La vida oscura de Clara: maldito photoshop

Clara, la de la vida oscura, desliza su dedo por la pantalla de su Ipad 2 mientras pasan frente a sus ojos incrédulos imágenes recientes de su infortunada vida. Imágenes que revelan, más que una vida infortunada, un simulacro de propaganda de American Express.

Ahí está en el club de la playa junto a Lilita, Claudia, Adri y Mayela; posando sonrientes, sosteniendo cada una su copa de champán, el último alarido de la moda entre quienes, todavía y a pesar del vil comunismo opresor -valga la redundancia-, pueden darse esos gusticos. Cinco cuarentonas que no aparentan más de treinta y nueve bien operados -perdón- bien conservados. ”¿Y de qué nos reímos si estamos sufriendo tanto?”

Otra foto, otra imposible simulación de prosperidad y alegría: Ahí, con Juancho, Mariela, y Gonzalo, en el yate de Kuki, comiendo langostas con el atardecer caribeño de fondo. Vino blanco, música, y luego la luna … “Claro, esa sonrisa es la típica mueca inconsciente de borracho anestesiado…”

Ahora la graduación de Javier, ¡Cómo crecen esos muchachos! ¡Y qué fiestón! Hubo de todo: Dj, tres grupos en vivo, tambores, cotillón, y ni hablar del buffet, ahhh y los pasapalos… Lo mejor de lo mejor… Y la carita de Javi cuando le sorprendimos con su camioneta nueva, así es, para que no tenga que ir a la Universidad como un patenelsuelo… “Es que no merecen menos nuestros muchachos que ha crecido, pobrecitos, enfrentados a la amenaza comunista de la deportación forzosa a Cuba...”

¡Ay! La tercera boda de Julia: Eso de casarse el Choroní fue otra de sus genialidades, absoluto glamour folk, tres días de sol, arena, frutos del mar, música, derroche; porque Julia es todo derroche… “Claro, mejor derrocharlo todo antes de que nos lo quite este comunismo saqueador de sueños. ¿Para qué ahorrar pensando en un futuro que no existe?…”

Spa y Amiguis, se titula el siguiente álbum: una semana de relax, masajes, aromaterapia, infusiones, tai chi, yoga, meditación, hipnosis regresiva, baños de arcilla volcánica, cataplasmas de semillas en peligro de extinción, mascarillas comestibles que no se comen, botox de contrabando por si la mascarilla no funciona. Una semana para reposar los quince días en Orlando, con su shopping y su Mickey. Allí, en un pequeño y exclusivo spa de Miami, Clara descansa con sus agotadas amiguis. “Porque el comunismo a la cubana podrá destrozarnos el alma y la psiquis pero allá en el tercer mundo. Mientras estemos en Miami ¡no es no!…”
¡Maldita tecnología! -pensó Clara, apenadísima con Nitu, que la miraba con un aire de reproche desde la pantalla de la tele-. Esas fotos están trucadas, yo no soy feliz, nadie puede ser feliz en el comunismo. Mi vida es miserable y punto, y todo lo que ves, excepto mi cuerpazo, es puro photoshop.

tongorocho@gmail.com


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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

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