Normal es que una gallina arme alboroto cuando pone un huevo, raro es que todo el corral haga lo mismo, en un suceso tan común. Esta alegoría es oportuna para referirnos a los resultados electorales obtenido por la MUD, hace un mes. La oposición y algunos voceros del Chavismo, lo han cacaraqueado como si fuese el evento más importante en los últimos tiempos. Los primeros, tratando de acuñar la matriz de opinión, según la cual, esos resultados marcan un nuevo hito en las ciencias electorales; los segundos, cuestionándolo con excesiva profundidad.
Pero ambos obvian, que los venezolanos desde 1998, no sólo han roto los estereotipos convencionales de análisis politológicos, sino también, que constantemente aportan nuevos insumos al estudio de las ciencias políticas. Por ello, comparar el nivel de participación del 12F, con estándares o eventos internacionales de este tipo, es obviar por ejemplo que, en EE.UU, Francia, Italia, e incluso en la Venezuela de la IV república (recordemos las elecciones internas de COPEI en los 87 y 92), no existía el nivel de politización y polarización que hay actualmente en el país. Esta es la principal razón, por la cual, no entendemos tanto cacareo.
A nadie debió sorprender los resultados del 12F (en caso de poderlos demostrar), porque el sector opositor “salió” a buscar un candidato que consideran pueda ganarle a Chávez.
Pero aún asumiendo los resultados, no se deben dejar de tomar en cuenta, que el 7O se enfrentaran a un candidato con niveles de popularidad envidiables; que se cumplirán los protocolos electorales; que el partido de gobierno y los seguidores de la revolución, no sólo estarán defendiendo el voto en los centros electorales, sino que se desplegarán por el país para garantizar el triunfo Socialista. Pero además, les faltaron 4 MM de votos, para alcanzar la última actuación de Chávez en el 2006, así como que, cada vez que él compite se incrementa la distancia entre el Socialismo-Capitalismo, es decir, 1998 sacó 1MM de ventaja; en el 2000, 1.4MM; en el 2004, 1.8MM; 2006, 3 MM. En definitiva la oposición tendrá un cuarto bate, como contendor.
