Estados Unidos i Venezuela en la OEA (III)

En esta reunión en Fort Landerdale en la Florida, realmente lo que nos estamos planteado es eso: soberanía o coloniaje i ver si otros países latinoamericanos, realmente han perdido el miedo para enfrentar al imperio; además, ver como juegan muchos con la diplomacia. Por eso, a mi entender, el Secretario General Insulza, en sus palabras de inauguración dio ciertos rodeos a fin de dejar abiertos ciertos caminos, llamando al diálogo a los países de la OEA i a la realización práctica de valores de integración; i la Secretaria de los Estados Unidos, Condolezza Rice, sus cortos rodeos no fueron por temores pues se siente prepotente, pero dejando ver la intención de introducir cuñas en los gobiernos del traspatio, la creación de una policía especial en El Salvador i evitar por el momento mencionar a Venezuela, pese a que la tiene tan dolida i preocupada. Lo que sucede es que tenemos una delegación representada por el Canciller Alirio Rodríguez Araque, un Embajador i un representante en esa OEA que, a todas luces son más inteligentes que ellos, i el Goliat en el campo de la ideas políticas, parece que sorpresivamente teme al David. En esa batalla de las ideas, tenemos además, la mejor Constitución por lo menos de América a la cual se le ha estado dando cumplimiento; un nivel superior de filosofía política (ni vaqueros ni petroleros saben de filosofía, sino de violencia) i un gobierno requetelegitimado con un respaldo popular nunca visto en la historia del mundo. Estos elementos, nos permiten luchar con gallardía por una sociedad mejor, feliz i justa en la que no estaremos, pero que legaremos con orgullo a nuestros hijos i nietos, o mejor, a las generaciones futuras, mientras estos energúmenos del norte, lo que planifican es ver como asfixiar la libertad de estos pueblos.

Un país, imperialista, terrorista i con una pseudo democracia imperfecta, con elección indirecta i capaz de fraudulentos comicios, fundamentada en el poderío militar más grande de la historia, se siente capaz de irrespetar todas las leyes internacionales, todos los tratados, todas las instituciones ONU, UNESCO, OEA, OMS, etc., etc., con tal de empobrecer, humillar, invadir, masacrar, a cuanto gobierno o país se oponga a su insaciable voracidad por el petróleo i cuanta riqueza natural esté fuera de sus fronteras, convirtiéndose en juez i policía del mundo, sin una pizca de moral o eticidad. Es el país que, demostrado cientos de veces, viola sistemáticamente los Derechos Humanos, más i en mayor escala que algún atrasado país africano o asiático. Lo acaba de señalar una abogada norteamericana –Ann Fagan Ginger− con las atrocidades que cometen los militares en Guantánamo; un pedazo de tierra cubana usurpado olímpicamente. Igual señalamiento lo va a hacer ahora Francia, respecto a lo que deben haber declarado siete franceses que sufrieron detención arbitraria allí. Empero, para colaborar con esa voracidad, en muchos de estos países sometidos, existen numerosos lacayos i traidores, capaces de vender su patria, su familia i su historia, con tal de recibir las migajas que caen al suelo, así comprometan la soberanía de la tierra que los vio nacer, al estilo Luis Giusti.

Sin embargo, lo interesante es la “cultura política” de la Rice. Ha dicho que solamente existe un tipo de democracia i es la de los Estados Unidos, pese a los elementales defectos antes señalados, que son apenas, una pequeña parte de los mismos. Increíble que, una persona que pasó por Universidades i que desempeñe tan alto cargo, no se avergüence de rebuznar así, aunque se piense que lo hace por el imperativo político de falsearlo todo. De democracia, todos lo repiten, se viene hablando especialmente desde el mundo griego, i exponen la etimología de demos pueblo i cracia poder o gobierno, de manera que es gobierno del pueblo, por el pueblo i para el pueblo, aunque el término “demos” no sea exactamente pueblo i muchos lo ignoran. El “demo” expresa más que pueblo en sí, agrupación de hombres o gente, significa extensión territorial de un pueblo, espacios, distritos o municipios diríamos hoi, o también de una vez, “gobierno popular” porque desde Clístenes, se quiso romper los moldes aristocráticos del estado ateniense i dividió a la ciudad en circunscripciones territoriales. Esos territorios fueron los llamados demos, regidos por un demarco, equivalente a un alcalde del presente. Por eso, solamente en la palabra demos, estaba la idea de un gobierno popular i para que, volviendo al presente examinemos la realidad i lo que menos tiene el país norteamericano es un gobierno popular: tiene una mafia petrolera en Washington i el Pentágono, incluso supeditada a la voluntad de los grandes oligopolios i las transnacionales. Es un gobierno de super ricos que desconocen absolutamente la realidad del mundo i no se han percatado que todos vamos en la misma nave espacial que están destruyendo, llevándonos a un afecto invernadero, para que alguna vez estemos igual a Venus o a Marte. I desde luego, esta riquísima ignorancia, este analfabetismo cultural, tiene que ignorar i querer desaparecer a los otros países del planeta, cuando hasta desconocen el suyo. I un “robot” negro i maligno de esos poderosos, es Condolezza Rice i sus iguales.

El juicio valorativo de las formas de gobierno, nos viene desde la antigüedad clásica i naturalmente corresponde a los griegos su paternidad. Durante siglos la clasificación establecida (dictadura-democracia) fue establecida por Aristóteles para catalogar a los sistemas existentes en su tiempo; para ello sopesaba o valoraba dos criterios: en manos de quien estaba el poder i con que finalidad lo ejercía. Así obtenía por lo menos seis tipos ideales o probables, entre los que recomendaba tres i desechaba los otros tres como formas corruptas o degeneradas de los primeros. Aristóteles usó el término demokratia, rechazable, oponiéndolo al modelo ideal de politeia, en el que el gobierno de muchos, actuaba en beneficio de todos, aunque aconsejaba una forma mixta, combinándola con aristocracia. Desde allí, el mundo romano (recordemos que por las calles de Roma corría la cultura griega) incorporó o estableció los conceptos de dictadura i república. El primero, referido al gobierno de uno solo, diferenciándose de la monarquía por su carácter temporal i de la tiranía por ser ejercida en beneficio de toda la comunidad en casos excepcionales (Joseph M. Vallés). El segundo concepto, la república, se refería al gobierno de muchos, en beneficio de todos, equivalente a la politeia aristotélica.

Sin embargo, como no es posible en un artículo seguir toda esta evolución de las ideas políticas, pasando por grandes etapas de renacimiento, revolución francesa, revolución rusa, i distintos pensadores como Locke, Hegel, i filósofos contemporáneos casi, i porque la pantera Rice debe haber leído algo de esto, llegamos en nuestros días, cuando hablamos principalmente de democracia representativa como si fuese ya la democracia perfecta, cuando realmente es una falsedad en la que llevamos viviendo más de un siglo, propiciando la desigualdad, el egoísmo i una supuesta libertad, más todos los vicios consecuentes que han conformado un mundo desigual, empobrecido en un 80%, sin justicia social i con una espada de Damocles para la supervivencia humana. I el actor principal de esa tragedia, si no la detenemos a tiempo, son los gobiernos Imperialistas de los Estados Unidos de Norteamérica. Por eso hemos pensado los pueblos inteligentes i no obnubilados por la riqueza, en una Democracia Socialista, representativa i participativa, donde se le dé poder al pueblo i donde el centro del mundo o del universo, no sea el fetiche del dinero, sino la persona humana. El fin último es la paz i la felicidad de los pueblos.

(Continuará)






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Roberto Jimenez Maggiolo


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