¿Viajar, para qué?

Antes, todo el que tenía cuatro reales viajaba, generalmente a Miami,
y sino no tenía dinero, se apegaba a la moda viaje hoy y pague mañana
con todo incluido que después se cancelaba en cómodas cuotas mensuales
y, así quién no viajaba y él que lo hacía era para comprar a su gusto
y a buen precio que ir por paseo y, los mayameros, me refiero a los
que todos los años iban a ese despertar de inquietudes de otros aires
y, no más llegar, se metían de lleno en la vida del bululú latino y,
de inmediato a tragar hamburguesas y hot dog con sus papitas fritas y
la tierna y sudada de frío la coca cola que le acariciaba el momento
con una agonía sublime de consumo y, el visitante andaba de lo más
rico de paz e inmediatamente a visitar almacenes, para comenzar a
comprar barato como un sueño sin descanso y, dame dos que este
artículo está barato y, coge dos más que tenemos vecinos y amigos y,
sin mucho compromiso la foto en el parque de diversión abrazado con
Miki y, te fijaste mi amor, le decía, la señora al señor, que Miki
está más flaco y, el mundo a los pies de ellos sin dislocar la
terquedad de vivir el sueño americano por unos días a gusto.

Por eso aquéllo de la frase que dice que, todo tiempo pasado fue
mejor, o no. Era otra vida otro tipo de vida, pobre, pero viajando
gratis y, con dólares a cuatro treinta. Todavía no se asomaba la
raspadera de tarjetas y, el que no aprovechó ese tiempo no le queda
ninguna fotografía que se lo recuerde que, le sirva como chuparse el
presente de su tiempo pasado fuera del país en cualquier otro país que
lo más seguro era USAmérica o, Europa donde mejor lo cogían los días
de esa rutina vacacional de nada de descanso, sino de disfrute y,
usted se topaba con ese poco de ancianos de EEUU mientras que los
turistas venezolanos eran jóvenes sin importarle el porqué se viajaba
a gastar sin poseer todo lo necesario en contraste con aquéllos que ya
tenían todo lo deseado y ganado con su trabajo.

Pero, en estos tiempos quién va a viajar, sí para fuera todo está más
caro que acá y no se consiguen los productos en abundancia como antes
y, además eso de viaje hoy y pague mañana se acabó y lo fácil de
conseguir pasaje también se acabó y los subsidios con un dólar bien
subido por por bolívares, ni loco, pudiéndolo hacer en nuestras
regiones a pedir de boca que todavía pagamos en bolívares y, más ahora
que se van acabar los pobres, mejor nos quedamos en Venezuela que con
los precios fijos y justos nos ajustamos a nuestra realidad de salir
adelante de esa guerra económica que ya no nos matará, ni de vaina,
eso quedó atrás.

Por supuesto que siempre habrán viajeros, ya que los ricos no dejarán
de viajar y, más los que tienen propiedades y negocios afuera, además
se puso de moda que todo aquél que cite la Fiscalía o los tribunales
se va inmediatamente sin ver atrás y, sin ser culpables de nada. Eso
no se entiende o, será que en el viajar la vida es más segura y, mejor
se es inocente fuera del país que en veremos en él y, lo otro es que
se van con una facilidad y con dólares por demás y, lo que más da un
poco de rescoldo de impaciencia es que siempre dicen de aquí yo no me
voy, aquí nací y aquí dejó el pelero, pero es todo lo contrario, se
van espelucados.

Lo que sí puedo asegurar es que con lo reunido poco a poco con mi
pensión de vejez, haré todo lo posible antes de coger otro rumbo ir a
España a la coronación del nuevo monarca, jamás en vida he tenido esa
dicha de ver poniéndole una cora a un hombre, para que sea rey y, no
quiero morirme sin disfrutar ese momento a cuerpo presente que a mí los
reyes me reconfortan por esa dicha que tienen de vivir a costa de los
demás y, con toda la satisfación de ese momento que más le puedo pedir
a la vida, pero sí al Gobierno Nacional a ver si me dan el pasaporte,
para estar cerca de mi rey que no saben como envidio a los españoles
por tener un rey y, una monarquía -¡Qué cosa tan grande, caballero! Y
quien quita que me traiga un souvenir de amplitud vivencial de la
España actual, cada día mejor y, a cambio nosotros, aunque no mal por
ahí vamos de cuadrante es cuadrante, perro con salud y, dinero con la
esperanza que se acabarán los pobres y, yo que desde hace años no
quiero ser uno más de ellos. Por eso digo como dicen muchos vivos,
quiero ser rico desde ya en revolución.


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Esteban Rojas


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