Apuesto por el proyecto bolivariano

En las actuales circunstancias que vive el país, apostar por Maduro es apostar por Venezuela y por el proyecto bolivariano; frente a la cruenta guerra económica que estamos padeciendo debemos hacer un balance desde lo positivo. Dudar del tino del Presidente Maduro o de la buena disposición del ministro Giordani es poner en tela de juicio a nuestro Comandante Eterno y ese es un escenario totalmente negado.

El gobierno del Presidente Maduro ha ido de una decisión positiva a otra, ha sido un año difícil como aquellos aciagos días del 2002 y 2003; el “Gobierno de Calle” es la oportunidad de ver la cara de ése venezolano que cree en la revolución socialista, que sabe que juntos somos Chávez. El Plan Patria Segura es la oportunidad de llegar a la médula de la delincuencia exportada por factores ajenos a la revolución bolivariana. La misión a Toda Vida Venezuela, el Movimiento por la Paz y por la Vida, son programas que buscan romper el piso duro de la delincuencia sembrada.

El gobierno del Presidente Hugo Chávez, contó con un equipo de gobierno de figuras insignes como Willian Lara, Carlos Escarrà, El Gral. Muller Rojas, el profesor Giordani, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Héctor Navarro, Elias Jaua, Héctor Rodríguez, José Vicente Rangel, Aristóbulo Iztùriz, Iris Varela, García Carneiro, Roy Chaderton Matos, Isaías Rodríguez, Antonia Muñoz y toda una gama de personalidades del mundo de la economía, las artes, la política que hicieron de los primeros catorce años de gobierno del Comandante un crisol en medio de una tempestad.

Hoy, en medio de la diatriba debemos recordar las palabras de nuestro Comandante Supremo: “Unidad, lucha, batalla y victoria”, pero no nos engañemos, aceptar la crítica de un compañero no es una debilidad en un revolucionario, estamos aún en el momento de las tres R, tal como lo enseñó Chávez, caer en la tentación de desdeñar la crítica o de acusarla de contrarrevolucionaria es hacer el juego a aquellos que cercan, tapan la visibilidad del líder para fines propios no siempre claros.

El momento histórico que afrontamos los venezolanos es delicado y crucial, para nosotros como Revolución Bolivariana y para América Latina, no debemos olvidar como decía Plejanov el papel del individuo en la historia; el papel de cada uno de los revolucionarios es velar por la vida de este proyecto, de este sueño, pero sin ser inocentes, las veleidades, las tentaciones, las críticas, los retrocesos son propios de la gran historia y desde esa gran perspectiva debemos analizarlos, como el águila, a distancia y con cabeza fría.

Recordemos siempre a Lenin, si debemos dar dos pasos hacia atrás los daremos para darle impulso a la Revolución. Presidente Maduro, usted es el líder y como tal debe actuar con la humildad, sabiduría, experticia y cercanía al rumor de un pueblo y un continente; revisemos y rectifiquemos, aprendamos de los errores nuestros y de los aliados ¿quién acabó con Libia y mató a Gadafi? Los enemigos siempre son los mismos en nuestros procesos de cambio, hay que saber leer la historia.

Seamos visionarios en conjunto con nuestra América, fijémonos en los aciertos y busquemos siempre la excelencia.


El autor es: Historiador.

antoniobracho2003@gmail.com





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