El eterno pasado de la oposición

Cuando uno quiere escribir acerca del tiempo, la cosa nunca es fácil, se lee, se vuelve a leer, se hurga en la filosofía, en la ciencia, se buscan conceptos, proverbios, hasta refranes populares, etc. y al final, uno queda igualito que al principio. Con los ojos puyúos. ( Con el perdón de quienes los tengan así)

Para ir a lo central, diré algo lo más rápido posible:

Desde Parménides y sus dos mundos separados, luego Platón y sus arquetipos y su celebre frase “El tiempo es una imagen móvil de la eternidad”. Siguiendo con Aristóteles cuando dijo “El tiempo es el número del movimiento según el antes y el después” y luego su reflexión: “El tiempo, dice Aristóteles, tiene una extraña forma de ser, porque una parte de él ya ha sido y no es, mientras que otra parte aún no ha sido y está por ser”. Eso en cuanto a lo filosófico. Profunda la cosa ¿verdad?

En cuanto a lo científico, comenzando con Isaac Newton en el siglo XVII cuando creía que “El espacio y el tiempo eran estáticos e inmutables, un marco en donde se desarrollaba el gran drama cósmico”. El tiempo era un misterio.

Hasta llegar a Albert Einstein –el famoso premio nobel de física, que pasó no sé cuantos años de su vida “pariendo” para llegar a la famosa formulita aquella, de equivalencia entre masa y energía (E=mc^2)- y el cual creo, es uno de los más acreditados para orientarnos sobre este su tema preferido: La relatividad, el tiempo.

Entre las frases mas conocidas de este genio se encuentran: “La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente”, otra, “La única razón para que el tiempo exista es que no ocurra todo a la vez” y la mas lapidaria: “El tiempo no es lo que parece”.

Cuando uno lee y analiza estas cosas, se da cuenta de que, ellos, los que estudiaron el tema, tuvieron serios problemas para comprender algo tan complejo.

Ahora bien, todo el somero recuento que acaban de leer; agárrenlo, dóblenlo, píquenlo, bótenlo, písenlo y zúmbenlo a la mismísima basura, porque esa ‘partida de ineptos’ no sabían nada de nada. Ah muchachos pa’ brutos.

Los que si saben sobre el tema, son mis amigos de la oposición.

Para estos, no solo no tienen importancia las remotas pero sabías teorías del PASADO, sino que tampoco los pensamientos modernos, entre otros: “No perdamos nada del pasado, sólo con el pasado se forma el porvenir. Anatole France. “No desprecies el recuerdo del camino recorrido, ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta”. Pablo VI “Si no quieres repetir el pasado, estúdialo·. Baruch Benedict Spinoza “El mejor profeta del futuro es el pasado”. Lord Byron “El pasado siempre está presente”. Maurice Maeterlinck “En lo pasado está la historia del futuro”. Juan Donoso Cortés “Quien mira lo pasado, lo porvenir advierte”. Lope de Vega y una de las mas contundentes: “El que no conoce la historia, está condenado a repetirla, unas veces como tragedia y otras veces como comedia” Carl Marx.

Pues tampoco… estos son otra partida de Ineptos más...

Para la oposición, basta con un conceptico clásico: “El tiempo se divide en pasado, presente y futuro”, ya.

Y entonces ‘llegan’ y desarrollan su teoría: Pasado ayer, presente hoy, y futuro mañana. Y ya, y ya.

Dios, cuanta sabiduría, cuanta profundidad, cuanto pensamiento, cuanto “cuanto” cuanto…

Pobres filósofos y científicos vale, como perdieron su tiempo.

Les digo algo, desde el momento en que la oposición se quedó sin argumentos para justificar sus errores y sus inmoralidades. Desde que no pueden explicarse ni explicar a los demás, tanta contradicción al mentir, al acusar, al ofender pero sobretodo al condenar a quien el mundo no hace más que reconocer méritos y poner como ejemplo de liderazgo y de lucha por los pobres; desde ese instante en que ellos decían una cosa y ocurría otra, cuando gritaban dictadura y el supuesto dictador no hacía mas que darles libertades extras, mientras vomitaban odio y rencor contra el tirano pero al mismo tiempo Lula le decía al mundo que en Venezuela había un exceso de libertad; desde esos momentos de frustración, de incapacidad para comprender, desde que todo eso ocurrió y los dejó en evidencia, desarmados, sin excusa y sin razón, desde ese entonces, recurrieron al grisáceo y maleable tema del tiempo, del pasado.

Un tema que no hace mas que condenarlos por supuesto, pero que “manejándolo bien” les asistiría. O al menos así lo creen ellos.

Ahora para ellos, pasado es pasado y lo que pasó, pasó.

O lo que es lo mismo, no pudimos con argumentos, vamos con los “anti argumentos”.

Debe haberles ocurrido a muchos de ustedes, que al hacer referencia a cualquier atropello ocurrido en gobiernos anteriores, la respuesta siempre es la misma: “Ya eso pasó”.

O cuando se les recuerda el golpe de Abril de 2002 para demostrarles su oprobio pero también su alegría por lo ocurrido, entonces viene la frase: “Hay que ver hacia el futuro”.

Por cierto, golpe de estado que no reconocieron como tal, sino después de que 6 mil millones de personas que no vivían aquí, lo hicieron.

Ellos mantuvieron -durante años- la ridícula tesis del vacío de poder, hasta que la opinión pública mundial los obligara. Pasando pena de paso.

Ahora no hay argumentos, ahora todo se reduce a: El pasado hay que olvidarlo (porque sino es rencor) y hay que pensar solo en el futuro (porque sino, también es rencor).

Ah por cierto, no en pocas ocasiones, junto con este nuevo “recurso” viene el complemento y es que ‘hay que perdonarlos”.

Y no es que hayan pedido perdón (porque hasta hoy, que yo sepa, ninguno de los actores de Abril 2002 lo ha hecho) ¿O sí?

No es por arrepentimiento, no es con humildad que hablan del perdón; es que hay que perdonarlos y punto.

O sea: “Exijo que me perdones y ya”. Cual muchachito malcriado pues.

Uno les dice: “Venezuela perdió 18 mil millones de dólares por un criminal sabotaje petrolero, realizado por sus propios hijos” y ellos responden: “Es hora de olvidar eso”.

Uno les pregunta: ¿Y que opinas tú de esos policías asesinos, probadamente asesinos? Y ellos: “Ya deberían olvidar eso y dejarlos libres, deberían darles un perdón”

¿Ya va, pero y los muertos, y sus viudas, y sus huérfanos y donde queda la ley? Ya lo que pasó, pasó y no van a resucitar por tenerlos presos”

Uno argumenta: ¿Mira, y porque llamas dictador a Chávez, si en 14 años nunca suspendió las garantías constitucionales, no fusiló estudiantes, ni acribilló a los pobres de los barrios a diferencia de Caldera y Carlos Andrés, porque no los llamas dictadores a ellos? Y responden: “Te quedaste en el pasado, no podemos seguir pensando en eso”

Es decir, para estas personas no importa lo que haya sucedido (sobretodo si los evidencia).

Agotados no solo los argumentos, sino la ética, la moral, la humildad, en fin, todos aquellos valores que coadyuvan al ser humano para su redención, para el reconocimiento sincero de sus errores, todo eso se les acabó.

Ahora como no pueden convencer con lo que dicen, pretenden dejarle el trabajo al olvido.

Y antes de que me critiquen.

No es que se viva de reminiscencias, no es que uno viva aferrado al pasado, no es que el pasado sea la excusa, no es que no se pueda perdonar. No.

Es que hay que aprender todos los días de el. Todos los días.

No porque ocurrió lo que ya ocurrió, no ocurrirá más. No es cierto. Y de allí su eterno recordar.

Por otro lado, el perdón se otorga a quienes desde la sinceridad y el arrepentimiento lo piden.

El perdón no se puede imponer con la manipulación de condenar al agredido, para -al mismo tiempo- victimizar al agresor.

Además, perdón hubo con las amnistías. Aquellas amnistías que por cierto, LA MAYORÍA no estuvo de acuerdo y aún así el presidente las otorgó. A pesar de su costo político para aquel momento. No me vengan con eso.

Por otra parte, no por mucho pedir perdón sincera y humildemente, no por mucho olvidar lo que pasó, hay garantía de ser perdonado, sino, preguntémosle a quien lo pidió con un Cristo en la mano y en cadena nacional de radio y televisión.

Les pregunto: ¿Fue perdonado? ¿Olvidaron? ¿Dejaron entonces todo en el pasado? ¿Si?



¿Rencor yo?



Yo les aviso…



Jorgecarles1@gmail.com

@jeca_65


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Jorge Acosta Carles


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