(Once años después)

Abril, Abril, Abril. Abril de Resurrección

El los albores del siglo XXI, la necesidad de una sociedad más justa y humana, como 2000 años antes, reclamaba el retorno del “Hombre”. Las elites empresariales, religiosas, académicas y medios de comunicación unidos al imperio reinante negaban a toda costa el inicio de una nueva era… ¡De las cenizas surgió la vida, las nuevas escrituras!. La sociedad dominante se negaba a perder sus privilegios… ¡El “Hombre” estaba entre nosotros!, debía ser detenido y su historia jamás contada…

En la mañana del jueves la traición era evidente. Según los medios, la multitud “civilizada” cubrió la tierra... En la tarde, reinó el caos, las poderosas elites en forma “civilizada” cantaban victoriosas; “crucifíquenlo, crucifíquelo…”. El “Hombre” fue encarcelado, sus seguidores perseguidos y asesinados…

Al día siguiente, las elites a través de los medios mostraron jubilosos y descaradamente el rostro de una gran mentira… De una CONSPIRACIÓN de la cual se hicieron eco grandes medios de comunicación y jefes de gobiernos… El coraje y la esperanza de un pueblo se tornó confuso, en tristeza y finalmente en depresión. Los medios y sus cómplices celebraron la vuelta de la libertad de mentir y oprimir. “El Rey de los desposeídos sólo era un farsante, cambiemos el nombre y quememos las escrituras, que desaparezca la institucionalidad…” gritaban eufóricos por radio y TV mientras coronaban a su Rey. Asumen el control de las tierras “liberadas”, ¡todo está en calma!, repiten a cada instante por los medios… Una gran fiesta en palacio continuó toda la noche…
……..

¡El “Hombre” no renunció!, señala un erudito. Vuelve la esperanza…

…….

Al tercer día, “el cuerpo no estaba en el sepulcro”, las mujeres, llenas de profundo dolor gritaron al mundo; ¡el “Hombre” no ha renunciado, lo tienen secuestrado!… En la soledad, un humilde soldado ofreció su apoyo; “Señor si quiere puedo pedir ayuda, dígame dónde”. La alta jerarquía de la iglesia, fiel a su compromiso con las elites, exigía que el “Hombre” renunciara a sus principios…

“…no he renunciado al poder legitimo que el pueblo me dio…” el mensaje fue enviado. Milagrosamente, venciendo todo obstáculo de los medios a la liberta de expresión, se extendió sobre la tierra. “Libérenlo, libérenlo, libérenlo…” clamaron llenos de esperanza hombres y mujeres de todos los rincones, quienes escritura en mano, acudían a la búsqueda del “Hombre”. …no renunció, no renunció, no renunció…

“El crucificado había resucitado”, los fariseos, desconcertados por la magnitud cósmica del evento, salieron despavoridos en todas direcciones. El secuestrado, crucifijo en mano, estaba de regreso y lleno de humildad llamó a la calma. “…estoy de nuevo con ustedes, vayan a casa…” Padre, hijo y espíritu santo regresaron como una sola persona. Sin embargo esta historia, dos mil años después, no ha terminado, Los CONSPIRADORES están ocultos a la sombra del impero…


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Felipe Marcano


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