Debate, programa y comunas

El Comandante Chávez está decidido a acelerar el proceso revolucionario y está convencido  de que tal como están las cosas, es decir que a esta altura del partido a pesar de los avances, los  resultados parciales no garantizan por ahora la irreversibilidad de la revolución. Es por ello que ha impulsado tres métodos de dirección política con los cuales estamos totalmente de acuerdo.

Por una parte ha generado toda una agitación para el debate programático con lo cual se persigue cohesionar la visión estratégica de los planes y proyectos a desarrollar a partir del 10 de Enero del 2013, motivando al estudio y análisis de la realidad concreta para que las comunidades mismas hagan propuestas que alimenten dichos planes. Este debate como nunca antes ya tiene calor popular, en todos los Estados la tarea principal es hacer de la participación y el protagonismo popular el sustento para la construcción del socialismo. Este debate constructivo, de aportes de ideas creativas ya asoman desde las necesidades materiales de las comunidades hasta el ataque a los nudos críticos que han obstaculizado el avance de la revolución, pero además este debate está siendo acompañado de la crítica que en muchos casos se ha dirigido a la actitud, el comportamiento y la falta de capacidad de muchos "servidores públicos".

Precisamente la segunda línea de dirección ha sido la de abrir un proceso de crítica y autocrítica para que salgan a flote los vicios y las desviaciones como el burocratismo, el amiguismo, la corrupción y el despotismo pero también para reafirmar los  principios y valores socialistas todo con la finalidad de aumentar la eficiencia, la eficacia y la calidad en los procesos productivos y en la gestión pública. Esta dinámica ha sido fundamentada en el criterio según el cual la crítica debe hacerse a tiempo y no solo después de consumados los hechos. El pueblo habla, debate y critica profundizando su participación protagónica, haciendo del razonamiento convincente la principal herramienta para resolver las contradicciones y abrir la brecha hacia el Estado de Derecho y de Justicia sustentado en la democracia socialista.

La tercera línea de acción apunta hacia la reordenación territorial y la organización del pueblo. La perspectiva territorial del desarrollo pasa por la consolidación de los Consejos Comunales y la estructuración de las Comunas. No es más que, ahora sí, el gobierno del pueblo y para el pueblo. La fortaleza de los ámbitos territoriales organizados junto a la sabiduría popular potenciados con el conocimiento científico y tecnológico hará más factible y en menor tiempo conseguir la senda de la máxima felicidad posible. Es el pueblo organizado y empoderado asumiendo corresponsablemente su destino.

Con el líder, el programa y el pueblo organizado nuestras victorias serán inevitables y la irreversibilidad del proceso de transformación estará anclado en el corazón de la patria.

scamachocastejon@gmail.com

 Profesor Titular .UCLA



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Salvador Camacho


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