Club enemigos de la felicidad

Cualquier ser humano puede decir que su propósito en esta vida es ser feliz, desde el inicio la felicidad es un deseo factible a través de la historia, la motivación para la felicidad es casi innata, la relación del individuo y las circunstancia. Cuánta felicidad sintió Noé cuando terminó el Gran Arca. La felicidad es un estado de ánimo que no debe ser enemiga, ni se debe contradecir.

Cuan feliz es una persona que recupera su vista, sin embargo, en Venezuela una élite política le declara la guerra, se burla, porque recuperó su vista a través de una misión llamada Milagro. Cuánta felicidad siente una persona de juventud prolongada (a quienes en la IV República eran tratados como estorbos con ballenas y palos) que recibe una pensión acorde al salario mínimo, además de aguinaldos () Ningún corazón puede sentir odio a esas políticas, pero los hay, son una cúpula política, encabezan una posición, lideran una masa.

No los llamaré movimiento, es un club que cumplen lineamientos, fieles enemigos al bienestar de Venezuela, me perdonan los Chavistas -donde me incluyo- pero resulta necesario recalcar que nada que  conlleven a la felicidad es bueno, es el cartel cerebral invisible en este club. La felicidad no tiene color político, la hay individualista, la hay colectiva. Podemos llamarles los antibolivarianos, odian el llamado del Padre Libertador en Angostura, la búsqueda de la mayor suma de felicidad posible, esa misma élite se llena de profunda tristeza, cuando escucha que Venezuela es un Territorio Libre de Analfabetismo, que el Venezolano de hoy conoce el gusto de carne, carbohidratos y no es el pobre que tuvo que salir a que los mataran a saquear, porque estaba muriendo de hambre gracias a un paquete apocalíptico como el rastro triste que nos pusieron a padecer.

Los esfuerzos son innumerables, campañas virales, saboteos y hasta retahílas de rosarios a sus antepasados, para acabar con el progresivo camino del pueblo venezolano que tiene sólo una dirección, la mayor suma de felicidad posible. Recordemos con jocosidad: Fidel Castro no puede faltar, no sólo fue el que manejó el Pilin León hoy Negra Matea, derrumbó el puente del Lago de Maracaibo, sino que se transporta a través de bombillos para escuchar toda las conversaciones de venezolanos, parece mentira pero ahora una diputada, que se cree presidenta, descubre que toda las armas que utiliza nuestras Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana son alquiladas.

La felicidad esta en apuros, no tiene aliados en la oposición, recordemos también hechos lamentables por esta élite enemiga, que provocó la muerte de 11 compatriotas, entre ellos una niña y un niño, sin dejar aun lado el juego de guerra del 11,12 y 13 de abril, cuando dieron un Golpe de Estado que aún no reconocen.

Es imposible hablar de guerra económica, pero en términos que no serán técnicos,  éste servidor es un luchador social, no un economista, de voz del presidente Maduro y con gráficas en manos observamos como nos dan zarpados para que nos quedemos sin alimentación, calzados, ropa, gustos estéticos y tecnológicos, todo cuanto apetece al ser humano del siglo XXI, teniendo en cuenta que 97% de las importaciones de los empresarios -y que no se ofendan quienes verdaderamente quieren este país- las cubre CADIVI, de allí salen sus divisas, sin embargo, el mercado especulativo está desde los llamados economía informal hasta dentro de los mismos cafetines de instituciones del Estado.

El presidente obrero, Nicolás Maduro con palabras sentidas manifestó una frase poco recogida por la industria comunicacional: Hemos hecho más que tripas corazones para enfrentar la guerra contra Venezuela. Evaluemos la elevación de conciencia del pueblo () El comandante supremo, Hugo Chávez, no aró en el mar, este club no le importó que este Gigante estuviera batallando por su vida, no le importó respetar la memoria de un hombre que cambió la época política, social y económica en Venezuela con ráfagas de amor en el mundo, este club de apátridas no reconocen leyes, no se sentarán honestamente a dialogar, y vaya que no debo dejar mi pesimismo para otros tiempos, nuestros días son cruciales, vencimos una tempestad económica, sin tomar medidas neoliberales, qué esperaban como Plan B, que este gobierno Chavista girara su plan de gobierno ahogado en las conocidas medidas económicas tales como:

·         Implementar política de despidos en la administración pública (gran mayoría de este personal fijo no son afectos al Chavismo)

·         Políticas de privatización

·         Aumentar la Gasolina

·         Eliminar las misiones

·         No pagar aumentos y aguinaldos

·         Desaparecer el Consejo Federal de Gobierno (apalancando al Poder Popular y compensando ejes territoriales para el bienestar colectivo)

·         Regalar la presidencia de PDVSA a la gente de petróleo

Entre otras medidas soñadoras expuestas en el Programa de la MUD de Romain Migus.

No se les dio ni el Plan A (ahogar a Venezuela) ni el Plan B que Nicolás Maduro tomara medidas neoliberales.

Faltan pocos días para celebrar unas elecciones que coincide con el mes de diciembre, seguramente pueden notar que esta élite está haciendo lo posible por eliminar la felicidad de los hogares venezolanos. El sábado llamarán a paro y luego del 8 de diciembre, Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Chávez, seguramente harán sonar las cacerolas al Niño Jesús.

Son estos mismos enemigos de la felicidad los que les gritan al pueblo que hay un camino. Un alcalde que tiene al municipio Sucre en emergencia y con la basura por doquier les dice en su cara que le den 4 años más para dirigir () no se sorprenda ellos son el club que odia a Venezuela.



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Juan Evangelista Guerra


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