenes pero el gobierno ha sido mediocre en llevar esa información al país de forma masiva. Chávez reclamaba de la falta de una estrategia comunicacional que hasta ahora ha sido inepta. Un desadaptado (músico de profesión) quemó una moto de la Guardia Nacional, se robó varios implementos militares y es condenado con la “cruel” sentencia de varios años pero presentándose cada seis meses ante un tribunal. ¡Tremenda punición! Recuerdo que el pasado año cuando las guarimbas, dos tipos estaban sentados en un cómodo sofá trancando una calle y viendo televisión. Y ni se les acercaba la autoridad. Y así podríamos pasar horas hablando del trato blandengue que el gobierno le ha dado, y sigue dando, a terroristas, incluyendo a muchos empresarios que desestabilizan al país y no hay autoridad que se aplique con todo el peso de la ley. A los bandidos empresarios se les llama a Miraflores y se les entregan millones de dólares para que importen y nos revendan con usura grosera. Se robaron del SITME unos 20.000 millones de dólares y nadie dice nada. Qué bolas. Mejor lo dejamos hasta aquí. No hay corazón que aguante tanta desvergüenza. No hay autoridad. Alguien dijo: “Si haces lo mismo todos los días no esperes algo distinto”.



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Efraín José Granadillo


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