Maduro no es Chávez

Por supuesto que Nicolás Maduro no es Chávez ni ha pretendido serlo. Sin embargo, en virtud de que muchos neo-chavistas (antes lo detestaban) ahora pretenden decir que Chávez era un líder extraordinario, inteligente, seguro de sí mismo y con gran sentido del liderazgo y la influencia que tenía, y lo dicen para contraponerlo a Nicolás Maduro, yo he reflexionado en los siguientes términos:

1.- Nicolás Maduro llega a a la Presidencia de la República con una experiencia que no tenía Chávez en 1998. Es decir, Nicolás ha sido constituyentista, diputado a la Asamblea Nacional, Presidente del Poder Legislativo nacional, Ministro de Relaciones Exteriores durante 6 años y medio, Vicepresidente de la República y Presidente encargado.

Nicolás llega con el siguiente cuadro institucional a su favor: 20 gobernaciones, de 23 están gobernadas por el chavismo, 22, de los 23 consejos legislativos regionales (excepto Amazonas) están controlados en su mayoría por el chavismo. La mayoría absoluta en la Asamblea Nacional es chavista. Tiene a su favor una Fuerza Armada Nacional Bolivariana unificada y leal al proceso revolucionario. Un Poder Popular formado, instruido y en fase de consolidación y con instrumentos legales que lo auspician. Las misiones sociales y las grandes sociales que se convierten en opciones de gestión pública alternativa ante el permanente saboteo de los funcionarios enquistados en la Administración Pública tradicional. Desde el punto de vista político y de las decisiones tiene a su favor el partido más grande del país, el PSUV y para la toma de decisiones, un Comando Político de la Revolución

2.- Nicolás tiene 20 años estudiando en la mejor universidad de carácter geoestratégica, internacional, política y social del mundo: “La Universidad Hugo Chávez”. ¿Qué mejor experiencia que esa? Por ello está preparado para gobernar con sabiduría y eficiencia.

3.- Nicolás se ha hecho acompañar de un equipo de gobierno en el que ha integrado la experiencia de años de algunos de sus ministros (Giordani, Ramírez, Jaua, Merentes) con la juventud e ímpetu revolucionario de otros designados.

4.-Ya los medios de comunicación social no solamente están en manos de la burguesía, sino que se ha democratizado también la comunicación a través de lo que ahora es el SIBCI (Sistema Bolivariano de Comunicación e Información), los medios comunitarios dispersos a lo largo de la geografía Nacional y diversas páginas web revolucionarias y oficiales que divulgan las ideas del chavismo-bolivarianismo, de la obra del gobierno revolucionario y sirven para el debate con la derecha y de trincheras de defensa del proceso.

5.- Por todo ello y por mucho más reafirmamos que Maduro no es Chávez. No. Es su alumno, su discípulo, su seguidor, su hijo y como tal, continuará en esencia las políticas del proceso revolucionario de inclusión social, justica y equidad y corregirá las que deba modificar, siempre en pro del beneficio del pueblo venezolano, tal como se lo encomendó Chávez, el 8 de diciembre cuando se comunicó con su pueblo en aquella memorable cadena. Maduro sabe las responsabilidades que tiene y las ha asumido, tal como lo dice su apellido: Con madurez y sentido de chavista.

cegepeto2@yahoo.es


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Cécil Gerardo Pérez


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