Quiero iniciar estas reflexiones, recordando la memoria eterna del Cantor del Pueblo, Alí Primera, al cumplirse 73 años de su nacimiento, el pasado viernes 31 de octubre. Su dignidad, su valentía, su coraje y su amor a la Patria, lo llevaron a vencer todos los obstáculos que existían para la época, la represión, la discriminación, la exclusión; y logró con su canto rebelde llevar la verdad al pueblo a través de las letras de sus canciones, que siempre permanecerán vigentes mientras exista la explotación capitalista en cualquier parte de la Tierra. La Cuarta República censuró a las y los artistas populares para que la voz de los oprimidos estuviera silenciada. Pero Alí, con su empeño y su tenacidad, venció el cerco impuesto por la industria del espectáculo y logró despertar la conciencia revolucionaria de toda una generación.
Y es oportuno hablar de Alí Primera, para decir que, como en el pasado, enfrentamos hoy en el terreno mediático, uno de los ataques más brutales y feroces en contra de la Revolución Bolivariana. Se trata de una campaña sistemática para tratar de desmoralizar al pueblo chavista y a las grandes mayorías que, sin ser militantes de la Revolución, han apostado por la paz y la estabilidad del país.
La estrategia es clara, como dijimos en la columna pasada, tratan de hacerle creer a la gente que el modelo socialista fracasó. A través de los medios de comunicación privados invisibilizan todos los logros de la Revolución, magnifican los problemas que todavía enfrentamos, y que no negamos, para generar la percepción de “un futuro incierto”. Cuando sucede todo lo contrario: la inversión social que ha hecho esta Revolución en 15 años, que asciende al monto de 623.508 millones de dólares, garantiza que efectivamente, estamos construyendo el sistema de gobierno que le proporciona al pueblo la mayor suma de felicidad posible.
De allí la importancia de conservar la continuidad del proceso revolucionario, porque en el supuesto negado de que regresara la derecha, se iniciaría de inmediato la desaceleración de todos los logros sociales alcanzados hasta ahora y se implantaría de nuevo, el modelo neoliberal, que a todas luces es el que ha fracasado en el mundo, dejando hambre, guerras, enfermedad, miseria, desempleo, en todos los rincones del planeta.
Pese a todas las dificultades que enfrentamos, hemos ido pagando la enorme deuda social que heredamos de la IV República; y con la implementación de las Bases de Misiones en todo el territorio nacional, lograremos erradicar la pobreza extrema cumpliendo así otra de las metas del milenio.
La encuestadora International Consulting Services (ICS), indicó en un reciente estudio que el 53, 2% de las venezolanas y venezolanos, valora como positiva la gestión del camarada presidente Nicolás Maduro; y esta noticia, que publican hasta los medios internacionales, es silenciada por el aparato comunicacional mediático de la burguesía nacional y sus aliados imperialistas.
Hay esperanza y optimismo en la población, pese a las colas, la guerra económica, la escasez provocada de manera artificial en algunos rubros; y a que los medios privados resaltan la “crisis”, el “caos”, el “desabastecimiento”, en ese intento de descalificar el gobierno socialista.
Hay que reconocer que aún tienen mucho poder quienes nos atacan y tratan de confundir al pueblo. El Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, nos señala, en una publicación titulada La Hegemonía de las Corporaciones Mediáticas, que la empresa privada venezolana cuenta con 949 medios de comunicación, entre impresos, televisoras y radios; mientras que el sector público tiene a su cargo sólo 145. La diferencia es abismal, especialmente en la radio, donde el sector privado tiene 687 concesiones, mientras el público, 128, es decir, 559 menos; y en impresos, donde 98 diarios están en manos privadas y sólo 7 en manos del Estado.
Es tarea prioritaria entonces, frenar esta campaña perversa de desmoralización y desesperanza, en la que debemos unirnos el pueblo entero, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el Gran Polo Patriótico, la vanguardia revolucionaria, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), para combatir, como siempre lo señaló el Comandante Supremo Hugo Chávez, la mentira con la verdad.
Es un aspecto que no debemos descuidar en este momento, porque hay personas con menor grado de conciencia social, que son fácilmente manipulables; parece increíble que todavía alguna gente, que para nada es oligarca, sienta y crea, que por una cola, o por la falta de algunos productos (que en la mayoría de los casos no son esenciales puesto que el Gobierno Bolivariano garantiza la alimentación, los medicamentos, la atención social a todas y a todos), el Socialismo Bolivariano no está dando los resultados esperados, que no se están cumpliendo las expectativas del Plan de la Patria.
Estamos a la cabeza de muchos países, en el cumplimiento de las Metas del Milenio, y así lo reconoce la misma Organización de las Naciones Unidas. No debemos cansarnos de repetir cifras, de decir la verdad de lo que sucedió en este país en años anteriores y de lo que está sucediendo ahora.
Por ejemplo, en el último año del puntofijsmo, 1998, la matrícula estudiantil en el sector universitario público era de 476.066 estudiantes y en el sector privado, de 308.219. Finalizando el 2013, la matrícula se incrementó en 289% y hoy contamos con 2.620.013 alumnas y alumnos en aulas de clases universitarias, incluyendo 3.346 provenientes de pueblos indígenas y 1.232 con discapacidad.
Por ello, este año la Unesco ubicó a Venezuela como el segundo lugar en Latinoamérica y quinto en el mundo en matrícula estudiantil universitaria. La auténtica inclusión social, solo posible porque estamos en Revolución, en Socialismo Bolivariano.
Para quienes hablan de profunda crisis económica, hay que recordarles que por ejemplo, en 1989, el indicador de la deuda del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 84,8% y durante los últimos 14 años de la IV República, se mantuvo en el orden de 54,3%. Hoy, este indicador se ha mantenido en promedio desde 1999-2013, en 25, 5%, pese a todas las dificultades, saboteos e intentos de desestabilización que hemos enfrentado y seguimos enfrentando.
Pero no debemos bajar la guardia; aún son muy poderosos quienes nos adversan; debemos dejar de ser inocentes y actuar con la misma contundencia, por todos los medios, de todas las formas posibles, para divulgar los logros de la Revolución Bolivariana, elevar la moral y la conciencia de las masas; y decirle al enemigo, que no somos manipulables y que estaremos, como nos dijo el Comandante Eterno, rodilla en tierra defendiendo la Patria, en el campo de lo comunicacional y lo mediático; y en el terreno que sea necesario.
Quiero finalizar estas líneas, tal y como las inicié, recordando a Alí, su verso combatiente y necesario, que hoy también nos señala la senda a seguir:
“la inocencia no mata al pueblo
pero tampoco lo salva
lo salvará su conciencia
y en eso le apuesto el alma”.
Pongamos pues el alma en generar mayor conciencia social, mayor conciencia revolucionaria, que no se equivoquen nuestros enemigos; nosotros y nosotras decidimos ya el rumbo: Hoy tenemos Patria, la Patria Socialista que Chávez nos dejó. Nada ni nadie nos apartará de ese camino.
Alí, camarada, ¡que tu canto y tu ejemplo no se pierdan. Eres pueblo, eres Revolución, eres Chávez!! Venceremos Panita!
¡Viva Alí Primera¡¡
¡Viva Chávez¡¡
¡Viva Maduro¡¡
¡Hasta la Victoria Siempre¡¡
Barinas, 03 de Noviembre de 2014