Nadie estaba “prohibiendo fumar en las calles de Venezuela”

Cuando la salud se hace humo

La industria cigarrera recibió un duro golpe con el decreto que establece la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados. La manipulación como maquinaria de dominación comenzó su trabajo de zapa: “La Ministra nos está prohibiendo fumar en la calle” era el run run de todos estos días en nuestra ciudad. Algo pasó que se revirtió este decreto, según me informan que se anunció por nuestro canal de televisión del estado, la reacción de molestia por un decreto manipulado por la industria tabacalera seguramente fue la causa. Fallamos en la forma de enseñar a nuestro pueblo el alcance de la medida. Si se suspendió, espero que sea solamente que se postergó hasta que podamos educar en valores de salud a nuestros ciudadanos.

Lo cierto es que el mercado de los cigarrillos ha bajado en más de un cuarenta por ciento en la gestión revolucionaria, el trabajo de la comisión antitabáquica está dando un sorprendente resultado, esta medida se toma como un paso más en la preservación del derecho humano a la vida, en el derecho de los no fumadores a no ser fumadores pasivos, en el derecho de la revolución de hacernos entender la adicción tabáquica como fuente de riqueza para una industria que nos quita el dinero a cambio de humo, a cambio de cáncer, a cambio de muerte.

Yo mismo soy un fumador, muy conciente de la estupidez que me hace perder casi 500 BsF. Al mes (la mitad casi de un salario mínimo) en un vicio que no me da nada a cambio, que vulnera mi salud a cambio del deterioro de mi salud. Eso si, muy conciente de que es parte de mi enfermedad. El tabaco causa una adicción, según los conocedores, veinte veces más severa que la cocaína, soy un fumador que desea dejar de fumar y que lucho por lograrlo. Ya las medidas tomadas de no permitir fumar en oficinas o lugares de trabajo me permiten bajar mi consumo, me hace parte de esa mayoría que no fuma y se molesta con el humo de los cigarrillos que aun fumo. Realmente quiero expresar mi tristeza por la anulación de esta medida.

Quiero que este escrito sea un mensaje claro para mi y para todas y todos los que mantenemos esta industria con nuestro dinero y salud. Pedir a la Ministra de Salud que no sintamos derrota alguna, es que debemos ser más didactas, hablar al pueblo, avanzar en la toma de conciencia del daño que nos causamos. Ofrecer métodos para que se nos ayude a dejar este vicio inútil, que existen pero no se hacen masivos.

Empecemos de nuevo camaradas, educando, educando, educando. Hagamos del tema del cigarrillo una discusión en los consejos comunales, en las calles, en los liceos, en nuestro trabajo. La información sobre los daños que produce fumar debe masificarse y asi, de esa manera, más adelante, retomemos este espacio que debimos devolver por no haber podido generar la conciencia y por la reacción de las fuerzas imperiales y opositoras que generaron la matriz de que Chávez nos está prohibiendo fumar.

Quien de la lucha por la libertad en nombre de los cigarrillos que se fuma, no entiende, para nada, la libertad. Libertad es no fumar. Hacerlo es ser esclavo, como somos, del mercado del capitalismo. Pretender que uno tiene la potestad de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, es la respuesta del hombre alienado, consumista, dominado por la sociedad que vinimos a combatir.

España, hace pocas semanas tomó una medida oficial muy parecida y todos los medios comenzaron con su ofensiva. El gobierno vulneraba la libertad de fumar en donde nos plazca. Gracias a la sociedad conciente española, allá si se pudo lograr que se impusiera la norma, las respuestas a favor de liberarse del humo consiguieron consolidar la medida. Anexaré un excelente artículo de Carlos perez Ariza publicado en su blog sobre este tema. Es una lucha por la salud asumido mundialmente, no el capricho de dictador alguno. Quien defienda la muerte y la autodestrucción en nombre de la libertad, está mal, muy mal, camaradas!!

Yo invito a todas y todos a reflexionar sobre este tema, incluyéndome. El cigarrillo es una imposición, no nos aporta nada, destruye. Es una puerta a otras drogas mucho más severas, es un gran mercado que mata a nuestro pueblo. En tiempos en que pretendemos cambiar el mundo, comencemos por cambiar nosotros. El ejemplo será la forma de avanzar.

Nadie prohibía fumar en la calle, en los espacios abiertos "no techados" se podía seguir fumando, sin embargo, la oposición generó el rumor de que Chávez y la Ministra estaban prohibiendo fumar en la calle. ¡Ese día llegará! No en Venezuela, en el mundo. Un planeta libre de humo, libre de capitalismo, libre de la alienación consumista, pero se debe avanzar con la educación popular, con la conciencia popular, con el apoyo y la facilitación para el tratamiento antitabáquico. Es una adicción más. No nos cambia las conductas, como lo hacen las sustancias psicoactivas, pero nos envenena los pulmones, la sangre, el derecho a una larga vida en sanidad.

¡Venceremos!


brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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