2012. Amenaza imperial, unidad

Camaradas: Un amigo y compañero de mis años mozos, me ha invitado a que escriba sobre las amenazas  latentes contra nuestro país. Yo lo hago con tanto más placer que he conocido que, tanto el Presidente Chávez, como los altos mandos de la FANB y líderes del PSUV, como todos los camaradas, nuestros hermanos somos víctimas de las amenazas y calumnias del imperialismo y —el mundo de los privilegiados organizados en la MUS—. Es una cosa bien triste, verdaderamente, que en estos tiempos de crisis terrible donde se decide, para bien de decenas de años la suerte del pueblo de Venezuela entera, y donde todos los venezolanos, de la humanidad y de la justicia deberían unirse fraternalmente para hacer frente contra el enemigo común, es bien triste, digo, que hombres y mujeres del pueblo llano que, por otra parte, han sido explotados en el pasado, hoy y siempre, por los mismos sujetos e intereses que defienden, empujados por una mala pasión de orgullo autoritario, por el no conocimiento de nuestra Historia, se rebajen hasta la calumnia y siembren la división en lugar de crear por todas partes esta unión libre que sólo puede crear la fuerza.

Pero para poder tomar una actitud enérgica y amenazadora contra este enemigo, cuya agresión a nuestro país empezará a la primera hora de la victoria, es preciso que nuestra FANB esté vigilante, bien armada y organizada. Allí donde los trabajadores  laboran tienen que esforzarse en estar organizados en unos cuerpos alistados en la Milicia Nacional Bolivariana. No hay que desprenderse, bajo ningún pretexto, de las armas y las municiones y hay que impedir que ningún camarada, (si es necesario por la fuerza) de todo intento de dejar las armas.  Aniquilar la influencia de los “demócratas” burgueses sobre los trabajadores, realizar inmediatamente la organización del pueblo, oponer a la manipulación de la burguesía, el máximo de condiciones molestas y comprometedoras: he aquí los puntos principales que el pueblo y, por consiguiente, el PSUV, nunca deben perder de vista durante y después de la agresión inminente.

Aparte de los objetivos mediatos, de ahora en adelante el PSUV tiene que trabajar de manera más consciente, como centro de organización de las masas, en vista de su emancipación completa. Es preciso que sostenga todo movimiento social y político que tenga ese fin. Al considerarse y al trabajar como los pioneros y los representantes de todo el pueblo, lograrán necesariamente atraer a los rezagados que todavía no están ganados para la Revolución. Es preciso prestar la mayor atención y cuidado a la defensa de los intereses del pueblo peor pagado, por ejemplo, los trabajadores de la empresa privada y los campesinos, a quienes las circunstancias particularmente desfavorables neutralizan su fuerza de resistencia. Es preciso que el PSUV inculque a las masas la convicción de que sus esfuerzos, bien lejos de ser egoístas e interesados, por el contrario tienen como fin la emancipación de todo el pueblo venezolano.

Por consiguiente, dejando a la práctica de la Revolución Social los detalles de la organización positiva, entendemos organizar y solidarizar la resistencia en gran escala. La Revolución Bolivariana es para nosotros un medio precioso de lucha, porque no tenemos otro medio. La aceptamos como producto del antagonismo entre el socialismo y el capitalismo, teniendo necesariamente como consecuencia hacer que seamos cada vez más conscientes del abismo que existe entre la burguesía y el pueblo trabajador, de fortificar la organización y prepararnos, por el hecho de la lucha económica, para la gran lucha revolucionaria y definitiva, la cual, destruyendo todo privilegio y toda distinción de clase, dará al pueblo el derecho de gozar del producto íntegro de su trabajo y, con eso, los medios de desarrollar dentro de la colectividad toda su fuerza intelectual, material y moral.

La libertad y el trabajo son la base de la moral, de la fuerza, de la vida y de la riqueza del porvenir. Más el trabajo, si no está libremente organizado, se vuelve opresivo e improductivo para el trabajador, y por eso la organización del trabajo es la condición indispensable de la verdadera y completa emancipación del pueblo.

Sin embargo, el trabajo no puede ejercerse libremente sin la posesión de maquinarias, las materias primas y de todo el capital social y no puede organizarse si el trabajador, emancipándose de la tiranía política y económica, sino conquista el derecho de desarrollarse completamente dentro de todas sus facultades. Todo Estado, es decir, todo gobierno y toda administración de las masas populares, de arriba abajo, estando necesariamente fundado en la burocracia, en los ejércitos, en el espionaje, en las religiones, nunca podrá establecer la sociedad organizada sobre el trabajo y la justicia, ya que por la naturaleza misma de su organismo está empujado fatalmente a oprimir y a negar ésta; el pueblo nunca podrá emanciparse de la opresión secular si no sustituye a ese cuerpo absorbente y desmoralizador la libre agrupación de todos los grupos productores fundado en la solidaridad y la igualdad.

“Las revoluciones se hicieron primero, su para qué después. Que me den una idea nueva, cualquiera, sobre cualquier cosa, y ella me dirá para qué sirve.”

“¡Todos a ponernos en marcha! ¿Que a dónde vamos? Las ideas nos lo dirán: ¿Qué vamos hacer en el camino mientras marchamos? ¿Qué? ¡Luchar! Luchar, y ¿cómo? ¿Tropezamos con uno que miente?, gritarle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! ¿Tropezamos con uno que roba?, gritarle: ¡ladrón!, y ¡adelante! ¿Tropezamos con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?, gritarles: ¡estúpidos!, y ¡adelante! ¡Adelante siempre!”

“¿Es que con eso —dicen unos—, es que con eso se borra la mentira, ni el ladronicio, ni la tontería del país? ¿Quién ha dicho que no? La más miserable de todas las miserias, la más repugnante y apestosa argucia de la cobardía es esa de decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón porque otros seguirán robando, que nada se adelanta con decirle en su cara majadero al majadero, porque no por eso la majadería disminuirá”.

“Sí, hay que repetirlo una y mil veces: con que una vez, una sola vez, acabásemos del todo y para siempre con un solo embustero abríase acabado el embuste de una vez para siempre”. 

manueltaibo1936@gmail.com

¡Libertad para los cinco héroes de la Humanidad!

 Patria socialista o muerte.

¡Venceremos!



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Manuel Taibo


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