Mi palabra

El papa Francisco y el diablo

"Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal
y gente a la que le sienta bien."
Fernando Savater



Una señora, tan católica, que difícilmente deja de ir a misa un domingo; amiga desde hace muchos años; le respeto su convicción religiosa, así como ella respeta mi posición política, siempre al lado del pensamiento revolucionario. En días pasados me la encontré en una agitada avenida de Acarigua, con el paso acelerado; me le atravesé para saludarla; se detuvo para retribuirme el trato, con una franca sonrisa, que no pierde con el paso de los años; no dudo un instante para decirme con muestras de satisfacción; empieza a ver con regocijo un cambio en la iglesia católica ¡Como te parece la actuación del papa Francisco, está alborotando el avispero! La curiosidad de sus palabras, me sirvió para responderle con una verdad del tamaño del Vaticano: “Se le está apareciendo el diablo con mil cabezas”.

Jorge Mario Bergoglio, está escuchando un rosario de “VERDADES AMARGAS” semejantes al poema de Ramón Ortega, desde el mismo momento de haber sido designado para dirigir los destinos del Vaticano; son muchos los comentarios en las calles, sobre todo por los parroquianos más humildes; no son cuentos, ni inventos, ni chismes para desprestigiar la religión con más seguidores en el mundo; está palpando la descomposición en carne propia, sobresaliendo una corrupción difícil de ocultar; llegando al extremo de expresar: “El diablo trata de crear una guerra interna en el vaticano, que no se hace con las armas, se hace con la lengua” para luego implorarle protección a San Miguel Arcángel, como lo hizo Florentino en su enfrentamiento con el diablo, en el famoso contrapunteo de Alberto Arvelo Torrealba, interpretado magistralmente por dos representantes de la canta criolla: El carrao de palmarito y Jesús Romero Bello.

El papa Francisco, se encuentra en una verdadera encrucijada; en poco tiempo a tomado decisiones impactantes, enfrentando una realidad, que no podían seguir ocultando. Todas sus declaraciones despiertan interés en el mundo, pero también empiezan a chocar contra los que se oponen a los cambios urgentes en beneficio de la paz y los pobres del mundo.

Cada declaración del jefe de la iglesia católica, es un serio cuestionamiento a los grandes males de la humanidad, casi comunes en todo el mundo; recientemente se refirió a la burocracia imperante en el Vaticano, donde poco les importa la feligresía, un verdadero círculo cerrado; sus palabras suenan como unos latigazos: “La Corte es la lepra del papado; el principal defecto de la Curia es que ve y se ocupa de los intereses del Vaticano y olvida el mundo que le rodea”; con esto demuestra, que no llegó, para seguir con el mismo ritornelo, complaciendo a los que viven con toda la opulencia y comodidades en nombre del “señor” .

Hace poco El Papa Francisco, se refirió al tema más álgido del mundo contemporáneo, el grave problema bélico: “La guerra siempre marca el fracaso de la paz y ello es siempre una derrota para la humanidad. El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz, en la amada nación Siria, en el Oriente Medio y en todo el mundo. Hay que tomar la decisión valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y a escoger el bien. ¡Que termine de una vez el sonido de las armas!”.

En repetidas oportunidades los periodistas, le han alborotado la lengua, como dicen en el llano, sobre temas muy escabrosos como son: el ordenamiento de las mujeres; la homosexualidad en el mundo y el famoso lobby gay en el vaticano; a todos estos problemas le ha dado respuesta certera y oportuna, sacando a la luz pública, lo que ocultaban con verdadero hermetismo; en el estado del Vaticano, los privilegios son una barrera difícil de pasar y los escándalos se quedan sencillamente en escándalos.

Quiero escuchar la opinión de dos representantes de la iglesia venezolana, son ellos: Jorge Liberato Urosa Savino y Baltazar Porras, auténticos conservadores; tan calladitos en estos momentos, que prácticamente parecen no existir; solamente el silencio los acompaña; ¡algo raro! estaban acostumbrados a no callar un instante; nada han dicho estos acérrimos enemigos del proceso venezolano ¡Claro, a ellos también los agarro el chaparrón sin paraguas y no es precisamente de la voz del fallecido Comandante Chávez!. Jorge Mario Bergoglio, el papa 266, el sonriente Francisco, va necesitar la ayuda de todas las vírgenes, los santos y de los verdaderos feligreses, para poder salir airoso en este reto, que tiene planteado contra todo lo caduco y arcaico de la iglesia católica; como lo hizo Florentino, cuando se enfrentó al diablo.





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Narciso Torrealba


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