Pedagogía económica

El futuro de la economía venezolana (II)

Señalamos en la entrega anterior: El futuro de la economía venezolana (I), que las inversiones reproductivas en Venezuela tienen que multiplicarse y hacerse más eficientes: Ministros, Capitanes y Directores Generales de Empresas tienen que hacerle seguimiento a las inversiones de sus respectivas áreas para asegurarse que se cumplan los cronogramas establecidos y aplicar los correctivos cuando sea pertinente para que todo vuelva a la normalidad; las inversiones se hacen cuando lo indica el cronograma y las metas se cumplen en los lapsos previstos con la calidad esperada. A eso se llama eficiencia. A la ineficiencia hay que castigarla con la remoción, y cuando se lesiona el patrimonio público, con el pago proporcional de las pérdidas causadas. Ese alerta hay que hacerlo a los nuevos funcionarios del gobierno.

Varias obras de gran envergadura que se han emprendido en el país no están cumpliendo el cronograma establecido en los proyectos respectivos: eso es fracaso en la gestión. Cumplir con los cronogramas como en el caso de la Gran Misión Vivienda Venezuela se llama eficiencia. El asumir la responsabilidad de los fracasos está muy lejos de ser una norma en Venezuela, ni en la función pública ni en la privada. Imitando a los gringos, la práctica ha consistido en el individualismo, que ha consistido en que la gente se ha apuntado los tantos de sus éxitos pero no de los fracasos cuyos costos hemos tenido que asumir todos los venezolanos.

Ante variados escenarios, las series estadísticas permiten pronosticar el futuro; para ello debemos despojarnos de sentimentalismos y hacer los análisis considerando factores concurrentes. El comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) no es suficiente; al mismo tiempo debe analizarse la distribución del ingreso, el índice de desarrollo humano y sus componentes: el ingreso medio de la población trabajadora, las expectativas de vida de la población, la matrícula estudiantil en todas sus modalidades y los niveles de deserción, el impacto de la inflación. Todo lo anterior debe compararse con sus antecedentes históricos inmediatos; ese es el papel de los técnicos y los resultados deben informarse de manera idónea a todo el país.

Con información extraída del BCV, intentemos un primer análisis comparativo del comportamiento del PIB y los niveles de inflación en los últimos 30 años, para lo cual sugerimos hacer la lectura con detenimiento.
En el período 1984-1988 el PIB creció 9%, mientras que la inflación promedió en el mismo período 27,7% (3 veces más); entre 1990 -1999 la tasa incremental del PIB fue de 25% mientras que la inflación fue de 45,3% entre 1989 y 1993 y de 59,4% entre 1994 y 1998 (3 vecesmás); y entre 2000 y 2012, el PIB creció 47,97% y la inflación 21,3% (2,25 veces menos). Huelgan los comentarios.

La conclusión es terminante: durante lo que va de siglo XXI la situación de la economía es más de dos veces mejor que durante los últimos 15 años del siglo XX.

Esa conclusión anterior nos lleva, necesariamente, a estudiar los impactoos en otros sectores de la economía y del bienestar de la población. Lo abordaremos en las próximas entregas.

NOTA: Me ha sorprendido con desagrado la designación de Calixto Ortega como Encargado de Negocios en Washington, empezando porque de negocios sólo conoce los que son fraudulentos, habrá que ponerle a la pata un sabueso para que siga sus pasos hasta su destino preferido en el norte: Los Casinos de Las Vegas. Favor investigar por notitia criminis.

cepo39@gmail.com


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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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