Esta es la forma de acción política de hoy

Considero que la Democracia Directa es el método de acción política que sirve de instrumento al pueblo organizado para hacer del SBSXXI un acto concreto y, en consecuencia, viabilizar el nuevo modelo de sociedad. La imagen objetivo que se establece como meta y hacia donde tiene que dirigirse la Revolución Bolivariana es la emancipación individual y colectiva del pueblo venezolano. Eso implica transformar el poder en instrumento del pueblo. Es transferir la toma de decisiones a las comunidades organizadas. Es gobernar con base en los derechos de la participación del pueblo. Es darle consistencia constitucional a los actos soberanos del colectivo nacional. Es reconocer el derecho que tiene el militante, activista o revolucionario identificado con el Proceso, para expresar sus opiniones y que éstas sean respetadas. Es también aceptar las decisiones de la base, en todo lo concerniente al ámbito de su competencia; por ejemplo sus candidatos de base para las Alcaldías, Consejos Municipales y demás entes de dirección de la sociedad. Es darle todo el poder al pueblo. Esto es democracia directa y en consecuencia es Revolución y Socialismo Bolivariano en el Siglo XXI (SBSXXI). Cualquier conducta o decisión que se adopte fuera de este marco conceptual no es revolución, es reforma.



Todo el poder para el pueblo, el pueblo constituyente que no caduca, nunca jamás, es lo que sintetiza la meta de la democracia directa como modo de acción política para concretar la tesis del SBSXXI y por lo tanto, consolidar la Revolución Bolivariana. El SBSXXI no promueve representantes sino voceros, ya que el poder lo ejerce directamente el pueblo. Los representantes se organizan en cúpulas para decidir por el pueblo; mientras que en la revolución fundamentado en el SBSXXI surgen los voceros quienes no deciden por el pueblo y no toman ninguna decisión; sólo elevan la voz del colectivo. El poder y, por ende, todo lo que ello implica lo tiene el pueblo. La democracia directa cumple y va mucho más allá de los preceptos considerados en la democracia representativa que es reforma y no revolución.



La Revolución Bolivariana, con su tesis del SBSXXI en sustitución de la democracia representativa, es la nueva realidad de los cambios históricos. Ideológicamente se conciben estos cambios como la transformación de las relaciones de poder, las relaciones sociales y las relaciones de producción. En contraposición al sistema político de la democracia representativa (identificado como IV República y sistema reformista) que se sustenta en la manutención estructural; valga decir, perpetuar de manera inalterable las relaciones de dominio que ejercen las cúpulas sobre el colectivo. Niegan que las asambleas de ciudadanos sean la primera instancia de poder.



Por lo tanto, los dos sistemas políticos que se confrontan en la realidad política venezolana (capitalismo y revolución), tienen conceptualizaciones ideológicas radicalmente opuestas. Un modelo es revolucionario (socialismo) y el otro es reformista (capitalismo).



La confrontación de estos dos sistema políticos, quiebra del sistema de democracia representativa y transición de la Revolución Bolivariana hacia el socialismo, nos exige detenernos a pensar. A procesar las ideas que percibimos de esta nueva realidad. A asumir la ideología que le de sustento al nuevo modelo político. Definir nuestro marco de referencia individual, para que podamos relacionar lo que observamos y, en consecuencia, producir nuestros juicios. Esto significa procesar el significado de los hechos sociales, las acciones políticas y las manifestaciones culturales con base en nuestros propios conceptos. Así se le va dando forma al pensamiento elaborado para fortalecer la concepción ideológica. Saber lo qué queremos y por qué lo queremos. El reto de ahora, de los luchadores políticos revolucionarios, de quienes se identifican con el Proceso Revolucionario es adentrarse en el saber, conocer cada vez más; para ello se requiere la investigación y así producir las categorías, conceptualizaciones teóricas que demanda de manera inmediata la tesis del SBSXXI.



La reforma, opuesta a la revolución, no sólo está viva en la práctica clientelar del burócrata, sino que, ideológicamente, muchos revolucionarios no son portadores de la ideología revolucionaria. La ideología es la arista teórica del Proceso, ausente en casi la totalidad del universo revolucionario venezolano. La ideología es el factor de poder que falta todavía por asimilar, procesar e internalizar para sostener, de manera inequívoca, la Revolución Bolivariana.



La transición de casi tres lustros da inicio a una nueva etapa del Proceso Revolucionario (14 A), a la que concibo como la del Cambio de Estructura. Lo que implica definiciones ideológicas para tomar la ruta correcta en este cruce de caminos: reforma o revolución.



La situación actual en la cual nos encontramos exige la definición ideológica de manera inequívoca: o, estamos en un Proceso revolucionario y, en consecuencia, hay que ir a los cambios estructurales de la génesis social para la autogestión del pueblo y la dirección de la sociedad; o, el Proceso es la continuidad de la reforma pragmática que apunta hacia la perpetuidad de la democracia representativa.

La reforma es la prolongación del modelo político de la democracia representativa. Es mantener vivo el espíritu pragmático y clientelar del usufructo del poder. Es proseguir el ejercicio del mando sustentado en la fascinación del poder. Es ser tolerantes con los adversarios que siguen dentro del mando de gestión gubernamental y mantener relegados, fuera de todo tipo de influencia política, a quienes mantienen sus convicciones revolucionarias. El ente de dirección que asume la reforma, que no se avoca a buscar el cambio de estructura, sino mantenerse en el poder (ejercicio del mando) empleando el clientelismo; que no estimula la conciencia revolucionaria en los colectivos a los cuales atiende; si no lucha porque el pueblo sepa ejercer el autogobierno; si no contribuye a que el individuo revolucionario descubra su talento y sea autogestionario; si ese ente conduce a su entidad con base en el método de la reforma y no la revolucionaria, ese elemento aunque de rojo se vista no es, consciente o inconscientemente, revolucionario. Puede convertirse en revolucionario si interpreta desde el marco socialista la realidad del momento del 2013 y asume, por el tiempo que le queda antes del 8D, la práctica para generar la viabilidad que esa entidad sea transformada en Vocería Popular.





Los postulados explícitos en la concepción teórica del SBSXXI los cuales deben ser tomados por los entes de dirección de la sociedad para llevarlos a la práctica, manifiestan de manera concluyente, que la toma de decisiones debe ser transferida a las comunidades organizadas (comunas, consejos comunales y otras creadas por la misma comunidad) a fin de ser autogestionarios en la formulación de sus planes para orientar y conducir su propio destino. Eso es teoría y muy probablemente en algunos casos y en algunos aspectos de la vida comunitaria es posible que se estén cumpliendo en alguna proporción; no obstante, en la mayor parte del territorio nacional y en un elevado número de entidades la teoría no se ha tocado; posiblemente ni se conozca.



Asumo que cuando se concientice a las comunidades organizadas que aún carecen de los elementos teóricos para actuar y se estimule adquirir los conocimientos profundos para elevar su capacidad de autogestión; digo cuando eso sea así, entonces estamos avanzando en la etapa del Cambio de Estructura, en la fase de aceleración para ir hacia la consolidación de la Revolución Bolivariana, bajo los postulados del SBSXXI, empleando la democracia directa como método de acción política.



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William Izarra

Oficial de las FANB, retirado como Comandante (Teniente Coronel) de la Aviación Militar. Siendo oficial activo logró realizar estudios en todos los niveles académicos del saber universitario obteniendo su título como Licenciado en Educación (UCV); Maestría en Planificación (Harvard University) y Doctorado en Ciencias del Desarrollo (Cendes, UCV). Ha sido miembro del MBR-200, MVR, PSUV, Director Nacional de Ideología del Comando Maisanta, Colectivo Democracia Directa y creador del Centro de Formación Ideológica (CFI). Ha ocupado algunos cargos dentro del Gobierno Bolivariano Revolucionario bajo el mandato de Hugo Chávez Frías, siendo unos de los más relevantes el de Vice-Ministro de Relaciones Exteriores para Asia, Oceanía y Medio Oriente. Ha escrito una serie de folletos y libros para la compresión de los valores y principios socialistas.

 izarra1947@gmail.com      @williameizarra

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