La crisis de los supuestos

Durante las últimas semanas el país ha estado sometido a la guerra de supuestos, a la crisis sicológica de inquietud y zozobra que, entre otras cosas, provocó la estampida hacia los centros de abastecimiento para adquirir productos de primera necesidad (alimentos). Ayer los anaqueles de los centros de abastecimiento estaban vacíos. La oposición “escuálido majunche” debe estar oronda por el éxito alcanzado.

El gobierno de la llamada revolución bolivariana, en catorce años no ha aprendido que la oposición, “escuálida y majunche”, está en su derecho de inventar lo que se le ocurra para crear zozobra a nivel económico, político y social. Ese es su papel, así lo realicen con altura o en forma rastrera.

La oposición “escuálida majunche” estaba en el derecho de suponer que hoy 10 de enero, conforme lo establece la Constitución Nacional, el presidente electo no podría presentarse al acto de juramentación para continuar su mandato. Los hechos referidos a la persona del presidente (su salud), así lo indican. La enfermedad del presidente NO es invención de la oposición “escuálida majunche”. El mismo lo ha corroborado al pedir permiso a la Asamblea Nacional durante los últimos dos años para viajar al exterior a realizarse tratamientos prescritos por la ciencia médica. De manera que hay tres fuentes fidedignas para saber que el presidente tiene graves quebrantos de salud: (1) el propio presidente; (2) la Asamblea Nacional; y (3) la ciencia médica.

Eso inquieta a la oposición “escuálida majunche”. Y están en su derecho y demuestran su interés por la salud física del presidente ¿Qué problema hay en preocuparse por la salud de una persona y con mayor razón por la salud del presidente? ¿Es delito? ¿Es un acto reprochable? Por lo contrario, hay que reconocer el gesto de tal actitud. ¿Es una falta, un delito de algún tipo decir que el presidente está enfermo o muy enfermo?

La anunciada y comprobada enfermedad del presidente dio origen a la guerra de los supuestos:

Primer supuesto: el presidente NO está enfermo. La enfermedad es un cuento inventado para la campaña electoral y levantar sentimientos de compasión del electorado. Las tres operaciones que le realizaron son mentira. No tiene nada, Fíjese como anda montado en un camión en campaña electoral. Este supuesto de la falsa enfermedad del presidente se continúa divulgando en el ambiente de la oposición “escuálida majunche”, con todo y el discurso de despedida del presidente para realizarse la cuarta operación. El supuesto de la mentira de la enfermedad, debe tener su sustento en los rezos y el Cristo de La Grita. En literatura, cuando se estudia la epopeya, hay un elemento “la maquina”, nombre con que se designa la intervención de los dioses en las cosas de los hombres. Parece mentira que después de cinco mil años, todavía se recurra, al cuento de marras. Flagrante violación del artículo de la Constitución Nacional que hace de Venezuela una República laica.

Segundo supuesto: el presidente falleció en la operación, pero la noticia se le dará al país el 17 de diciembre. Se dice que así ocurrió con Juan Vicente Gómez.

Tercer supuesto: el presidente está en vida vegetativa. Está conectado por medio de tubos a aparatos que le dan vida artificial, en consecuencia no está en condición de venir el 10 de enero al acto de juramentación.

Cuarto supuesto: conforme lo establece la noema constitucional le corresponde al presidente de la Asamblea Nacional asumir el cargo por treinta días, plazo establecido para realizar nuevas elecciones. Este supuesto olvida que, para que tal hecho ocurra, primero es necesario declarar la ausencia absoluta del presidente.

Quinto supuesto: el vicepresidente dura en sus funciones hasta el 10 de diciembre. A partir de esa fecha, se crea “el vacío de poder”.

Sexto supuesto: es muy importante el acto de la juramentación. Si no hay juramentación no puede ser presidente. Me voy a permitir decir algo que no se lo he oído decir a los diputados en la Asamblea Nacional ni a los constitucionalistas ni al Tribunal Supremo de Justicia. No es el acto de juramentación lo que hace a un ciudadano presidente, sino, el haber sido elegido para el cargo. El acto de juramentación no puede estar por encima de la voluntad popular, no puede anularla. Con juramentación o sin juramentación, es presidente. La juramentación puede ser importante en el caso de un gobierno de facto. Por ejemplo, la auto juramentación de Carmona ¿…?

Consideramos que la oposición está en su derecho de inventar todos los supuestos que le parezcan, lo que es inadmisible es la forma como los defensores “escuálido majunche” del gobierno, enfrentan la guerra de supuestos y crean la crisis de los supuestos.

No es la oposición la que crea la crisis, es el gobierno con la campaña mediática que desatan sus “escuálido majunche” defensores.

Entonces la guerra se entabla entre los medios de comunicación de la oposición “escuálida majunche” y los medios de comunicación del oficialismo “escuálido majunche”. Entre los dos, queda la opinión pública nacional, tiroteada por uno y otro bando.

El cretinismo de los defensores del gobierno alcanza niveles espectaculares. Alcanza el clímax. La oposición descubrió que ahí está la mayor debilidad del gobierno por cuanto sus defensores, son los mayores y mejores propagandistas de todo, absolutamente todo lo que dice o hace la oposición. La oposición “escuálida majunche” no tiene que hacer grandes esfuerzos para divulgar sus mentiras, supuestos, tergiversaciones, calumnias, de eso se encargan los defensores “escuálido majunche” del gobierno.

Pongamos por caso una conseja, que se divulga desde un periódico en España, Colombia o Argentina. Periódico que leen algunas pocas personas en dichos países, y poquísimas o ninguna en Venezuela. Pero resulta que un defensor “escuálido majunche” del gobierno –para exaltar su ego- extrae la conseja como aguja de un pajar y la divulga a los cuatro vientos del país. ¡Qué felicidad para la oposición! A lo mejor ni ella se había enterado que en ese periódico de España, Colombia o Argentina, a alguien se le ocurrió dar una opinión sobre la situación política en Venezuela.

Si alguien quiere enterarse de todo lo que dice la oposición “escuálida majunche”, lea, oiga, vea lo que dicen los medios de comunicación del gobierno. No hay que comprar los diarios, ver la TV, oír emisoras de la oposición para enterarse de lo que la oposición “escuálida majunche” dice del gobierno, ¡No es necesario! ¿Para qué? Tan sólo basta comprar los diarios, sintonizar la TV o emisoras “escuálido majunche “del gobierno y usted se entera de todo lo que dice la oposición, con pelos y señales, con citas textuales, con comentarios y explicaciones del “verdadero” sentido de la información. ¡Cosa curiosa! los medios de comunicación de la oposición “escuálida majunche” no promueven, no divulgan nada de lo que dice o hace el gobierno. ¡Serán pendejos!

Tanto cretinismo apabulla ¡

¡A quien se le ocurrió tamaña imbecilidad!

¿Es que acaso las mayorías nacionales compran los diarios, tienen tiempo para ver la TV, oír las emisoras de la oposición y enterarse de todo lo que dice la oposición contra el gobierno, de la llamada revolución bolivariana?

Las barrabasadas que inventa la oposición ¿Quién se las informa a las mayorías nacionales? Se las informan los defensores del gobierno. La oposición inventa la guerra de los supuestos, pero el gobierno se encarga de divulgarla y crear la crisis de los supuestos. Por ejemplo, en estos días que transcurren ¿Quién divulgó lo del acaparamiento? Lo divulgó el gobierno, que es el único con capacidad de saberlo. La oposición no habla de acaparamiento. El vicepresidente en discurso admonitorio le informa al país que hay acaparamiento y de inmediato se desata una avalancha de multitudes sobre los centros de abastecimiento a comprar los alimentos de la dieta diaria y dejar los anaqueles vacíos. Al margen surgen los comentarios de satisfacción que ello levanta en la oposición “escuálido majunche”.

Si el gobierno conoce que hay acaparamiento o carestía en los alimentos de la dieta diaria, NO pronuncie discursos desestabilizadores ¡Actúe en silencio contra los acaparadores, con el poder que le otorgan las leyes! En lugar de discursos que sólo sirven para crear zozobra y angustia en la población ¡Actúe! con la energía que debe tener un gobierno que se dice defensor de los derechos elementales de las mayorías nacionales. ¡Actúe! en lugar del inoportuno discurso de sembrar anarquía, inquietud, zozobra. La gran satisfacción de la oposición “escuálido majunche”, es oír al vicepresidente, a los ministros, al comandante de la Fuerza Armada anunciar que están vigilantes contra el acaparamiento y la “desestabilización”. Es como echarle gasolina al fuego. Es comprobar, como el gobierno, no es que se hace eco, se transforma en promotor de la campaña “desestabilizadora. ¿Acaso la estampida de compras no es un éxito para la oposición? Durante catorce años ha ocurrido así ¿Catorce años no son suficientes para que el país esté convencido que todo se queda en simple discurso, sin que haya corrección para las crisis cíclicas de acaparamiento? ¿Cómo es posible que después de catorce años, el país padezca las mismas necesidades (necedades) y problemas en la administración pública y vida ciudadana?

¿Quién crea entonces la zozobra, la “inestabilidad”? ¿La oposición o el gobierno? En la práctica parece que ambos. Una, la invente y el otro, la divulga. Una, toca la música y el otro la baila. Las mayorías nacionales cargan con las consecuencias.

¿Qué crisis sucederá a la crisis de los supuestos? Hay varias en `puerta según los pronósticos de los entendidos: crisis económica, política y como consecuencia, social.

Es bueno recordar que Venezuela es República laica.



leonmoraria@gmail.com


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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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