La pelea por Guillén: Otro round de frivolidad

Los medios de comunicación y personeros de todos los bandos políticos del país se disputan el apoyo exclusivo de Oswaldo Guillén. Los programas “clones” de VTV repiten hasta el cansancio un video en el que aparece Guillén con un grupo de personas celebrando el triunfo de los Chicago White Sox en la Serie Mundial y de repente unas personas gritan viva Chávez. El periódico de los Poleo reproduce unas declaraciones de Guillén donde dice que, palabras más palabras menos, “Si intenta otra cosa diferente de la democracia lo tumbamos”. Todos reclaman la pertenencia de Guillén a su bando. Incluso, Fausto Masó y Roberto Giusti plantearon en su programa de radio que Guillén es el perfecto outsider que le podría disputar, del lado de la oposición actual, la candidatura a Chávez en el 2006. Anuncian que sería tremendo juego de pelota Chávez versus Guillén. Para mi gusto más bien sería un pobre espectáculo político.

Esta lucha por el apoyo de Guillén es una muestra más de la frivolidad de muchos de los actores políticos. Me recuerda las discusiones en torno al affair Dossier. La batalla por los favores de Guillén supera la discusión acerca de la ideología subyacente al Socialismo del Siglo XXI. Eso demuestra que el baseball es más importante en la vida de muchos políticos venezolanos que los asuntos de fondo. Esta guerrita por Guillén ha servido para alejar la discusión sobre temas de relevancia como la explotación del carbón en el Zulia, el retraso en el aumento en el sueldo de los profesores universitarios, opacó el impacto de la reunión de Chávez con los grandes grupos económicos que controlan el país y la más reciente reunión con Fedecámaras.

Después del método Cha-Az tal vez venga el método Cha-Gui donde se consagraría el estar entre primera y segunda como estado aceptable en política.

Esta ridícula disputa por el apoyo de Guillén tiene otro aspecto ideológico delicado. ¿Necesita la Revolución Bolivariana recurrir al mercadeo de celebridades para mantenerse viva electoralmente? Esta situación podría ser una muestra más de una debilidad en la formación ideológica en los cuadros revolucionarios. Si se necesita del punch publicitario proporcionado por un manager de las Grandes Ligas para aumentar la cohesión entre los seguidores del gobierno y ganar nuevos apoyos, se reconoce una gran debilidad ideológica.

Guillen es un buen ejemplo para todos los venezolanos. Guillén es un ejemplo que con disciplina y constancia se puede llegar lejos. Guillén es un ejemplo de deportista triunfador que ha escalado posiciones hasta llegar a los más alto. Guillén es un ejemplo de hombre exitoso económica y profesionalmente. Guillén también podría ser un ejemplo de que todo eso se puede lograr pero fuera de Venezuela. El mensaje podría ser que el verdadero éxito se alcanza en el capitalismo. Seguro que las colas de padres y madres llevando a sus hijos a campos de entrenamiento de baseball, con la esperanza de que firmen para un equipo de las Grandes Ligas, son más grandes que las que nos calamos todos los días aquellos que vivimos en Guatire.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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