Los pobres y estudios sobre la pobreza adquirían cierta notoriedad en las campañas electorales y quedaban relegados a las investigaciones y revistas universitarias especializadas en ciencias sociales; raras veces se encontraban algunas valientes notas en el periódico dirigido por el escritor, periodista y militante del partido comunista Miguel Otero Silva.
La pobreza y los pobres se convirtieron en un “objeto del deseo” político electoral a partir de 1979 (la pobreza alcanzaba el 67%), cuando el partido COPEI y su candidato Luis Herrera Campins le dan un vil uso mediático a los pobres, a través de una mujer y sus hijos habitantes del barrio Caucagüita: Carlota Flores y su hija Aleida Josefina.
Se trataba de una familia damnificada de más de un centenar de las que fueron lanzadas y olvidadas en unas barracas de “hoja latas” por el gobierno de la “Venezuela Saudita” de Carlos Andrés Pérez.
Hoy con el Gobierno del Presidente Hugo Chávez y la Revolución, la pobreza se ha reducido a 26% y la pobreza crítica a 7,7%; somos el país menos desigual de América Latina; el pueblo pobre es sujeto político, con derechos y deberes, protagonista en el diseño y construcción de un destino mejor: El Socialismo.
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