Es literalmente imposible visualizar o plasmar en un papel, en “blanco y negro”, cómo será la sociedad socialista y cómo se resolverán sus problemas. El socialismo parte de un ejercicio imaginario, aspiraciones y sueños que se contrastan con una realidad concreta de la cual partimos y queremos transformar.
En realidad es una lucha en el seno de la sociedad, llena de contradicciones, en la que los valores, ética y costumbres adquieren dimensiones ideológicas determinantes, que se matizan, concilian e inexorablemente se confrontan como fuerzas opuestas y antagónicas.
Las elecciones del año 2006 fueron una confrontación ideológica: la propuesta Socialista de Hugo Chávez -proyecto ideológico, político, económico, social- triunfa en la contienda con el 62,85% de los votos
En el 2006 la propuesta socialista era un libro lleno de “sueños”, seis años después (2012) La lucha ideológica mostró su rostro empírico: una “Gestión Socialista”.
En las pasadas elecciones del 7 de Octubre 2012 se libró la primera gran confrontación entre la “Gestión Socialista” y las fuerzas antagónicas-capitalistas: el Socialismo gano la batalla con el 55% de los votos
Es un ¡triunfo estratégico!, al conjugar estos resultados con la titánica tarea de desaprender, descolonizar mental y culturalmente una sociedad, entendida como: dejar de ver, sentir, soñar y construir, desde la desesperanza aprendida del colonizador y siglos de capitalismo.
La “Gestión Socialista” debe ser un proceso de transformación ética, cultural, económica y social en el contexto de los problemas y necesidades humanas, a la que deben supeditarse sin excepción los medios públicos y privados.
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