Cómo mejorar la comunicación entre el pueblo y el Presidente

Muy pronto estará de nuevo en el aire el Programa Aló Presidente, eficaz vehículo comunicacional mediante el cual el Presidente mantiene informado al pueblo venezolano sobre la marcha del Proceso Bolivariano, los distintos programas y planes del gobierno, las dificultades, problemas, desviaciones y peligros que el Presidente detecta directamente o a través de sus colaboradores. Igualmente, en dicho programa el Presidente presenta nuevas metas de lucha, traza las líneas a seguir y exhorta al pueblo a mantenerse alerta contra los desestabilizadores y también a organizarse pera reclamar y hacer valer sus derechos a la participación protagónica, consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En verdad, estas pasadas semanas que Aló Presidente ha estado fuera del aire han causado un vacío de información muy notorio en el pueblo. Esperemos que con la pronta reaparición del programa se le incorporen otras facetas que perfeccionen la comunicación del Presidente hacia su pueblo. Pero el tema que nos ocupa y nos preocupa en esta ocasión es la comunicación en el sentido inverso, es decir del pueblo hacia el Presidente. Podemos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que esta comunicación, desde las masas populares hacia el Presidente prácticamente no existe. Y esto es preocupante, por dos razones fundamentales: Primero, porque el Presidente no recibe ningún feedback de ese pueblo que lo alerte si algo en el seno del gobierno o en el mismo proceso no marcha bien. Sólo esporádicamente el Presidente, casi por azar, recibe el sentir del pueblo, cuando por casualidad algún representante del mismo, le hace saber al Presidente de cualquier situación irregular que se esté presentando en los distintos organismos gubernamentales, o en las Misiones, en los institutos crediticios, en los distintos servicios (de comunicación, de salud, educativos, de transporte), si se está ejerciendo la Contraloría Social, si los CLPP están instalados, etc.

El anillo o cerco hermético que rodea al Presidente hace virtualmente imposible que a él le lleguen los planteamientos populares, pues sus colaboradores inmediatos gozan de una discrecionalidad casi absoluta para decidir si cualquier comunicación enviada al Presidente le llega o no. Las más de las veces no le llega. Por lo tanto, el Presidente no se entera.

En segundo término, la carencia de un medio comunicacional entre el pueblo y el Presidente se traduce en frustración para ese mismo pueblo, al no poder expresarse, y al mismo tiempo constituye un obstáculo para el avance y consolidación del proceso de cambios.

Por otra parte, el canal del Estado, Venezolana de Televisión, por lo menos durante la gestión de su anterior Presidente, ha dado muy poca cabida a las opiniones populares, pues la mayoría de los programas de opinión sólo se limitan a presentar voceros gubernamentales (Ministros, diputados, gobernadores, alcaldes), quienes son tratados con guantes de seda por los entrevistadores y por supuesto se limitan a dar sólo una versión interesada y parcializada de sus gestiones. En Venezolana de Televisión en muy pocas ocasiones se discuten los grandes problemas nacionales. Sólo se limitan a exponer lo bien que lo está haciendo tal o cual gobernador, alcalde o ministro. Hay excepciones, como son los casos del Programa del Profesor Arenas o el de Diógenes Carrillo, pero podemos afirmar en términos generales que la participación popular en Venezolana de Televisión es muy limitada y de poco impacto relativo. Se requieren de medios más efectivos de comunicación que eleven la voz del pueblo al Presidente y en tal sentido haremos una propuesta más adelante.

Por ahora queremos resaltar, y sin ánimo de hacer leña del árbol caído, que durante la pasada gestión de Venezolana de Televisión ocurrieron dos fenómenos lamentables que no debieran repetirse. Esos fenómenos fueron: La censura o bloqueo de información, en primer lugar, y en segundo lugar, la discriminación. Nos atrevemos a formular tan grave denuncia, basándonos en la experiencia propia de la Asociación Civil Bolivariana Defensores del bolívar, de la cual formamos parte. Infructuosamente, nos dirigimos al Presidente de Venezolana de Televisión (en dos ocasiones), al VicePresidente de VTV (en una ocasión), a los periodistas Jorge Arreaza, Ernesto Villegas, Maria Teresa Gutiérrez y Vanesa Davies, solicitándoles encarecidamente espacio para plantear los argumentos y reservas que tenía nuestra Asociación en torno al entonces Proyecto (y ahora Ley de Presupuesto 2005), y en contra de la proyectada devaluación del bolívar, incluida en dicha ley. A pesar de ser una materia de interés nacional, que ameritaba la mayor y más abierta discusión toda vez que el Presupuesto Nacional, el endeudamiento y la devaluación son asuntos que afectan a todos los venezolanos, nuestras peticiones fueron ignoradas. Una excepción que es justo mencionar y reconocer fue la del programa La Hojilla, en el cual sus conductores Mario Silva y Eileén Padrón permitieron a Jairo Larotta, miembro de nuestra asociación, iniciar una exposición en la cual se demostraba con toda claridad que no se justificaba ni era necesario devaluar el bolívar en un 12% en el 2005, ni tampoco un endeudamiento el país de 6,67 millardos de dólares para este año. Sin embargo, cuando apenas llevaba dos minutos hablando, la exposición de Jairo fue bruscamente cortada por órdenes superiores para dar cabida a un discurso que el Presidente del Paraguay dirigía en esos momentos a un grupo de empresarios. Obviamente, los que impartieron esas órdenes superiores seguramente consideraron que era más importante para el pueblo de Venezuela el discurso del Presidente de Paraguay a que el país se enterara de cuáles eran las graves inconsistencias del presupuesto 2005 que nosotros denunciábamos.

Finalmente, el presupuesto fue aprobado por la Asamblea Nacional, de manera casi clandestina. La presentación de Jairo, que dura 15 minutos en total, jamás fue repuesta en Venezolana de Televisión. Era como si una mano peluda se hubiera opuesto a que el país conociera las verdades contenidas en dicha presentación. En contraste, pudimos observar cómo eran entrevistados en ese canal, inclusive varias veces, connotados defensores del presupuesto y de la devaluación, a saber, Rodrigo Cabezas, Presidente de la Comisión Permanente de Finanzas, el Ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega y el Ministro de Planificación, Jorge Giordani. Los que nos oponíamos a ese presupuesto, a la devaluación y al endeudamiento fuimos absolutamente discriminados y censurados. No sucede así con representantes de la oposición, pues vemos que tienen puerta franca en el canal del estado personajes como Edgar Zambrano, Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez, por mencionar sólo 3 conspicuos representantes de la oposición. No decimos que esto último sea incorrecto, pero si demandamos igual oportunidad para los bolivarianos antidevaluacionistas.

A los fines de consolidar y profundizar el proceso de transformación, es imprescindible que se creen canales de comunicación efectivos entre el Pueblo y el Presidente para que éste se entere directamente o a través de sus colaboradores de lo que piensa el pueblo en la calle, de cómo marchan las Misiones, Los Mercal, los servicios (de salud, educación, comunicaciones, transporte, etc.), de la labor que se lleva a cabo en Ministerios, Alcaldías y gobernaciones. Pero el Presidente debe enterarse de labios del pueblo, no de labios de los que están al frente de esos organismos. En tal sentido, proponemos la creación de un nuevo programa en Venezolana de Televisión, que podría llamarse Aló Venezuela, el cual estaría reservado exclusivamente a la participación sin cortapisas de los genuinos representantes populares y de las comunidades de todo el país.

Sugerimos el siguiente esquema o formato: Duración del programa: Dos (2) horas, divididas en 4 secciones de 30 minutos cada una. Días de transmisión de Lunes a Sábado. Horario: de 7a 9 p.m. A cada estado del país se le dedicaría media hora cada semana. Habría un total de 24 secciones, lo que permitiría cubrir los 23 estados más el Distrito Capital. En caso de que haya interrupción de un programa, por una cadena Presidencial, el mismo sería retransmitido el siguiente domingo, en el horario 7 a 9 p.m. (Después de Aló Presidente).

Se supone que el programa Aló Venezuela, sólo deben presentarse los representantes genuinos del pueblo, de las comunidades, como por ejemplo, los patrulleros electorales, las UBE, los medios alternativos y las ONG Bolivarianas. No debe permitirse que intervengan en el mismo ministros, diputados, alcaldes o gobernadores, pues ellos ya cuentan con suficiente participación en los demás programas de opinión de Venezolana de Televisión.

Sometemos esta propuesta a la consideración del nuevo Presidente de Venezolana de Televisión, el Ministro Andrés Izarra.

Con ese nuevo canal informativo estamos seguros de que el país y el Proceso Bolivariano marcharán mucho mejor porque se garantizaría una participación más efectiva del pueblo, sin intermediarios y la verdad de lo que sucede podría llegar más directamente y con mayor fluidez al Presidente, quien entonces podría aplicar oportunamente los correctivos necesarios.

Eudes Vera, Ingeniero Electricista
eudesvera@cantv.net
Asociación Civil Bolivariana Defensores del bolívar


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4064 veces.



Eudes Vera

Ingeniero Electricista, UDO, 1969. Jubilado UDO como Profesor Titular en 1994. Maestrías y Ph.D.en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Pennsylvania (EEUU), Aston y Hatfield, Reino Unido.

 eudesvera3@gmail.com      @eudesve

Visite el perfil de Eudes Vera para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas