¿Qué hacer con las Líneas Estratégicas?

En una nota que se publicó recientemente en Aporrea con el título: ¿Partido para la propaganda?, reflexionaba un poco sobre la conveniencia de la estrategia 3, identificada como: “Convertir el Partido en un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación” y concluía que parte de esta idea, caracterizó a los partidos socialista del siglo XX. La propaganda se convirtió en una especie de muro entre los partidos y las masas y sirvió para justificar lo que no estaba en correspondencia con los ideales sobre los cuales se fundamenta una plataforma de gobierno socialista. Sin intención de retomar este tema debo decir que la propaganda es la propaganda y como concepto y técnica no trata de transformar  la conciencia. Intenta la venta de una cosa o propuesta, a través de un esfuerzo que no va dirigido a despertar a las personas. Los partidos de izquierda en Venezuela por ejemplo, encontraron una forma de aislarse y de alimentar el foquismo con la propaganda. Muy creativas a veces, pero propaganda al fin.  

En una de las partes del documento se comunica que la discusión debe producir un “plan de acción” para poder desarrollar las estrategias. El Plan de acción una vez elaborado hará posible que las líneas estratégicas se concreten y se pueda “garantizar nuevas e importantes victorias en las contiendas electorales del año 2012”.

En esta ocasión, quiero referirme a una propuesta que fija o recomienda la reactivación de las patrullas socialistas del PSUV para que “impulsen la conformación de movimientos locales en torno a bases de patrullas y círculos de luchas populares y del buen vivir”. Es una buena idea, pero lo importante aquí no es fijar o decretar  la activación de la patrullas o darle una tarea a una forma de organización que no logró “cuajar” y fueron desanimándose y hoy, su funcionamiento es inexistentes.

El no funcionamiento de la patrullas es una conclusión cierta. Este hecho nos coloca frente un  reto que implica trabajar esa activación no perdiendo de vista, que es una de las maneras de transformar el “partido maquinaria” que tenemos y que viene perdiendo efectividad, porque los logros en votos no son parecidos a los deseados. Sabemos o se supone que se sabe, que los batallones y las patrullas no fueron efectivos.

El reto implica  entonces conocer un poco sobre los batallones y las patrullas. ¿Cómo funcionaron? ¿Cómo trabajaron? ¿Cómo se conducían las reuniones? ¿Qué tipo de agenda se llevaban? ¿Qué acciones acordaban? ¿Cómo se ejecutaban esas acciones? ¿Cómo se daba o se dieron la integración entre esas dos instancias de organización que se propusieron y existieron en momentos distintos?

 Esta activación conduce a revisar varias cosas sobre las cuales hay un ligero “jueguito” poco ético. Por ejemplo, para el 26-S se exigió lo del 1 x 10 y una gran parte de la militancia “hizo su trabajo”, que ha podido ser parte de una vieja maña o viveza que induce al patrullero a preparar una lista (plana) con diez personas, pero lejos estuvo el compromiso y la posibilidad de llevarlo a votar. Es posible entonces que si no hay una ligera revisión de todo esto, a un coordinador  o coordinadora de patrulla se le exija (y “cumpla”) la conformación de bases de patrulla, círculos de luchas populares y del buen vivir y esa información pase a una base de datos y alguien después (como sucedió el 26-S) nos diga que hay tantas patrullas, tantos patrulleros y un número inmensos de bases de patrullas que después  no tienen correspondencia  con la realidad.

Sé sabe que parte de ese “jueguito” tiene una justificación poco ética y que efectivamente es parte de la “cultura capitalista” que permea toda la estructura. Es un aprendizaje que se produce viendo. Los camaradas  no son ciegos y hacen sus efectivas deducciones y cobran. Se pueden reunir y argumentar muchas situaciones de este tipo, en las cuales el jueguito se hace presente. La “cultura capitalista” se manifiesta en este nivel, porque se usa el dinero para convencer y “movilizar”.  Es correcto que se hagan campañas para recuperar fondos y tener recursos, pero se observan en la mayoría de las veces ciertas prácticas cargadas de viveza: Los autobuses  vacíos son un ejemplo claro de esto. S e presentaron lista de posibles asistentes a una marcha o encuentro y luego no asistieron.

Es importante entonces que se conforme equipos a nivel de los estados con replica en los municipios y parroquia para coordinar este trabajo de hacer un inventario de patrullas y una especie de registro-diagnóstico que nos permitan identificar situaciones para seguidamente desarrollar un plan de acompañamiento que vaya dándole a las patrullas vitalidad y pasen convertirse en una organización de base.  Hay que evitar que las patrullas se asuman o tomen vida en reuniones y encuentros para hablar cada cierto tiempo y luego  cada uno de sus miembros se regresa a  casa y vuelven a verse en la próxima reunión para volver a conversar sobre algunos temas.

 Ese equipo estadal en coordinación con el equipo municipal y parroquial deben definir un plan de acción, con todos la exigencia metodológicas y técnicas de un plan en el cual se tracen lineamientos para darle vitalidad a las patrullas, a las base de patrullas y círculos de luchas. Un riguroso plan de acción es importante, pero más importante que este plan de acción escrito y discutido bajo la dirección del equipo estadal, es el seguimiento y evaluación que periódicamente debe hacérsela a su ejecución en cada uno de los niveles.

Para que las Bases de patrullas y círculos de luchas “puedan surgir como instrumento de organizar y movilizar en búsqueda de soluciones”, es necesario que haya un compromiso para que este equipo estadal de asistencia a las patrullas con el concurso de los equipos municipales tengan una expedita y clara vía de reuniones de trabajo con los equipos de gobierno. Es entonces importante bajo este esquema replantearse las relaciones PARTIDO-GOBIERNO, bajo la premisa de tratar problema, priorizar demandas y para ello es también necesaria la existencia de los Planes Estales y el Plan Municipal de Desarrollo. ¿Cuántas gobernaciones y Alcaldías Revolucionarían tienen estos planes? Si no hay una sistematización del trabajo, se cae en la improvisación y los resultados nos sorprenden.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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