Alerta Policía Nacional Bolivariana

La Policía Nacional “Bolivariana” se constituye en un órgano de seguridad de Estado nacido dentro de la revolución, por lo tanto, aunque nunca hay quien pueda negarlo, es un organismo nacido de la política revolucionaria y de la nueva visión de Estado y de Sociedad de quienes actualmente detentan el poder en la República Bolivariana de Venezuela.

En efecto hemos podido observar como han avanzado notablemente las posiciones desde este organismo, con una presencia masiva, en parroquias como Antímano, La Vega, Sucre, entre otras, presencia que no es agresiva, como en tiempos anteriores, haciendo redadas en los barrios o paradas de los sectores populares, incluso con pocas alcabalas. Presencia que hemos visto mediante reuniones con las comunidades, en las cuales se han ido planteando los problemas que les afectan y que no son solamente el de los malandros, sino que también incluye servicios, ocio, integración, en las cuales los oficiales del orden público van trabajando como enlaces y apoyo, constituyéndose en factores de cambio social dentro de las comunidades, distinto al represivo, acostumbrado en el sistema capitalista y en especial en la cuarta República.

Pero dentro de esta situación hay que hacer un alerta por cuanto hemos presenciado a funcionarios de este organismo que piensan que se trata de un organismo “apolítico”, una especie de ni ni estatal, que no le debe interesar la política, desconociendo así el origen político de su creación, como si estos nuevos roles estas nuevas situaciones y esta nueva visión pudiera nacer igual en un sistema capitalista o en uno socialista, o en un sistema representativo o en uno participativo. En este sentido, la academia de formación, debe hacer hincapié, en la contextualización política del agente de policía, en el origen del organismo y en como sólo en esta revolución fue posible su creación. Porque si el rol del policía sólo debe ser mantener el orden público y la seguridad, es igual a cualquier otro policía de la cuarta y en cualquier momento podría incurrir en las prácticas represivas del pasado; pero si se trata de un individuo formado y consiente políticamente tendrá el valor moral para decirle no a quienes pretendan en cualquier momento implantar una práctica represiva ilegal.

Y en este punto también debemos hacer un alerta, hasta ahora hemos notado un cuerpo de policía nacional, honorable, orgulloso, y respetuoso de la ley, por ejemplo ver las patrullas y motos de la policía respetando los semáforos y las aceras es una manera de poner orden en el tránsito terrestre, lo que a su vez lleva a una sensación de tranquilidad y de seguridad en las calles, pero ya hemos visto funcionarios motorizados de la policía nacional, uniformados en motos particulares sin placas, esto es un mal ejemplo y descalifica al cuerpo frente a la sociedad.

Igualmente un funcionario uniformado, de cualquier cuerpo de seguridad no debe por razones obvias, debe mantener mientras este uniformado por lo menos, una actitud distinta a los demás ciudadanos, no en el sentido elitista y excluyente, sino en el sentido de que él se constituye en referencia moral para el resto de la sociedad en especial de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, no es posible ver a un uniformado haciendo su ronda o recorrido por las calles parado en una esquina con un pie en la pared, fumando o bochincheando cual parroquiano cualquiera o peor aún piropeando a alguna muchacha que pase por su lado.

Esas actitudes las vimos en funcionarios de la extinta policía metropolitana, de la policía de Caracas, de la Guardia Nacional y de los fiscales de tránsito, actitudes reprochables moralmente que hicieron que se les perdiera el respeto y la sensación de seguridad que debe dar un funcionario uniformado del Estado, en estas actitudes hemos podido observar a algunos funcionarios de la Policía Nacional, no muchos pero suficientes como para romper la imagen del cuerpo y peor aún su disciplina y moral.

Sabemos que se trata de un trabajo duro, arduo y constante, de transformación de valores, de sujeción a ellos y de su ejercicio que en una sociedad alienada, sometida a la constante guerra mediática consumista y a la cultura del “vivo criollo”, hace mas difícil aun ejercer la autoridad dentro de los nuevos parámetros revolucionarios, por ello este artículo, en honor de quienes están trabajando por ese cambio, por esa transformación de nuestra sociedad , y que han avanzado, pero que siempre hay que alertarles, antes que sin darnos cuenta el enemigo haga daño en ellos y merme sus acciones y fuerzas.


Abogado

allansclavijo@gmail.com



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Allans Clavijo*

Abogado. Miembro del colectivo de la Radio Senderos de Antímano en Caracas. Profesor de la Misión Sucre.

 allansclavijo@gmail.com

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