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En la campaña: ¿existe mucha intoxicación ideológica?

“Lo que se puede enseñar no vale gran cosa, lo que vale es lo que tú tienes que aprender”.

Eduardo Chillida…

El que sabe de política, y de ajedrez, este juego lo explica todo. Ya que la estrategia se encuentra ahí. En la política de este mundo moderno, y sobre todo en campaña electoral hay que convencer al ciudadano con argumentos, sin utilizar la violencia, y menos las amenazas, hay que actuar con mucha prudencia y firmeza. Y, si es necesario a veces, apelar a una pausa, para planificar, y coordinar el enroque del rey. Este time, no es para maquinar y trampear, sino es que ese es el ejercicio real de la política hoy. Claro, la vigencia de las normas en este siglo XXI moderno, es un mero problema matemático. Un ejército sin inteligencia, instrucciones, y sin regulación va directo a la derrota. El Arte de la Guerra, sigue siendo el mejor libro de estrategia. Ahí se inspiró Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung etc. “La mejor victoria es vencer sin combatir”, Sun Tzu dixit. Siendo esto hoy en día, la diferencia entre un político prudente, y un político ignorante. Un ejército victorioso gana primero, y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

En Venezuela campaña electoral presidencial del 2012, ya se acerca a los dos meses. Los buenos políticos, son en esencia guerreros ejemplos hay de sobra: Julio César, Napoleón, Bolívar. Sabemos que la política es el enfrentamiento apasionado de fuerzas antagónicas, hoy protagonizado el conflicto sin atenuantes entre la revolución bolivariana, y las viudas de la cuarta republica. En la política de este siglo hay que tener mucho cuidado con las sumas; donde dos más dos, no son cuatro, sino cinco: la ganancia de unos, es considerada como la pérdida de los otros, y viceversa.

Carl Schmitt, fue uno de los ideólogos del Nacional Socialismo alemán, y de la doctrina del fascismo, y defensor de la tesis de la acumulación de poder en manos del Ejecutivo, para él era la única rama del poder público que, reflejaba la soberanía popular. Siempre sostuvo, que la política era una guerra sin cuartel. La moral, según su opinión era la que se ocupaba del bien y el mal; la estética, de lo bello y lo feo; la economía, era rentabilidad y ruina. La política, era un enfrentamiento entre amigos y enemigos; o sea a la venezolana, entre revolucionarios y contra revolucionarios no habiendo termino medio.

Consideró Schmitt que: “La excepción era más interesante que la regla”. Consideraba al ejercicio, del poder no tanto en seguir unas reglas definidas de antemano, como en decidir cuáles reglas deben cumplirse y cuáles no. En otras, el presidente debería tener el monopolio absoluto sobre la última decisión. Para él, las reglas no restringían el poder. Todo lo contrario: el poder determinaba la vigencia de las reglas. Y la voluntad del vencedor, en la lucha política tenía primacía sobre las leyes, y la Constitución.

Esto lo traigo a colación porque veo con mucha preocupación que en esta campaña electoral que finaliza el 7-O, no tiene que ser una guerra. Los mítines, caravanas, mítines, no tienen que ser un campo de batalla. El poder no es una cuestión de todo o nada. Es más en este mundo moderno la política puede entenderse como algo, opuesto a la guerra, como una forma de canalizar las pasiones violentas, y dirimir en forma pacífica la pugna entre las ideas en conflicto. Saber diferenciar es muy importante. En pleno siglo XXI, seguir asociando la política con la guerra, en mi humilde opinión es algo equivocado. Históricamente esta comprobado, quienes han creído que la política es igual a la guerra han terminado atrapados en una especie del principio de Peter del belicismo, en la utopía envolvente, y no dinámica de un posible conflicto armado. De nuestro lado en esta campaña se sigue hablando de: socialismo, capitalismo, burguesía etc. Mientras la oposición obvia lo ideológico, y habla de: apagones, inseguridad, desempleo, improductividad en el campo y la industria, progreso etc. Peinándonos con esta estrategia caseríos, pueblos y ciudades. ¿Estamos aplicando mucha intoxicación ideológica en la campaña, pregunto nada más?

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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